Xicohténcatl Axayacatzin: la historia del tlaxcalteca que desafió a los conquistadores españoles

Hijo de nobles, símbolo de resistencia y estratega militar: la historia del joven que vio venir la destrucción de los pueblos originarios

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En el imaginario histórico de la conquista de México, pocos nombres resuenan con la fuerza de Xicohténcatl Axayacatzin, también conocido como Xicohténcatl el Joven o el Mozo. Hijo del señor de Tizatlán, uno de los cuatro señoríos que componían Tlaxcallan —actual estado de Tlaxcala—, Xicohténcatl fue capitán general del ejército tlaxcalteca y uno de los primeros líderes indígenas que advirtió el peligro real que representaban los conquistadores españoles.

Alto, fuerte, de rostro alargado y grave porte, el joven guerrero fue formado desde pequeño para el liderazgo. Por su linaje noble recibió una educación rigurosa que lo preparó para la guerra y la política. Con apenas 35 años, ya era reconocido por su valentía, patriotismo y su capacidad como estratega militar.

En 1519, cuando Hernán Cortés pidió pasar por el territorio tlaxcalteca rumbo a Tenochtitlán, Xicohténcatl Axayacatzin fue uno de los pocos que se opuso frontalmente. Intuía que aquellos hombres “rubios” venían a trastocar el mundo conocido: su religión, sus costumbres y su civilización. Así, dirigió a sus tropas en feroces enfrentamientos contra los españoles en Tecohuactzinco y Tzompantepec, aunque sin éxito. Él atribuía esas derrotas al respaldo sobrenatural que —según creía— el sol otorgaba a los invasores.

Ante la superioridad tecnológica y táctica del ejército español, los altos mandos tlaxcaltecas optaron por aliarse con Cortés. A pesar de su resistencia inicial, Xicohténcatl el Mozo fue obligado a unirse a los españoles y guiar su ejército indígena hasta Tenochtitlán, donde se convertiría en parte clave del asedio contra los mexicas. Sin embargo, en secreto, comenzó a planear una insurrección contra los hispanos, esperando el momento de revertir la alianza.

Xicohténcatl Axayacatzin fue ahorcado en
Xicohténcatl Axayacatzin fue ahorcado en Texcoco en 1521, tras ser acusado de deserción por Hernán Cortés. Hoy se le reconoce como símbolo de resistencia indígena. (INAH)

Durante la célebre “noche triste” de 1520, los mexicas casi derrotan a Cortés. Xicohténcatl pidió a su padre que destruyeran a los invasores aprovechando su debilidad al volver a Tlaxcala, pero Huehueh Xicohténcatl, su padre, prefirió mantener la alianza. Finalmente, en mayo de 1521, Cortés descubrió las intenciones del joven y ordenó su ejecución por deserción en Texcoco, donde fue ahorcado el 12 de mayo de ese año.

Hoy en día, Xicohténcatl Axayacatzin es recordado como uno de los pocos líderes indígenas que comprendieron de inmediato la dimensión catastrófica de la invasión española. Su historia ha sido revalorada como un símbolo de resistencia de los pueblos originarios de Mesoamérica, que, aún ante la adversidad, lucharon por preservar su cultura y autonomía.