“Yo no soy ninguna paloma, ni hago popó en ninguna parte, al contrario, agradezco todo lo que hicieron, (...) a mí, ya me llegó el tiempo de dejar de trabajar y, eso, nunca lo entendieron, claro que me indigna y que mi reacción es de enojo con ellos, por supuesto que sí, yo no soy esclava de nadie: fui esclava de adicciones, y muchas cosas, y ahora soy libre, no le pertenezco a nadie, más que a Dios”, profundizó Lupita D´Alessio al referirse a la tensa relación que mantiene con Bobo Producciones y Ari Borovoy.
Esta declaración, cargada de reproche y reivindicación personal, surgió tras la difusión de un fragmento de una entrevista en la que Borovoy, sin mencionar nombres, sugirió que algunos artistas, tras alcanzar el éxito, olvidan a quienes los impulsaron. El episodio reavivó el conflicto entre la cantante y la empresa, evidenciando una fractura que, lejos de cerrarse, parece profundizarse.
La controversia se intensificó cuando Ari Borovoy compartió en redes sociales un extracto de su participación en el pódcast “Cómo funciona tu negocio?”, grabado en abril.
En ese espacio, el productor y miembro de OV7 afirmó que, en la industria musical, “cuando no son nadie, están comiendo de tu mano y, cuando llegan hasta arriba, son como las palomas, están viendo en qué momento vas pasando para cagarte encima”.

Aunque Borovoy no aludió directamente a Lupita D´Alessio, la artista interpretó la frase como un ataque velado hacia su persona, lo que la llevó a responder públicamente y a cuestionar la legitimidad de tales señalamientos.
La relación profesional entre D´Alessio y Bobo Producciones comenzó en 2020, marcando una nueva etapa en la carrera de la intérprete. Sin embargo, según relató la propia cantante en su cuenta de Instagram el 20 de agosto, el vínculo se ha deteriorado de manera significativa desde que comunicó su decisión de retirarse de los escenarios.
“La relación con ellos fue horrible, ahora sí que ‘fue horrible’, yo lloré mucho, la verdad, yo sufrí, padecí y sigo padeciendo mucho y ya no puedo”, confesó la artista, quien atribuye el distanciamiento y la reducción de apoyo e inversión en sus espectáculos a su anuncio de retiro.
La artista sostiene que, tras informar a la empresa sobre su intención de dejar los escenarios, Bobo Producciones disminuyó el presupuesto destinado a sus conciertos, afectando la calidad de los mismos, especialmente en recintos locales.
Solo en presentaciones de alto perfil, como en la Arena Ciudad de México y el Auditorio Nacional, la productora mantuvo el nivel esperado. En contraste, en palenques y foros regionales, la experiencia para el público resultó muy distinta, según la propia D´Alessio.
El conflicto no es nuevo. En junio, la cantante ya había manifestado su deseo de alejarse de los hermanos Borovoy, Jack y Ari, tras acusarles de descuidar la organización de un concierto en Xalapa, Veracruz, programado para seis días después.
En ese momento, expresó: “No soy la responsable, las faltas de respeto a mi persona, eso no lo voy a permitir, yo de esa gente, me quiero alejar, yo no quiero estar con esa gente”.

Sin embargo, al día siguiente, la intérprete de “Lo siento mi amor” se retractó parcialmente, atribuyendo sus palabras al enojo y a una falta de comunicación que, consideró, podía resolverse.
“Estuve mal ayer, estaba muy muy enojada y, no es que me justifique, era falta de comunicación (con Bobo) y creo que, eso, no es una falta de respeto: hablé desde el enojo, desde la desesperación”, explicó entonces.
La reciente publicación de Borovoy reavivó el malestar de D´Alessio, quien subrayó que su trayectoria de más de cinco décadas en la música no puede reducirse al apoyo de una sola empresa.
“Siempre se vanaglorian, siempre dicen que ellos hacen al artista; el talento es el que hace al artista, ¿dónde estuvieron ellos en estos 55 años de carrera?, ¿dónde estaban ellos?, ellos recibieron una Lupita D´Alessio ya entrenada en cincuenta y tantos años de carrera, ya llegué yo así”, argumentó la cantante, defendiendo la autonomía y el peso de su legado.
A pesar de las tensiones, la relación laboral entre Lupita D´Alessio y Bobo Producciones no ha concluido. Ambas partes mantienen un compromiso vigente para un concierto el 30 de agosto en el Palenque de Villahermosa, Tabasco, lo que deja en suspenso el desenlace de este enfrentamiento.
En medio de las críticas, D´Alessio también reconoció gestos positivos de la productora, como la asignación de un avión privado para sus traslados cuando su salud se vio afectada por los viajes comerciales entre Cancún y Ciudad de México, que le provocaron episodios de bronquitis.
No obstante, la artista insiste en que la falta de comprensión y apoyo tras su anuncio de retiro ha marcado un antes y un después en la relación.
La disputa entre la intérprete y la empresa pone de relieve las complejidades de las relaciones entre artistas y productores en la industria musical mexicana, donde el reconocimiento del talento y la gestión de las trayectorias profesionales suelen ser motivo de desencuentro.
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