Estos son los motivos por los que te pueden infraccionar en la CDMX, mediante las fotomultas

Las autoridades han señalado que las cámaras automáticas detectan una amplia gama de conductas riesgosas

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Las fotocívicas se implementarán desde
Las fotocívicas se implementarán desde este 22 de abril (Foto: Semovi)

Las fotomultas en Ciudad de México se han convertido en un mecanismo fundamental para sancionar conductas contrarias al Reglamento de Tránsito, pero pocos automovilistas conocen el verdadero alcance de este sistema. Desde diciembre de 2024, el gobierno local anunció el regreso de este esquema para 2025, con la intención de fortalecer las medidas orientadas a reducir accidentes derivados del exceso de velocidad y del consumo de alcohol.

Si bien la mayoría de usuarios asocia las fotomultas con rebasar los límites de velocidad, las autoridades han señalado que las cámaras automáticas detectan una amplia gama de conductas riesgosas. Así, no solo se sanciona el exceso de velocidad, sino también otras conductas frecuentes en la capital mexicana.

Por ejemplo, estacionarse en doble fila supone una multa de 3 mil 340 pesos, mientras que colocar objetos para apartar lugares y obstruir la vialidad implica una sanción de 2 mil 389 pesos. Circular sin espejos laterales puede costar mil 024 pesos y cruzar un semáforo en rojo representa una de las infracciones más costosas, con una penalización de 4 mil 779 pesos.

El endurecimiento de la regulación coincide con el retorno de las licencias permanentes. Las autoridades han insistido en aplicar “mano dura” para garantizar el respeto al Reglamento de Tránsito, con el fin de disminuir los niveles de accidentes viales, especialmente en las principales avenidas y zonas conflictivas del Valle de México.

Gracias al sistema automatizado que permite detectar infracciones sin necesidad de interacción directa con agentes de tránsito, se agiliza la notificación y reduce espacios de discrecionalidad.

Es importante distinguir entre las fotomultas económicas y el sistema fotocívico. Mientras que las primeras implican multas directas, las segundas suman un componente correctivo de trabajo comunitario o asistencia a cursos de educación vial. Las fotocívicas operan con un esquema de puntos asociados a las placas del vehículo, del que se descuentan unidades por cada infracción captada. Al acumular dos puntos o más perdidos, el propietario debe cumplir sanciones cívicas antes de realizar la verificación.

La reincorporación del sistema de fotomultas y el reforzamiento de la vigilancia electrónica marcan una nueva etapa en la gestión de la movilidad en la capital del país. Las autoridades recalcan que los conductores deben prestar atención no solo a la velocidad, sino también a prácticas cotidianas que pueden resultar en sanciones económicas o comunitarias.

El endurecimiento de las sanciones busca la reducción de siniestros, además de la construcción de un entorno más seguro tanto para peatones como para conductores.