Cuántos años puedes dejar de trabajar sin perder tu pensión IMSS

Un cálculo específico marca la diferencia entre acceder a un ingreso o quedar fuera del sistema de retiro

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Dejar de trabajar no implica perder de inmediato el derecho a la pensión IMSS, pero existe un periodo límite para conservar ese beneficio. La duración de este periodo depende tanto del tiempo que el trabajador haya cotizado como del régimen legal bajo el cual se encuentre afiliado.

Comprender estos plazos y requisitos resulta esencial para quienes planean una pausa laboral o enfrentan desempleo, ya que de ello depende la seguridad de su retiro y la protección de sus familias.

Las semanas cotizadas ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) no se eliminan aunque transcurran años sin realizar aportaciones. El historial de cotizaciones permanece registrado durante toda la vida laboral, lo que permite que, al reincorporarse a un empleo formal, las nuevas semanas se sumen a las ya acumuladas.

Esta característica brinda tranquilidad a quienes han tenido periodos de inactividad, pues sus aportaciones previas siguen vigentes para efectos de retiro y prestaciones. Sin embargo, para acceder a una pensión, no basta con conservar las semanas; es indispensable cumplir con un mínimo de cotizaciones y respetar los plazos de conservación de derechos.

Conservación de derechos y tiempo máximo sin cotizar

El tiempo máximo que una persona puede dejar de trabajar sin perder el derecho a pensionarse se determina por la llamada conservación de derechos.

Según la normativa, los asegurados mantienen sus derechos para pensionarse por Invalidez, Vejez, Cesantía en Edad Avanzada y muerte durante un periodo igual a la cuarta parte del tiempo que hayan cotizado, contado a partir de la fecha en que causaron baja.

Por ejemplo, si un trabajador acumuló 20 años de cotizaciones, podrá conservar su derecho a pensión durante 5 años después de dejar de trabajar. Si en ese lapso no reanuda sus aportaciones, corre el riesgo de perder el acceso a la pensión, aunque las semanas sigan registradas en su historial.

Crédito: Jesús Avilés/Infobae México
Crédito: Jesús Avilés/Infobae México

Casos especiales y proceso para solicitar la pensión

Existen situaciones especiales que modifican la aplicación de estas reglas. Los pensionados que deciden reincorporarse al trabajo deben notificar formalmente al IMSS; de lo contrario, su pensión puede cancelarse automáticamente al detectarse un nuevo ingreso. Además, la llamada modalidad 40 permite a quienes han dejado de cotizar continuar aportando de manera voluntaria para incrementar sus semanas y el monto de su pensión. En casos de invalidez, la ley contempla prestaciones como pensión temporal o definitiva, asistencia médica, asignaciones familiares y ayuda asistencial, siempre que se cumplan los requisitos establecidos.

Para quienes cumplen con las semanas y la edad requeridas, el proceso para solicitar la pensión implica presentarse en la clínica de adscripción del IMSS con la documentación necesaria, como el acta de nacimiento y la hoja de baja. Es fundamental verificar que se mantiene la conservación de derechos y que se han cubierto los requisitos mínimos antes de iniciar el trámite.

A lo largo de la vida laboral, el IMSS resguarda el historial de semanas cotizadas, lo que permite que los trabajadores mantengan la posibilidad de acceder a una pensión, incluso tras periodos de inactividad, siempre que respeten los plazos y requisitos establecidos por la ley.