“Ok, pero ¿dónde está el señor que dijo ‘aquí se cierra a la 1, no cuando ustedes quieran’? Díganle que lo queremos”, escribió una usuaria en redes sociales, reflejando el giro inesperado que tomó la conversación pública tras el escándalo en el restaurante Bagatelle de la colonia Polanco en Ciudad de México.
Mientras la atención inicial se centró en la periodista Claudia Mollinedo y su video viral, la figura del empleado que defendió el reglamento del local se transformó en símbolo de integridad laboral para muchos usuarios, quienes incluso impulsaron campañas para que los dueños del restaurante no lo despidieran.
La controversia, ampliamente difundida, se desató el sábado 26 de julio, cuando Claudia Mollinedo compartió en su cuenta de Instagram un video en el que relataba su inconformidad tras ser desalojada del restaurante junto a tres amigas alrededor de la 1:30 de la madrugada.
Según su testimonio, el personal encendió las luces, comenzó a limpiar y les solicitó que abandonaran el lugar, a pesar de que —según afirmó— ya habían pagado una cuenta de cerca de 25 mil pesos.
En sus redes sociales, la periodista escribió: “Lugar al que no tienes que venir en Polanco”, y en el video añadió: “Nos prendieron las luces, empezaron a barrer y todavía nos escoltaron a la salida, cual si hubiéramos sido delincuentes que no hubiéramos pagado la cuenta, y una cuenta tan cara como la que nos tocó pagar”.
El video, inicialmente publicado como una historia en Instagram, se propagó rápidamente en la plataforma X, donde el tema se convirtió en tendencia. La reacción de los usuarios fue inmediata y mayoritariamente crítica.
Uno de los elementos que más indignación generó fue que Mollinedo grabó directamente a un trabajador del restaurante, quien, visiblemente cansado, respondió: “Aquí se cierra a la 1, no cuando usted quiera”.
La exposición pública del empleado, sin su consentimiento y en el contexto de una jornada laboral extensa, fue señalada como una falta de ética por parte de la periodista.
La viralización del video no solo derivó en el apodo de “Lady Polanco” para Mollinedo, sino que también desencadenó una ola de críticas por el tono clasista y arrogante percibido en la grabación.
Usuarios de redes sociales la acusaron de utilizar su plataforma para ventilar una queja que consideraron injustificada y de actuar con prepotencia hacia el personal del restaurante.
La magnitud del escándalo llevó a que Imagen Televisión, medio con el que colaboraba, decidiera apartarla de sus funciones, en medio de un escrutinio público que no cesaba.
Ante la presión social y el impacto en su carrera, Claudia Mollinedo reapareció el lunes 28 de julio con un mensaje de disculpa pública en la plataforma X.
En su declaración, visiblemente afectada, reconoció: “Cometí un error al compartir algo tan delicado sin contexto, sin explicar de manera clara qué habría ocurrido, y eso abrió la puerta a muchas interpretaciones que se salieron de control”.
Añadió: “Entiendo que el video pareció arrogante, altanero y hasta prepotente. Les aseguro que esa no soy yo, y quienes me conocen profesional y personalmente lo saben”.
La periodista subrayó que nunca pretendió desacreditar al personal del restaurante ni fomentar discursos de odio, y lamentó haber decepcionado a quienes han seguido su trabajo durante más de 14 años.
En su mensaje, Mollinedo expresó: “Me duele profundamente haber decepcionado a quienes han confiado en mi trabajo todos estos años y me duele haber afectado la imagen de un medio al que respeto y que ahora ha decidido apartarme, y lo entiendo”.
Insistió en que no se considera superior a nadie y pidió perdón a quienes se sintieron ofendidos o afectados por su publicación. Además, anunció que se tomaría un tiempo para reflexionar y reconstruirse “desde la verdad y la empatía”.
Hasta antes del incidente, Claudia Mollinedo se desempeñaba como columnista en un diario nacional y como conductora en Imagen Televisión, donde trabajó junto a Ciro Gómez Leyva.
La repercusión del caso no solo afectó su trayectoria profesional, sino que también puso en el centro del debate la responsabilidad ética de los comunicadores al utilizar sus plataformas digitales.
Por su parte, el restaurante Bagatelle optó por una respuesta institucional tras varios días de silencio. A través de sus redes sociales, publicó un mensaje en inglés en el que destacó: “Detrás de cada momento perfecto hay un equipo con corazón, disciplina y un amor compartido por excelencia”.
La publicación incluyó imágenes y videos de empleados en sus labores cotidianas, lo que fue interpretado como una defensa del trabajo de su personal y una respuesta indirecta al escándalo.
No obstante, en el material difundido no apareció el empleado que se enfrentó a Mollinedo, lo que generó preguntas y comentarios de usuarios interesados en su situación laboral.
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