Emitido por el Sismológico Nacional informó que, en las primeras horas del día, se registraron varios sismos en diferentes regiones del país.
Los movimientos más notables tuvieron magnitudes entre 3.0 y 4.2 grados, que se consideran de baja a moderada intensidad y normalmente no provocan daños.
Uno de los temblores más fuertes ocurrió cerca de José Mariano Jiménez, Chihuahua, con magnitud 4.2 a una profundidad de 5 kilómetros. Otro sismo, de magnitud 3.9, se localizó al oeste de Pinotepa Nacional, Oaxaca. También se identificaron movimientos de magnitud 3.8 al sur de Chilpancingo, Guerrero, y al noroeste de Cintalapa, Chiapas.
Además, se presentaron temblores de magnitudes similares en áreas cercanas a Mapastepec, Chiapas; San Felipe, Baja California; y en otros puntos de San Luis Potosí y Baja California Sur.
Muchos sismos peqeños, con cifras entre 1.0 y 1.5 grados, se localizaron en las inmediaciones de San José del Cabo, Baja California Sur. Estos suelen ser imperceptibles por la población.
La profundidad de los sismos varió: algunos se registraron cerca de la superficie y otros a más de 120 kilómetros, lo que influye en la percepción del movimiento. Por ejemplo, los temblores registrados al noroeste de Cintalapa, Chiapas superaron los 130 kilómetros de profundidad.
En términos sencillos, varias zonas del país tuvieron temblores de baja magnitud la madrugada de este martes, pero ninguno fue de gran fuerza o con impacto significativo para la población.
El informe diario del Sismológico Nacional sirve para monitorear la actividad sísmica y mantener informada a la población sobre los pequeños terremotos que suceden regularmente.
México está ubicado en una zona sísmica, debido a que debajo del territorio nacional se encuentran cinco placas tectónicas: Caribe, Norteamérica, Pacífico, Rivera y Cocos. Por tal motivo, la interacción constante entre estas cinco placas ubican al país en una zona de alta sismicidad.