¿Adiós a la carne? Por qué hay que consultar a un especialista al cambiar hábitos alimenticios

El sector salud, desde hace casi 14 años, recomendó la inclusión de proteína animal en la dieta diaria de todos los grupos de la población

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Dejar de comer carne. Screenshot
Dejar de comer carne. Screenshot https://hablamosdelibros.es/ Cómo dejar de comer carne/Stephanie Romine

En los últimos años, las dietas vegetarianas, lacto ovo vegetarianas y veganas, sin consumo de carne, han ganado terreno en México y en el mundo.

Ya sea por moda o estilo de vida, cada vez más personas deciden reducir o eliminar el consumo de proteína animal, motivadas por razones éticas, ambientales o de salud.

El exhorto

No obstante, especialistas advierten que tomar esta decisión sin la orientación adecuada de un profesional de la salud puede generar serios riesgos nutricionales, especialmente en poblaciones vulnerables como niños, adolescentes y mujeres embarazadas.

De acuerdo con el Consejo Mexicano de la Carne (COMECARNE), retirar por completo los alimentos de origen animal de la dieta puede provocar deficiencias de micronutrientes esenciales, entre ellos hierro, zinc y vitamina B12. Estos nutrientes cumplen un papel fundamental en el desarrollo neurológico, la producción de glóbulos rojos y el sistema inmune. Su carencia, señalan expertos, se ha relacionado con casos de anemia, fatiga crónica e incluso retrasos en el crecimiento infantil.

Recetas fáciles para preparar en
Recetas fáciles para preparar en una sola sartén (Adobe Stock)

En México, la Norma Oficial Mexicana (NOM) de orientación alimentaria, alineada con las recomendaciones de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), reconoce la importancia de la proteína de origen animal como parte de una dieta equilibrada. Aunque las dietas vegetarianas y veganas pueden ser saludables si están bien planificadas, la evidencia científica respalda la necesidad de un acompañamiento médico y, en muchos casos, de suplementación para cubrir los requerimientos nutricionales diarios.

Minimizar riesgos

Casos documentados, refiere el organismo, han mostrado que la eliminación total de la carne, sin asesoría médica, ha derivado en complicaciones graves. Niños en etapa escolar han presentado problemas de concentración y desarrollo por falta de vitamina B12, mientras que adultos que optaron por cambios dietéticos drásticos reportaron pérdida de masa muscular y disminución en sus niveles de energía.

No se trata de satanizar las dietas basadas en plantas, sino de comprender que cada organismo tiene necesidades específicas. Por lo que antes de tomar la decisión de dejar la carne, es fundamental:

  • Realizarse un chequeo clínico.
  • Revisar el estado nutricional de la persona.
  • Establecer un plan alimenticio que asegure el aporte de proteínas de alta calidad.
  • Vigilar los niveles de hierro y vitaminas a través de análisis periódicos.

El debate sobre el consumo de carne suele estar acompañado de factores culturales y sociales, pero la prioridad debe ser siempre la salud. Dejar fuera de la dieta un grupo completo de alimentos implica ajustes importantes que no deben hacerse de manera improvisada.

En este sentido, la evidencia apunta a que la decisión de decir “adiós a la carne” debe ir de la mano de la supervisión médica. Solo así es posible minimizar los riesgos y garantizar que la transición hacia un nuevo esquema alimentario se realice de forma segura y responsable.