Pizza picante en horno, saludable, con higo y miel

La temporada de higos ofrece una oportunidad para preparar una pizza casera de higos y prosciutto acompañada de arúgula fresca y miel picante.

Esta receta equilibra sabores dulces y salados en una propuesta que puede adaptarse tanto para una cena entre semana como para una comida especial de fin de semana.

Para la base se requiere una masa de pizza lista para usar, disponible en la mayoría de los supermercados. El primer paso es llevar la masa a temperatura ambiente durante al menos media hora antes de estirarla. Esto facilita que la textura final logre una corteza más crujiente al hornearse.

Los ingredientes centrales de la receta son los higos frescos, que pueden cortarse en rodajas y en cuartos. Esta variedad de cortes aporta contraste visual y de textura.

También se emplea prosciutto di Parma, cortado en trozos pequeños, y mozzarella de baja humedad, rallada a mano para asegurar un fundido uniforme.

El preparado incluye además queso ricotta entero, que se distribuye en pequeñas porciones sobre la pizza. Como base, se extiende una mezcla de aceite de oliva extra virgen con ajo rallado sobre la masa, evitando el uso de salsa de tomate para dar protagonismo a los ingredientes principales.

La mozzarella rallada se mezcla previamente con orégano seco o condimento italiano antes de disponerla sobre la masa, distribuyendo a continuación los higos y el prosciutto.

Para la cocción, hornear la pizza a la temperatura máxima posible, preferentemente entre 245 °C y 260 °C (475-500 ℉), durante 12 a 15 minutos. El objetivo es que el borde adquiera un tono dorado sin resecar los ingredientes.

Al retirar la pizza del horno se recomienda añadir arúgula bebé por encima. Este vegetal entrega una nota fresca y picante al plato. El toque final consiste en verter miel picante directamente sobre la pizza, agregando un matiz picante y dulce.

Quienes prefieren un sabor más intenso pueden sumar hojuelas de chile seco.

The Bite With Jackie detalló algunas alternativas para modificar la receta si alguno de los ingredientes no está disponible fuera de temporada. La autora señala que “pueden utilizarse conservas de higo o mermelada de higo en vez de los higos frescos”. Otra opción es reemplazar el ricotta por queso de cabra, azul o gorgonzola.

La receta puede adaptarse a preferencias alimentarias eliminando el prosciutto o sustituyéndolo por alternativas como prosciutto de pato o cordero, o mortadela de res en lonchas muy finas. Esta versión permite mantener la textura y el sabor sin recurrir a carne de cerdo.

• Masa para pizza: 1 bola (aprox. 250-300 g)
• Higos frescos: 6 (de cualquier variedad), cortados en rodajas y cuartos
• Prosciutto di Parma: 80 g, troceado
• Mozzarella de baja humedad: 150 g, rallada a mano
• Ricotta entera: 120 g, en cucharaditas
• Aceite de oliva extra virgen: 2 cucharadas
• Ajo: 1 diente, rallado o picado finamente
• Orégano seco o condimento italiano: 1/2 cucharadita
• Rúcula bebé: 1 puñado generoso (aprox. 30 g)
• Miel picante: 2 cucharadas (al gusto)
• Sal y pimienta negra: al gusto
• Hojuelas de chile rojo seco (opcional): una pizca

La pizza de higos y prosciutto se sirve recién salida del horno y se sugiere acompañarla con una ensalada ligera. La mezcla de ingredientes se considera ideal para quienes buscan variedades fuera de las clásicas pizzas italianas.