Lyn May revela que exhumó el cuerpo de su esposo tras fallecer de cáncer y durmió con el cadáver

La sinceridad de la vedette al compartir vivencias personales la ha convertido en una figura única en el espectáculo mexicano

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Su familia comenzó a preocuparse
Su familia comenzó a preocuparse por su salud mental tras este episodio. (Lyn May)

El dolor por la pérdida de un ser querido puede llevar a decisiones inesperadas. Así lo reveló Lyn May, la reconocida vedette mexicana, al confesar que desenterró a su esposo Antonio Chi-Xuo tras su fallecimiento. Impulsada por la imposibilidad de superar el duelo, la artista relató que convivió con el cuerpo de su pareja durante varios días, en un episodio que ha generado conmoción y empatía entre sus seguidores.

En una conversación dentro del podcast ‘Creepypastas Everywhere’, Lyn May compartió detalles sobre este episodio ocurrido en 2008, tras la muerte de Chi-Xuo a causa de cáncer de próstata.

Según su testimonio, la desesperación por la ausencia la llevó a pagar en el cementerio para que exhumaran el cuerpo apenas un día después del entierro. La vedette explicó que, al llevarlo a casa, el cuerpo ya se encontraba vacío y no representaba riesgos sanitarios. Durante cuatro días, Lyn May durmió junto a su esposo y lo abrazó, buscando consuelo en medio de la pérdida. “Dormía con él, lo abrazaba”, confesó, describiendo la intensidad de su dolor y el anhelo de volver a estar a su lado.

La reacción de la familia de la artista no se hizo esperar. La presencia del cuerpo en el domicilio generó preocupación entre sus allegados, quienes llegaron a pensar que Lyn May había perdido la razón. Fue su madre quien intervino y le aconsejó devolver el cuerpo al cementerio, advirtiéndole que no podría conservarlo por mucho tiempo. Finalmente, la vedette accedió y regresó los restos de su esposo al camposanto, cerrando así uno de los capítulos más difíciles de su vida.

La vedette mexicana se sinceró sobre el dolor que le causó la muerte de su pareja. Crédito: YouTube Creepypastas Everywhere

Una vida complicada

A lo largo de su vida, Lyn May ha contraído matrimonio en tres ocasiones. Su primer enlace ocurrió cuando tenía 16 años, en circunstancias que describió como forzadas, con un hombre 26 años mayor y padre de sus dos hijas mayores. Posteriormente, se casó con Antonio Chi-Xuo, cuya muerte en 2008 la sumió en el duelo que motivó la confesión reciente. Su tercer matrimonio fue con el productor Guillermo Calderón Stell, relación que inició entre 2009 y 2010 y que concluyó en 2012 con una nueva viudez.

Más allá de sus matrimonios, Lyn May ha sido protagonista de romances con figuras emblemáticas del espectáculo mexicano. Sobre Juan Gabriel, la vedette aseguró haber sido su mentora en la intimidad, afirmando: “Era buen amante, bueno, le enseñé yo, mi amor. Todo le enseñé yo, él no sabía nada, era un chamaco... no sabía nada de mover la lengua”.

En cuanto a Tin Tan, recordó que “era un poquito brusco para hacer el sexo” y la “dejaba toda moreteada”, aunque lo consideró uno de sus mejores amantes. La relación con Vicente Fernández también formó parte de sus relatos, aunque prefirió no entrar en detalles por respeto, limitándose a señalar que “todos sabíamos que era ojo alegre y que teníamos relaciones, con algunas compañeras, no solamente yo, y trabajando juntos, imagínate”.

Durante la época más prolífera
Durante la época más prolífera de su carrera, se mencionó que tuvo romances con importante figuras del entretenimiento en nuestro país. (@lyn_may_, @_vicentefdez, Rocío Dúrcal, FB)

En años recientes, la vida amorosa de Lyn May volvió a ser noticia cuando en 2021 anunció su matrimonio con el cantante Markos D1 y la expectativa de gemelos, aunque este vínculo terminó poco después. Además, circulan rumores sobre un presunto romance con un presidente de México, identificado por algunos como José López Portillo, aunque la vedette nunca ha confirmado públicamente esta relación.

La franqueza con la que Lyn May comparte episodios personales, sumada a su extensa carrera en el cine y la televisión, la han consolidado como una figura audaz y carismática en el espectáculo mexicano. Su disposición a hablar abiertamente sobre sus vivencias, tanto en el amor como en el dolor, refuerza su estatus como una personalidad única y perdurable en la cultura popular del país.