“Vámonos, mamá”: Elena Poniatowska recuerda cómo vivió con su hija el terremoto del 85 en la CDMX

Este 2025 se cumplen 40 años de la tragedia que dejó en ruinas la capital del país

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(Zurisaddai González/Infobae)
(Zurisaddai González/Infobae)

Este 19 de septiembre de 2025 se cumplen 40 años del terremoto que transformó la Ciudad de México en 1985. Entre las voces que aún resuenan de aquel día, destaca la de Elena Poniatowska, escritora y cronista, quien durante una charla en el Centro Cultural Universitario de Tlatelolco recordó los momentos de miedo, solidaridad y resistencia que vivió junto a su hija pequeña.

Una crónica de voces y memorias

Durante el evento, Poniatowska leyó fragmentos de una crónica sobre el terremoto, combinando pasajes de su libro Nada, nadie: las voces del temblor. Con voz pausada, evocó escenas de caos y humanidad en las calles de la capital:

“Los que nos enseñaron a levantarnos fueron los que están en la calle, los que trabajan en la calle, los que tienen coraje y tienen valor y saben indignarse”.

(EFE/Sáshenka Gutiérrez)
(EFE/Sáshenka Gutiérrez)

Para la escritora, es vital que los aprendizajes del pasado no se pasen por alto, sobre todo para estar preparados ante futuros sismos:

“No olvidar que a pesar de los años que han transcurrido desde el terremoto, nosotros sabemos que podemos salvarnos por nosotros mismos y sabemos que si hay un nuevo sismo tendremos un sistema (...) y que durante un sismo haremos lo mismo que en esta época que fue de resistencia y de valor, de resistencia al sismo, de reconstrucción y finalmente de amor por los demás.”

Cada frase resonó entre los asistentes, recordando la fuerza colectiva y la resiliencia que surgió en medio del desastre.

Vivir el sismo como madre

En la charla, Poniatowska también recordó una mirada íntima de aquel día desde la perspectiva de su perspectiva como madre:

MÉXICO, D.F., 18SEPTIEMBRE2011.- El 19
MÉXICO, D.F., 18SEPTIEMBRE2011.- El 19 de septiembre de 1985, un minuto y medio bastó para que los capitalinos descubrieran las condiciones en que se encontraban las construcciones del Distrito Federal, entidad que resultó más afectada por el terremoto. FOTO: PEDRO VALTIERRA/CUARTOSCURO.COM

“En ese momento yo tenía una hija chiquita e íbamos caminando por todo Álvaro Obregón donde no había tanto desastre, luego fuimos caminando al centro y me decía: ‘Ya no, mamá, ya no, ya vámonos’...”

Aun así, la escritora recordó cómo la solidaridad ciudadana permitió organizar centros de información para abastecer insumos básicos.

“Se hicieron además centros de información para que se supiera donde había mayor necesidad de agua, comida, pañales, yo pensé que no lo iba a hacer, así como se volteó el Nuevo León sobre sí mismo, hubo un volteón de la sociedad mexicana”.

Estas palabras reflejan que, incluso en medio del miedo, surgió la capacidad de actuar, ayudar y protegerse mutuamente, lecciones que siguen vigentes cuatro décadas después.

(foto: @DTanates/X)
(foto: @DTanates/X)

Reflexión a 40 años

Poniatowska destacó los cambios sociales que el sismo dejó en la ciudad y cómo, incluso en el 85, la solidaridad trascendió las diferencias:

“Desde luego sí han habido mejorías, mejor conciencia social y han habido un intercambio importante porque las señoras ricas de las Lomas bajaron en sus automóviles y mandaron a sus choferes, mandaron comida y agua, desde un principio, una sociedad... yo las oía que decía, nunca había andado por estos rumbos”.

Terremoto 1985 (Foto: gobierno de
Terremoto 1985 (Foto: gobierno de México)

Los verdaderos héroes, según la escritora, fueron los estudiantes y las personas comunes, así como las mujeres que trabajaron en hospitales y atendieron a los afectados:

“Ese fue uno de los cambios favorables, para mí los que fueron héroes fueron los estudiantes y la gente más grandes. En los hospitales como se recibía a la gente, en los hospitales públicos había solidaridad lo noté mucho en las mujeres en las enfermeras y las jóvenes”.