Con más de 24 mil empleos generados, concluye remodelación de la carretera San Ignacio Tayoltita

La carretera San Ignacio-Tayoltita se erige como un nuevo eje de desarrollo para el noroeste de México, tras la conclusión de una obra que incorpora 14 puentes, 3 viaductos y un túnel en su trayecto. Esta infraestructura, que atraviesa la Sierra Madre Occidental y conecta los estados de Sinaloa y Durango, promete transformar la movilidad regional y potenciar sectores como el turismo, el comercio y la economía local, al tiempo que ofrece una conexión más segura y eficiente con ciudades clave como Mazatlán y Culiacán.

La Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) dio a conocer que la modernización de este corredor vial, que abarca 96,2 kilómetros y requirió una inversión de 3.170,5 millones de pesos, ha finalizado en su totalidad y está lista para entrar en operación. Cabe recordar que el proyecto, que comenzó en 2019, fue impulsado por la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo y dirigido por el Mtro. Jesús Antonio Esteva Medina, titular de la SIC.

El impacto social y económico de la obra es considerable ya que más de 11.000 habitantes se beneficiarán directamente, y se han generado 24.200 empleos durante el proceso de construcción. Además, la carretera permitirá un ahorro promedio de 10 horas en el traslado de personas y mercancías, lo que representa una mejora sustancial en la logística y la calidad de vida de los habitantes de al menos 20 localidades a lo largo de su recorrido, desde la cabecera municipal de San Ignacio, Sinaloa, hasta el poblado de Tayoltita, cabecera municipal de San Dimas, Durango.

La transformación de lo que originalmente era un camino rural implicó la pavimentación de toda la ruta, que ahora cuenta con dos carriles de 3,5 metros cada uno, uno por sentido, y un ancho total de calzada de 7 metros. Esta mejora estructural responde a las exigencias de una región caracterizada por su actividad minera y forestal, y por la complejidad geográfica de la Sierra Madre Occidental, donde las pendientes pronunciadas y las barrancas, atravesadas por el río Piaxtla y otros afluentes, dificultaban el tránsito, especialmente durante la temporada de lluvias.

La ejecución del proyecto se distribuyó entre ambos estados: Sinaloa asumió la construcción de 84,6 kilómetros, mientras que Durango se encargó de 11,6 kilómetros, incluyendo una troncal de 10,08 kilómetros. El Ing. Lucas Manuel Aguilar Medina, encargado del Centro SICT Sinaloa, detalló que en el tramo bajo su responsabilidad se edificaron 10 puentes con una longitud total de 752 metros. El puente más corto, La Caña, mide 23 metros, y el más extenso, La Lechuguilla, alcanza los 142 metros. Otros puentes relevantes en este segmento son Los Frailes, El Candelero, Platanitos, Tenchoquelite, Los Ramírez, Los Brasiles, La Tasajera y Arroyo Sec

Por su parte, el Ing. Ángel Sergio Dévora Núñez, director general del Centro SICT Durango, explicó que en el tramo correspondiente a su estado se construyó el túnel El Duranguense, de 515 metros, junto con dos viaductos: San Ignacio, de 214 metros, y San Isidro, de 124 metros.

Además, el viaducto El Sauz, de 171 metros, integra dos puentes auxiliares de 40 y 30 metros respectivamente, a los que se suman el puente Los Ciruelos, de 40 metros, y el más pequeño, El Bandonado. La SICT subrayó que todas las obras se realizaron bajo los estándares de calidad y las normas vigentes, lo que garantiza la seguridad de los usuarios en esta vía estratégica para la región.