INAH y UNAM desarrollan sistema pionero para conservar pelotas olmecas de 3 mil 600 años

El hallazgo de las pelotas formó parte de una excavación que también descubrió bustos de madera, hachas de piedra y restos humanos

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El equipo multidisciplinario del INAH,
El equipo multidisciplinario del INAH, UNAM y Universidad Veracruzana desarrolla un sistema innovador para conservar 14 pelotas de hule mesoamericanas, las más antiguas conocidas (INAH)

Un equipo multidisciplinario de investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y la Universidad Veracruzana trabaja en el diseño de un innovador sistema de conservación para frenar el deterioro de 14 pelotas de hule mesoamericanas, consideradas las más antiguas conocidas hasta la fecha.

Las piezas fueron halladas en 1988 al pie del cerro El Manatí, al sur de Veracruz, y se estima que tienen una antigüedad de entre 3,200 y 3,600 años.

El valor arqueológico de estos objetos es incalculable por la información que aportan sobre el origen y la evolución del juego de pelota en Mesoamérica, según explicó María del Pilar Ponce Jiménez, investigadora del Centro INAH Veracruz y titular del proyecto.

La clave de este proyecto

Estas pelotas eran utilizadas para
Estas pelotas eran utilizadas para el juego de pelota en toda Mesoamérica (INAH)

El equipo científico propone ahora la creación de guardas anóxicas, es decir, sistemas de almacenamiento con atmósferas sin oxígeno, para desacelerar el proceso de degradación natural de estas piezas, elaboradas con caucho obtenido de la planta Castilla elástica, común en las regiones tropicales de Mesoamérica.

Cada pelota varía en tamaño y peso, con diámetros que van de 4.9 a 33 centímetros y pesos de 180 gramos a 4.8 kilogramos, lo que sugiere técnicas de manufactura aún no identificadas.

Por su cronología, se les atribuye una filiación olmeca y se les vincula al periodo Preclásico Inferior (1600–900 a.C.), etapa temprana del desarrollo de las grandes culturas mesoamericanas.

Además del sistema de conservación, el proyecto busca generar un registro digital detallado de las pelotas mediante técnicas de fotogrametría, con el fin de documentarlas y facilitar su futura exhibición en recintos como el Museo Nacional de Antropología o el Museo de Antropología de Xalapa.

Un proyecto en evolución desde hace casi dos décadas

El material de estas pelotas
El material de estas pelotas es sumamenmte antiguo, ya se producía en 1600 a.C. (Daniel Lobo/ Wikimedia Commons)

La preservación de estas piezas ha sido un reto constante desde su descubrimiento. Entre 2007 y 2013 se realizaron los primeros experimentos con atmósferas controladas, así como estudios microclimáticos, microbiológicos y de rayos X.

Entre 2014 y 2019, con el apoyo del Laboratorio CODICE del INAH, se profundizó el análisis usando herramientas como espectroscopía infrarroja, microscopía digital y pruebas de envejecimiento acelerado.

Desde 2020, el proyecto ha contado con la colaboración del Laboratorio Nacional de Ciencias para la Investigación y la Conservación del Patrimonio Cultural, de la UNAM, donde se han desarrollado soluciones más precisas para el resguardo a largo plazo de las pelotas.

En la actualidad, los 14 objetos se encuentran bajo custodia del Centro INAH Veracruz, en condiciones controladas de temperatura y humedad. El INAH también busca apoyo financiero adicional a través de su Unidad de Procuración de Fondos, con el objetivo de consolidar este esfuerzo de conservación pionero.

El hallazgo de las pelotas fue parte de una excavación arqueológica más amplia que también reveló bustos antropomorfos de madera, hachas de piedra, madejas de hule y restos humanos, lo que apunta al carácter ritual del sitio de El Manatí, considerado uno de los más enigmáticos del sur de Veracruz.