La vez que Quico y El Chavo provocaron euforia infantil en Chile 1977, pero solo uno se robó el show

Más allá de los aplausos en foros mexicanos, la visita del elenco de El Chavo del 8 a Chile en 1977 ha sido una de las más comentadas —y polémicas— de la historia del programa.

Aquel viaje no solo marcó uno de los picos de popularidad internacional del show, sino que ha sido señalado como el momento en que habría iniciado el romance extramarital entre Roberto Gómez Bolaños (Chespirito) y Florinda Meza, quien entonces mantenía una relación con Enrique Segoviano, director del programa. Chespirito, por su parte, seguía casado y era padre de seis hijos.

En la nueva serie Chespirito: sin querer queriendo, esta gira aparece retratada desde el ángulo del conflicto que ya existía entre algunos integrantes del elenco, en especial entre Carlos Villagrán (Quico) y el propio Gómez Bolaños.

Según lo que se insinúa en el guión y entrevistas de la época, Villagrán aseguraba que él era el más popular del grupo. Pero, ¿qué tanto respaldo tenía esa afirmación?

Un video disponible en YouTube recupera la presentación del elenco en el programa Dingolondango, transmitido por la Televisión Nacional de Chile. En él, se observa la secuencia en que cada uno de los personajes entra al escenario mientras se reproducen algunos fragmentos de El Chapulín Colorado y El Chavo del 8.

La Chilindrina, el Profesor Jirafales y Doña Florinda fueron recibidos con aplausos y alegría, pero la llegada de Quico fue distinta: los niños comenzaron a gritar su nombre con emoción desbordada.

Cuando se acercó a saludarlos, algunos lo jalaban de la ropa, gritaban eufóricos e intentaban tocarlo.

Cuando fue el turno del Chavo del 8, también hubo respuesta del público. El personaje pasó saludando con rapidez, subió al escenario y dijo: “Quiero mucho a los niños de Chile, a todititos… ay, a este no”, mirando a Quico.

“No me cae bien porque no me presta sus cosas”, dijo.

Quico respondió: “No te las presto porque siempre las avientas a patadas”. Entonces, Quico aceptó prestarle una pelota y salió del escenario. Al volver, le pidió que no la pateara… pero el Chavo se la arrojó directo en la cara.

Este clip se volvió a viralizar y generó todo tipo de comentarios encontrados en redes sociales, pues aunque algunos aseguraron que Chespirito causó todo tipo de euforia entre el público, otros más añadieron que Villagrán habría sido el que se robó el show.

Estos son algunos de los comentarios que aparecen en Youtube.

• “Los niños enloquecieron al ver a Quico, bien emocionados.”
• “Con el Chavo había niños que estaban más deprimidos que en velorio.”
• “El chavo tuvo que pedir aplausos. Pero Quico recibió aplausos más ovación del público.”
• “Casi no se notó la envidia de Chespirito.”

La escena, que parecería una simple interacción de personajes, ha sido interpretada por muchos como un reflejo de lo que ocurría fuera del set.

Mientras Villagrán y Chespirito brillaban en popularidad, los conflictos internos crecían y tiempo después comenzaría una serie de desacuerdos legales por los derechos de Quico.