El pez poblano que desafía la ciencia: descubren acuario petrificado del Cretácico en México

Más de 300 fósiles, incluidos peces, reptiles y moluscos, han sido documentados en San José de Gracia, al sur de la capital poblana

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El fósil de Buapichthys gracilis
El fósil de Buapichthys gracilis aporta nueva perspectiva sobre la paleobiogeografía del Cretácico en América. FOTO: INAH

Hace 90 millones de años, el territorio que hoy es Puebla estaba sumergido en el gran Mar Interior, el cual era habitado por especies marinas que al paso del tiempo quedaron atrapadas en una especie de acuario petrificado.

Actualmente, en las profundidades del sur de la capital poblana, la roca de la cantera de San José de Gracia conserva fósiles marinos que representan la memoria de un vasto mar que cubrió la región durante el Cretácico.

Entre las capas fosilizadas de este antiguo acuario petrificado, investigadores identificaron recientemente una especie desconocida de pez, denominada Buapichthys gracilis.

Esta especie aporta una nueva perspectiva sobre la biodiversidad marina del pasado y el papel de México en la paleobiogeografía de esta era.

De acuerdo con los primeros
De acuerdo con los primeros estudios, esta especie tenía funciones en el ecosistema similares a las de la sardina actual - (Imagen Ilustrativa Infobae)

Cómo se descubrió el fósil de esta especie de pez en Puebla

El descubrimiento fue dado a conocer por el paleontólogo Carlos Castañeda Posadas, quien explicó que el Buapichthys gracilis representa el primer fósil de pez estudiado en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.

Castañeda Posadas señaló que este pez se ha identificado dentro de los Crossognathiformes, un grupo de esqueleto óseo o teleósteos, y es solo el segundo ejemplar de este orden registrado en Puebla.

El análisis realizado por Carlos Iván Medina Castañeda, estudiante de maestría en Ciencias, en colaboración con el investigador Kleyton Magno Cantalice Severiano del Instituto de Geología de la UNAM, determinó que el pez presentaba diferencias morfológicas notables.

El descubrimiento redefine la distribución
El descubrimiento redefine la distribución de peces cretácicos y destaca la riqueza paleontológica de México. FOTO: INAH

“Las formas del Buapichthys gracilis, en un 30 o 40 por ciento, son distintas a las de otros representantes del grupo: destacan un cuerpo pequeño y alargado, un cráneo alargado y no triangular, y una aleta dorsal que no llega hasta la cola”, puntualizó Castañeda Posadas.

De acuerdo con los resultados publicados en la revista científica Cretaceous Research (número 166, este año), el Buapichthys gracilis habría ocupado en ese antiguo mar un nicho ecológico semejante al de las actuales sardinas, lo que sugiere que la cantera de San José de Gracia antaño correspondía a una playa abierta, a diferencia de otros yacimientos como Tlayúa, más al oeste, catalogado como una cuenca marina cerrada.

Castañeda Posadas precisó que actualmente se reconocen 40 localidades del Cretácico con hallazgos fósiles en México, de las cuales, tres se ubican en Puebla.

En la región, el sitio más estudiado ha sido Tlayúa, caracterizado por peces fósiles de 120 millones de años.

Otro punto relevante es Huehuetla, cerca de Veracruz, con fósiles que alcanzan los 90 millones de años, donde se encontró al primer Crossognathiformes mexicano.

Aunque San José de Gracia ya era conocida por reportes previos de peces fósiles y bivalvos, la investigación sistemática en esta cantera inició en 2010, a raíz de expediciones dirigidas por paleontólogos como Jesús Alvarado (UNAM), Luis Garibay Romero (Universidad Autónoma de Guerrero) y el propio Castañeda Posadas.

El equipo catalogó una abundancia singular de hallazgos: en los 20 mil metros cuadrados del yacimiento, se documentaron más de 300 fósiles que incluyen estrellas de mar, cangrejos, moluscos, reptiles marinos y una variada representación de peces teleósteos.

El descubrimiento de Buapichthys gracilis implica también una revisión en la distribución tradicional de los peces cretácicos, pues “al registrar taxones desconocidos, cambian los sitios que se consideraban exclusivos de origen y distribución, que estaban centrados principalmente en Estados Unidos. Ahora, el territorio poblano se reconoce como un punto de origen de especies como el pez Buapichthys gracilis”, afirmó Castañeda Posadas.