Cuántas veces al día puedes tomar semillas de moringa y quiénes no deberían hacerlo

Esta planta puede aprovecharse completamente en té o suplemento

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 - (Imagen Ilustrativa Infobae)
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La moringa se distingue por la posibilidad de consumir prácticamente todas sus partes: desde las hojas y la corteza, hasta las semillas y la raíz. No obstante, la presentación más habitual es a través de las hojas, ya sea frescas, secas o pulverizadas, lo que facilita su uso en infusiones, suplementos y alimentos.

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha destacado el valor nutricional de la moringa, señalando que sus hojas contienen una concentración de vitaminas y minerales que supera a la de muchos alimentos tradicionalmente considerados fuentes principales de estos nutrientes. Esta riqueza nutricional ha llevado a que en diversas culturas se la denomine “planta de la vida” o “planta milagrosa”.

El consumo de moringa se remonta a la medicina tradicional, donde se ha empleado para tratar múltiples dolencias. Entre los efectos positivos atribuidos a esta planta, se encuentran su capacidad para proteger contra infecciones bacterianas gracias a sus propiedades antibacterianas, así como su aporte de calcio, que contribuye a la prevención de la osteoporosis. Además, la moringa ofrece protección al sistema cardiovascular y ayuda a reducir la presión arterial, lo que la convierte en un aliado en el tratamiento de la diabetes y en la reducción del colesterol.

La lista de beneficios continúa con la protección de la vista, la prevención de calambres, el combate contra el insomnio y la reducción de la inflamación, lo que ayuda a evitar edemas. También se le atribuye la capacidad de proteger el hígado y prevenir úlceras, así como de disminuir el riesgo de cáncer debido a su alta concentración de antioxidantes.

Otros efectos reportados incluyen la disminución de síntomas de ansiedad, depresión y fatiga, la reducción de los síntomas de asma y la presencia de propiedades antiespasmódicas, útiles para aliviar los cólicos menstruales.En cuanto a las formas de consumo, la infusión de hojas de moringa es una de las más populares.

Para prepararla, se recomienda utilizar hojas verdes (no amarillas), hervidas en agua durante 3 a 5 minutos. Esta preparación se emplea para aliviar dolores articulares y aumentar los niveles de serotonina. Otra opción son los suplementos, disponibles en pastillas o en polvo, que pueden añadirse a jugos, licuados o alimentos, o bien utilizarse para preparar té.

 (Imagen Ilustrativa Infobae)
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El aceite de moringa, extraído de las semillas, se utiliza como aderezo en ensaladas y destaca por sus propiedades antiedad, antiinflamatorias y por su contenido de omega 3, además de contribuir a la reducción de grasas perjudiciales.

El consumo de semillas de moringa suele recomendarse en pequeñas cantidades, generalmente entre una y tres veces al día, con un máximo de 3 a 5 semillas por ingesta en personas adultas. Superar esta cantidad aumenta el riesgo de efectos secundarios, como malestar digestivo o alteraciones en la presión arterial.

Quiénes no deberían consumir semillas de moringa

  • Mujeres embarazadas o en período de lactancia, ya que pueden tener efectos adversos sobre el embarazo y el desarrollo del bebé.
  • Personas con enfermedades autoinmunes, ya que la moringa puede estimular el sistema inmunológico.
  • Individuos con presión arterial baja o en tratamiento con medicamentos antihipertensivos.
  • Personas en tratamiento con anticoagulantes, ya que la moringa puede interferir con el efecto de estos medicamentos.
  • Niños, salvo indicación médica.

A pesar de sus múltiples beneficios, la moringa debe consumirse con moderación, pues la alta concentración de nutrientes puede provocar efectos secundarios si se exceden las dosis recomendadas. La cantidad diaria sugerida en polvo es de 35 miligramos, lo que equivale a dos pastillas o una cucharada, preferiblemente dividida en varias tomas a lo largo del día para optimizar la absorción. En el caso de la infusión, se aconsejan 8 gramos de hojas por taza.

Antes de iniciar el consumo regular de semillas de moringa, se recomienda consultar a un profesional de la salud para evaluar posibles contraindicaciones y definir la dosis adecuada según las necesidades personales.