¿Cuál es el origen del Plan DN-III-E, operativo que desplegó el Ejército por las inundaciones?

Desde su formalización en la década de los 60, esta estrategia ha participado en fenómenos naturales de gran magnitud

Guardar
México enfrenta huracanes, terremotos y
México enfrenta huracanes, terremotos y erupciones volcánicas debido a su ubicación geográfica y características naturales. Crédito: DASSAEV TÉLLEZ/CUARTOSCURO

El Plan DN-III-E es una de las estrategias más reconocidas y consolidadas en México para la atención de desastres naturales. Nacido de la experiencia y la necesidad histórica, este operativo constituye el principal marco de actuación del Ejército Mexicano, la Fuerza Aérea y la Guardia Nacional ante emergencias que afectan a miles de ciudadanos cada año.

Según información de la Secretaría de la Defensa Nacional, por su ubicación entre placas tectónicas, cercanía a dos océanos y la presencia de un cinturón volcánico, México enfrenta de manera recurrente fenómenos como huracanes, terremotos y erupciones volcánicas.

Estas amenazas hacen imprescindible una respuesta rápida y efectiva del Estado para prevenir daños y auxiliar a la población en riesgo. Desde 1926 se tienen registros de intervenciones militares en desastres, como ocurrió tras las inundaciones en Guanajuato, donde la gravedad de la situación rebasó la capacidad de las autoridades civiles y exigió la participación del Ejército.

El Plan DN-III-E fue formalizado
El Plan DN-III-E fue formalizado en 1966. En ese mismo año fue implementado por primera vez. (DASSAEV TÉLLEZ/CUARTOSCURO.COM)

Fue bajo este contexto que, en 1966, se formalizó el Plan DN-III-E como parte del esquema de defensa nacional. El nombre surge de su inclusión como anexo “E” en los planes generales de las Fuerzas Armadas. Aunque hubo propuestas de modificar esta denominación en revisiones posteriores, la alta dirección de la Sedena decidió conservarla para mantener la familiaridad y confianza que había generado entre la población,.

El Plan DN-III-E se sustenta en la Ley Orgánica del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos, que establece como misión el apoyo en caso de desastres: restablecer el orden, auxiliar a las personas y bienes, y colaborar en la reconstrucción de las zonas afectadas.

La primera activación oficial del plan ocurrió el 10 de octubre de 1966, después del paso del huracán “Inés”, que provocó el desbordamiento de los ríos Pánuco y Tamesí en Tamaulipas y Veracruz. El enfoque del plan ha sido ampliar constantemente sus recursos y capacidades, adaptando sus estrategias a los nuevos retos: no solo responde a huracanes y terremotos, también a emergencias sanitarias como la pandemia de COVID-19.

El “DN-III-E” es parte de una trilogía de planes: DN1, destinado a la defensa externa; DN2, orientado a la seguridad interna; y DN-III-E, enfocado en la protección civil frente a desastres naturales.

El despliegue del Plan DN-III-E el 9 de octubre

El 9 de octubre, la
El 9 de octubre, la Sedena activó el Plan DN-III-E en siete estados por intensas lluvias, movilizando a más de 5 mil 400 elementos. Foto: (Sedena/FB)

El pasado 9 de octubre, la Secretaría de la Defensa Nacional informó la activación del Plan DN-III-E en respuesta a las intensas lluvias registradas en los estados de Guerrero, Oaxaca, Querétaro, Veracruz, Puebla, Hidalgo y San Luis Potosí. En esta ocasión, participaron más de 5 mil 400 elementos de las fuerzas armadas, quienes colaboraron junto a autoridades de los tres niveles de gobierno en labores de auxilio a la población.

Los trabajos incluyeron monitoreo de ríos y carreteras, evacuación de vecinos en zonas de riesgo, limpieza y despeje de caminos y la instalación de albergues temporales para garantizar el acceso a refugio, alimentos y atención médica a quienes lo necesitaron. También se utilizaron aeronaves, maquinaria pesada y plantas potabilizadoras para auxiliar durante la emergencia.