Cuál es el origen de las calaveritas de azúcar y cómo se elaboran tradicionalmente

Este dulce se ha convertido en símbolo de la historia y cultura que evoca el Día de Muertos

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Estos tradicionales dulces tiene una
Estos tradicionales dulces tiene una profunda raíz cultural e histórica. Foto: (Jesús Tovar Sosa/Infobae)

El Día de Muertos es una de las celebraciones más emblemáticas de la cultura mexicana. Reconocido como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, este festejo representa una manera única de honrar y recordar a quienes han partido.

Al centro de esta tradición se encuentra la ofrenda, un altar cargado de elementos simbólicos que conforman un puente entre el mundo de los vivos y el de los muertos. Uno de los componentes más representativos y entrañables de estas ofrendas son las calaveritas de azúcar.

De acuerdo con el Gobierno de México, las ofrendas están íntimamente ligadas al Día de Muertos, ya que permiten dar la bienvenida a los seres queridos fallecidos mediante alimentos, flores, velas y objetos con significado personal.

Las velas iluminan su camino, el agua y la comida los reconfortan, y las flores de cempasúchil guían su paso desde el más allá. En medio de todo esto, las calaveritas destacan como símbolo de la continuidad de la vida y del respeto alegre hacia la muerte.

Estos cráneos de dulce suelen
Estos cráneos de dulce suelen ser utilizados como homenaje en las ofrendas. Foto: (iStock)

Origen prehispánico y transformación colonial

El origen de las calaveritas de azúcar se remonta a las antiguas culturas mesoamericanas, como la mexica, donde la muerte no era vista como un final, sino como el tránsito hacia otra etapa de existencia. Era común conservar cráneos humanos como trofeos o elementos ceremoniales, los cuales se mostraban en rituales que celebraban el ciclo de la vida y la muerte, muchos de estos eran exhibidos en tzompantlis.

Con la llegada de los españoles en el siglo XVI, muchas de estas prácticas fueron prohibidas por la Iglesia, al considerarlas paganas. Sin embargo, en lugar de desaparecer, muchas de ellas se transformaron.

El uso del azúcar, traída por los europeos, permitió crear figuras simbólicas que sustituyeron a los cráneos reales. Así nacieron las calaveritas de azúcar: una fusión de la cosmovisión indígena con los elementos del catolicismo colonial.

Hoy en día, estas pequeñas calaveras de azúcar no solo decoran los altares del Día de Muertos, sino que también llevan consigo un mensaje profundo. A menudo se personalizan con el nombre del difunto o incluso de personas vivas, recordando con humor y cariño que la muerte es parte inevitable de la vida y que esta última, a su vez, debe ser dulce.

Estas calaveritas representan la memoria, el respeto y el amor hacia los seres queridos. Colocarlas en la ofrenda es una manera de decirles que no han sido olvidados y que su legado sigue presente.

Estos dulces pueden ser de diferentes tamaños e incluso han trascendido a otros materiales de elaboración como el chocolate, el amaranto y la gomita. Sin embargo, es común su aspecto de decoración en el que, además del nombre poseen flores, detalles resaltados como los ojos y los dientes, pétalos y hasta sus lagrimas.

Estos cráneos de azúcar son
Estos cráneos de azúcar son una muestra del mestizaje mexicano. Foto: (iStock)

¿Cómo se hacen las calaveritas de azúcar?

Preparar calaveritas en casa es una forma maravillosa de conectar con la tradición. Aquí te dejamos una receta básica:

Ingredientes:

  • 1 kg de azúcar blanca
  • 1/4 de taza de agua
  • 1 cucharada de jugo de limón
  • Moldes para calaveritas
  • Glasé de colores (para decorar)

Preparación:

  1. En un tazón grande, mezcla el azúcar con el agua y el jugo de limón. Revuelve hasta que tenga una consistencia parecida a la arena mojada.
  2. Rellena los moldes con la mezcla, presionando bien para que quede compacta.
  3. Desmolda con cuidado y deja secar al aire entre 12 y 24 horas, dependiendo del tamaño.
  4. Una vez secas, decora las calaveritas con glasé de colores. Puedes usar manga pastelera o bolsas de plástico con un pequeño corte.

Las calaveritas de azúcar son más que un dulce tradicional. Son una manifestación de identidad cultural, un símbolo de resistencia y adaptación, y una forma dulce y amorosa de recordar que la muerte, lejos de ser temida, también puede celebrarse.