La iglesia en Oaxaca que oculta una ciudad idéntica a Mitla

Investigadores del INAH hallan cámaras funerarias zapotecas bajo el Templo de la Natividad en Teotitlán del Valle

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El uso de radar y
El uso de radar y tomografía eléctrica permite identificar patrones arquitectónicos inéditos, fortaleciendo la hipótesis de una tumba familiar zapoteca bajo el templo, según expertos del INAH y la UNAM. FOTO: INAH

La presencia de piedras con relieves prehispánicos en la fachada y los muros del Templo de la Natividad en Teotitlán del Valle, Oaxaca, deja en claro que fue edificado sobre una pirámide del señorío zapoteca y ahora un grupo de arqueólogos busca tumbas prehispánicas justo debajo de esta iglesia.

Especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y la organización Archaeology Research and Exploration (ARX Project), buscan revelar la arquitectura oculta bajo el templo

En 1995, durante la ampliación de una calle trasera al templo, se halló un edificio con rasgos arquitectónicos propios de Mitla, como el talud y la modulación de tableros decorados con grecas.

Este hallazgo reforzó la hipótesis de que el templo católico se erigió sobre estructuras prehispánicas de gran relevancia.

Posteriormente, en 2019, la comunidad local y el Centro INAH Oaxaca, bajo la coordinación de Leobardo Pacheco Arias, responsable del Corredor Arqueológico del Valle de Tlacolula, restauraron el monumento correspondiente al periodo Posclásico Tardío (1440-1521 d.C.).

Técnicas geofísicas revelan estructuras prehispánicas
Técnicas geofísicas revelan estructuras prehispánicas ocultas en el subsuelo de un templo oaxaqueño FOTO: INAH

El equipo de investigación ha desarrollado dos fases de trabajo de campo. En la primera, se instalaron geófonos alrededor del centro sagrado de Belguie-Xiguie para captar señales sísmicas.

Cómo descubrieron las tumbas zapotecas

En la segunda, se empleó Radar de Penetración Terrestre (GPR) en la plaza municipal, el atrio y el interior de la nave de la iglesia, complementando estas acciones con mediciones de Tomografía de Resistividad Eléctrica tanto en el sitio arqueológico como en los alrededores del templo.

Las lecturas iniciales, dirigidas por Martín Cárdenas Soto y David Escobedo Zenil del Instituto de Geofísica de la UNAM, incluyeron la colocación de tres receptores sísmicos en la iglesia, el atrio y el sitio arqueológico.

Estas mediciones identificaron anomalías geofísicas que sugieren la posible existencia de estructuras enterradas o cámaras bajo el templo.

El uso de radar y
El uso de radar y tomografía eléctrica sugiere la existencia de una tumba zapoteca en Teotitlán del Valle FOTO: INAH

La segunda etapa, coordinada por Denisse Argote Espino de la Dirección de Estudios Arqueológicos del INAH, se centró en el área del huerto del conjunto religioso, donde se localiza el monumento prehispánico descubierto en 1995.

El uso del GPR permitió obtener imágenes más detalladas del subsuelo.

Según Argote, “considerando los resultados previos en Mitla, detectamos lo que podría ser una plaza rodeada por cuatro estructuras en cada eje. En el perfil de la tomografía, al centro de la plaza, entre los 3 y 5 metros de profundidad, observamos una geometría similar al patrón de las tumbas zapotecas: una entrada que parte de la superficie (quizá una escalinata o bajada en vertical), a la que sucede una galería dentro de la roca, en forma horizontal, cruzando la plaza de este a oeste”.

La arqueóloga añade que, “con base en ello y en los valores de resistividad, que indican que el relleno de este elemento es más poroso, proponemos como hipótesis la existencia de una tumba o cámaras funerarias, considerando que algunos de estos espacios son verdaderas criptas familiares de los antepasados zapotecos”.

Hasta el momento, no se ha documentado este tipo de arquitectura funeraria en Teotitlán del Valle, salvo en la parte alta del cerro Picacho o Xaquija, un referente esencial en la cosmogonía zapoteca, donde existen restos de lo que pudo ser una tumba cruciforme.

Argote concluye que la aplicación de métodos geofísicos no invasivos permite acceder a información profunda sobre los antiguos centros zapotecos de los Valles Centrales de Oaxaca, los cuales permanecen ocultos bajo la urbanización y aguardan futuras excavaciones específicas.