Padece cáncer, buscó a su madre biológica en redes, la encontró pero la verdad y la incertidumbre fueron más dolorosas

Isaías Peña, joven de Pachuca con osteosarcoma, recurrió a Facebook para buscar a su madre biológica con la esperanza de encontrar no sólo a un donador compatible de médula ósea, si no también a su mamá

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Con 32 años, Isaías recurre
Con 32 años, Isaías recurre a redes sociales para encontrar a su madre biológica y resolver la incógnita de su origen en medio de su enfermedad. REUTERS/Dado Ruvic/Ilustración

Isaías peña tiene 32 años y enfrenta una de las batallas más duras de su vida: un osteosarcoma osteoblástico, un cáncer que deteriora sus huesos y tejidos blandos, y que sin un trasplante de médula ósea podría consumirlo en menos de dos años. Ante la urgencia, recurrió a un camino inesperado: publicó en un grupo de Facebook con la esperanza de encontrar a su madre biológica, pues quién mejor y más compatible que ella para donarle su médula. Ya que había buscado previamente a un donante pero requería un pago de consideración.

Lo que comenzó como una búsqueda personal en redes sociales se convirtió en una historia de solidaridad, desencuentros familiares y un giro inesperado que marcó su destino para bien aunque tuviera que descubriri una dolorosa verdad.

Una búsqueda en redes

En entrevista con Infobae México, Isaías explicó que decidió publicar su caso porque, tras haber encontrado a un donador compatible hasta en un 70%, éste le pedía una compensación económica elevada para su situación actual: 40 mil pesos en efectivo y su motocicleta, vehículo con el que se trasladaba diariamente a sus tratamientos.

“Trabajo, pero no puedo trabajar al 100% por los dolores. Y en 20 días no juntaba el dinero. Conversando con mi hermana, que a fungido como mi madrina de bautizo, me entrega unas fotos y en ellas aparece esa señora que responde al nombre de Isabel, a lo cuál al preguntar quién era me dicen que ella es mi mamá, mi mamá biológica. Por eso me animé a buscarla pensando que quizá ella podía ayudarme a ser donadora”, relató.

El hombre compartió fotos de
El hombre compartió fotos de él en facebook de cuando era bebé. (Facebook)

La publicación se viralizó rápidamente y muchos usuarios señalaron a una mujer de Pachuca “descubriendo que trabaja en galerías y que posiblemente sería su madre”. Isaías la contactó ese mismo día pero ella negó ser la persona a quien buscaba, al día siguiente por el peso de las redes y al ser señalada lo buscó para pedir que bajara la publicacion por que no era ella.

Recado que dejó en esa casa con Reyna, hermana adoptiva que ahí vive, pues él no estaba, a lo que él mal entendió “como burla y cinismo”, pero pronto confirmó que no era ella. La señora de Galerias no era su mamá. Sin embargo en las redes los usuarios comenzaron a insultar a esa señora señalada tildándola como ”hiena”, sin saber que en realidad no era la mujer que buscaba, confundiéndola con la mujer de las fotos, siendo esta una coicidencia por su parecido.

Pero así como él la encontró, su verdadera madre biológica lo buscó y logró contactarlo para contarle la triste realidad.

La enfermedad que lo cambió todo

El joven pachuqueño detalló que su enfermedad ha avanzado con rapidez: “El osteosarcoma me desgasta los huesos, el tejido blando. Con las quimios y radioterapias me estoy agotando. Sin el trasplante, la enfermedad me consume en dos años”, explicó.

Cáncer de huesos (AdobeStock)
Cáncer de huesos (AdobeStock)

Los médicos ya le habían realizado radiaciones para intentar reducir el tumor, que estaba alojado en su costilla, pero al estar demasiado desarrollado, la única opción era extirpar la costilla. El problema es que el cáncer también había avanzado hacia la primer falange del dedo meñique y ala pierna derecha.

“Me dijeron: hay que buscar un donador. Y ahí salió la duda: ¿con quién? si yo soy ajeno a esta familia. Por la edad de mi mamá, no creo ser de su sangre, no creo que me haya tenido a los 55 años", recordó.

Fue entonces cuando Isaías enfrentó una verdad difícil de asimilar: la mujer que lo crió desde pequeño no era su madre biológica. El avanzado estado de su edad más otras enfermedades han hecho que ya no lo recuerde al verlo, pues cuando la visita le pregunta. ¿Y tú quien eres? Lo que en otro sentido él mismo de ha preguntado desde hace años.

