¿Por qué tres investigadores ganaron el Nobel de Medicina? La UNAM lo explica

El descubrimiento de las células T reguladoras transformó el estudio y tratamiento de enfermedades autoinmunes, señala la UNAM tras el anuncio desde Suecia

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El Dr. José Luis Maravillas,
El Dr. José Luis Maravillas, del Instituto de Biotecnología de la UNAM, explica el impacto de las células T reguladoras en una entrevista para UNAM Global. (Adobe Stock).

El Premio Nobel de Fisiología o Medicina 2025 fue entregado en Estocolmo a Mary E. Brunkow (Institute for Systems Biology, Estados Unidos), Fred Ramsdell (Sonoma Biotherapeutics, Estados Unidos) y Shimon Sakaguchi (Universidad de Osaka, Japón) por haber develado la base de la tolerancia inmunológica periférica, un mecanismo esencial que impide que el sistema inmune ataque los tejidos del propio organismo. El hallazgo representa un punto de inflexión para la comprensión de enfermedades autoinmunes y para el potencial desarrollo de nuevas terapias inmunológicas, según explicó la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en un análisis difundido por UNAM Global tras el anuncio del Nobel.

El Dr. José Luis Maravillas, especialista del Instituto de Biotecnología de la UNAM y actual prosecretario de la Sociedad Mexicana de Inmunología, afirmó en entrevista: “Nuestro sistema inmunológico está diseñado para defendernos contra virus, bacterias y otros agentes que pueden enfermarnos. Pero para hacerlo bien necesita distinguir con precisión entre lo que es propio del cuerpo y lo que es ajeno. Esa capacidad de tolerar lo propio es vital. Cuando falla, pueden surgir enfermedades autoinmunes.”

Células T reguladoras, el freno biológico de la autoinmunidad

La clave del trabajo realizado por Sakaguchi, Brunkow y Ramsdell radica en el descubrimiento y caracterización de las células T reguladoras (Treg). En la década de 1990, Shimon Sakaguchi describió la función de los linfocitos T CD4⁺CD25⁺ como supresores de la respuesta inmune. Más tarde, Mary Brunkow y Fred Ramsdell identificaron el papel del gen FOXP3 como esencial para el desarrollo de esta clase de linfocitos. Sin FOXP3, los linfocitos T pierden la capacidad de controlar la actividad inmunológica y se convierten en agentes protagonistas de fenómenos inflamatorios crónicos y procesos de autoinmunidad.

De acuerdo con el Dr. Maravillas, “estas células T reguladoras apagan procesos inflamatorios que podrían dañar tejidos sanos. De ahí su nombre: regulan el sistema inmune para evitar que nos ataque a nosotros mismos”. Las células T, producidas en la médula ósea y maduras en el timo, se dividen en subtipos: citotóxicas, colaboradoras y, como mostraron estos científicos, reguladoras que ejercen una función de “freno” natural para evitar respuestas autoinmunes.

Nobel de Medicina: Brunkow, Ramsdell
Nobel de Medicina: Brunkow, Ramsdell y Sakaguchi abren nuevas vías para terapias inmunológicas.

Un cambio de paradigma en inmunología

Hasta hace tres décadas, la tolerancia inmunológica se explicaba principalmente por los procesos de selección y educación de linfocitos en el timo. El avance por el que el Comité Nobel otorgó el reconocimiento muestra que la tolerancia no depende solo del timo, sino también de mecanismos activos en la periferia del organismo humano. Allí, las T reguladoras y otros elementos —como la anergia, la eliminación clonal o las dendríticas tolerogénicas— mantienen la supresión de respuestas autoinmunes durante toda la vida. Esto, según la UNAM, ha transformado el abordaje científico de enfermedades como la esclerosis múltiple, el lupus o la artritis reumatoide.

El Dr. Maravillas puntualizó para UNAM Global: “Cambió completamente nuestra visión sobre cómo se educan y regulan las células T. Se pensaba que el entrenamiento ocurría solo en el timo, pero ahora sabemos que hay un control activo y permanente en la periferia”.

El hallazgo abre potenciales terapéuticos innovadores

El impacto del Nobel 2025 va más allá de la inmunología básica: ha influido directamente en la búsqueda de nuevas terapias inmunológicas. Según detalló UNAM Global, las T reguladoras pueden proteger contra las enfermedades autoinmunes, pero un exceso de su acción permite que algunos tumores eludan la respuesta inmunitaria del cuerpo. Estas células, por lo tanto, constituyen tanto una barrera como una estrategia clínica que ahora está en revisión a escala internacional.

El Dr. Maravillas añadió que los tratamientos con linfocitos CAR-T, que modifican genéticamente los linfocitos T para atacar células tumorales, ya comienzan a emplearse en Estados Unidos y el desarrollo avanza en México, donde grupos de la UNAM exploran proyectos en inmunoterapia celular y estudios preclínicos para modular los linfocitos T y B.

Anuncio del Premio Nobel de
Anuncio del Premio Nobel de Medicina 2025 en Estocolmo; la tolerancia inmunológica periférica, protagonista en medicina mundial. TT News Agency/Claudio Bresciani via REUTERS ATENCIÓN EDITORES - ESTA IMAGEN FUE PROPORCIONADA POR TERCEROS. SUECIA FUERA. PROHIBIDA LA VENTA COMERCIAL O EDITORIAL EN SUECIA.

Ciencia mexicana en la frontera del conocimiento

El artículo de UNAM Global subrayó que en México existen equipos de investigación, como el encabezado por la Dra. Gloria Soldevila en la propia UNAM, que exploran nuevas aplicaciones del uso de T reguladoras aloespecíficas para trasplante y control de inflamación. Por su parte, el laboratorio del Dr. Maravillas estudia células B reguladoras en lupus y miopatías inflamatorias, para determinar su potencial como biomarcadores clínicos y posibles agentes terapéuticos futuros.

Respecto a los desafíos nacionales, el Dr. Maravillas indicó: “Nos falta apoyo. El talento y el conocimiento están, lo vimos hace unos días en el Congreso Nacional de Inmunología. Pero los desarrollos en inmunoterapia y terapias celulares son costosos. Se requiere inversión constante”.

La comunidad de inmunología mexicana, de acuerdo con UNAM Global, mantiene proyectos conjuntos con instituciones nacionales y organismos gubernamentales, a la espera de mayores recursos para consolidar investigaciones que lleven la frontera del conocimiento médico a un siguiente nivel.

La Academia Sueca, al premiar este descubrimiento sobre la tolerancia inmunológica periférica, destacó la importancia de la ciencia básica para la creación de soluciones clínicas innovadoras, sentando nuevas bases para el tratamiento de enfermedades autoinmunes y oncológicas en el mundo.