La verdad sobre su origen

Tras descubrir que la mujer (Isabel Peñaloza), a quien varios internautas señalaban, no era su madre biológica, su verdadera madre, quien no vive en la entidad, le llamó pocos días después y recibiendo una confesión dolorosa: ella le explicó que él fue producto de una violación que sufrió en su juventud.

“Me dijo: ‘No te guardo rencor, pero todos mis fantasmas venían a ti’. Por eso nunca me buscó”, relató Isaías con voz entrecortada.

La inversión de 650 millones
La inversión de 650 millones de libras en investigación genómica busca impulsar la medicina personalizada en el NHS (Imagen Ilustrativa Infobae)

El origen de su adopción también fue complejo. Su madre llegó embarazada al Hospital General de Pachuca en situación de calle. El hijo de la pareja que terminó criándolo se hizo pasar por su padre biológico y lo entregaron a esa familia.

“Yo siempre lo conocí como mi hermano, aunque después cayó en el alcoholismo y falleció en 2010”, agregó.

La mujer no pudo ofrecerle la ayuda que él esperaba, pero su búsqueda había sido positiva y escuchada por una alma.

Un ángel inesperado

Poco después, otra persona de entre tantas que lo quisieron ayudar se contactó con él. La describe como una alma generosa, que decidió conocer su caso y así ayudarlo económicamente, tras comprobar que no mentía al constatar sus exámenes médicos.

“Me dijo: ‘¿Qué es lo que te hace falta?’. Yo le expliqué que el tratamiento estaba cubierto, pero necesitaba un donador de medula o si seguia mis planes ya tenía el donador y sólo faltaba completar lo que pedía el donador. Gasto que quise ahorrar al buscar a mi mamá biológica. Pero esta persona generosa me dijo: ‘yo te completo’“. Y le aportó económicamente, contó conmovido ya que es una situación de vida o muerte.

La fuerza de una familia elegida

Isaías también habló de su vida personal. Se convirtió en padre a los 15 años y desde entonces enfrentó responsabilidades tempranas. Hoy vive con su esposa— y juntos han luchado contra las dificultades tanto económicas y de salud.

“Ella me ha apoyado como no tienen idea. A veces no tenemos ni para la comida, pero no me deja solo”, afirmó.

El joven reconoce que su historia es dolorosa, pero también representa un cierre: “Ya sé de dónde vengo, aunque no haya sido la respuesta que esperaba”.

Una historia de fe y resistencia

Aunque su salud sigue en riesgo, Isaías agradece que, gracias a la solidaridad, pudo avanzar en su tratamiento.

“No estoy pidiendo más ayuda económica porque ya estoy completo. No quiero lucrar con mi enfermedad. Sólo quería encontrar ayuda de mi mamá y aún que no fue posible encontré el impulso para iniciar todo sin contratiempos”, aseguró.

Hoy, con su futuro aún incierto, se aferra a la esperanza de que el trasplante le permita seguir viviendo. Su caso recuerda la importancia de la empatía en tiempos donde una publicación en redes puede transformar vidas.

Ese gesto marcó un antes y un después en su vida. Una persona que no lo conocía estuvo dispuesta a ayudarlo sin cuestionamientos, lo que regresa la esperanza en la generosidad que a veces viene de forma inesperada y de quien menos creemos.

“Si yo estuviera mintiendo, esto no me pasaría, la ayuda de esa alma que me contactó. Un día que estaba desesperado me acerqué a La Villita de aquí en Pachuca y le pedí a Dios que me ayudara y me respondió porque a las pocas horas, la persona que me ayudó económicamente me llamó. Esa fue es la que me sostiene”, evocó Isaías Peña, con la fe puesta en que la ciencia y la solidaridad le den una segunda oportunidad.

Entre la esperanza y el dolor

A pesar del alivio momentáneo, Isaías sabe que su camino apenas comienza. En los próximos días iniciará un nuevo ciclo de quimioterapia y radioterapia, mientras se prepara para la transfusión de médula ósea.

“El trasplante me dará un par de años más y espero mejorar mi de calidad de vida. Ahorita sí camino, me valgo por mí mismo, pero son dolores tremendos. La presión arterial se me dispara y a veces me orillo a dormir por que me vence el sueño, no por flojo, si no por los medicamentos y desvelos”, confesó.

Su vida cotidiana, marcada por el trabajo y el esfuerzo, se ha visto afectada por las limitaciones físicas que le impone la enfermedad. Aun así, no pierde la fe.