¿El SAT te puede multar por no declarar la venta de un auto usado en México?

El mercado de autos usados se divide en dos grupos y el SAT aplica reglas para estas transacciones

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El precio de los coches
El precio de los coches 'cero emisiones' continúa alto (Freepik)

La venta de automóviles usados entre particulares es una de las transacciones más usuales en México, pues se estima que anualmente se llevan a cabo entre 5 y 6 millones de operaciones de este tipo.

El mercado de autos usados se divide en dos grandes grupos. El primero de ellos se refiere a las operaciones realizadas en agencias, las cuales son reportadas al Servicio de Administración Tributaria (SAT).

No obstante, se estima que la mayoría de las ventas de autos usados se realizan en el mercado informal, por lo tanto, estas operaciones no son reportadas al SAT.

Los propietarios de los vehículos suelen tener dudas acerca si las autoridades fiscales pueden aplicar algún tipo de multa por omitir estos ingresos en las obligaciones tributarias.

Imagen de archivo. El logo
Imagen de archivo. El logo de la plataforma de compra y venta de autos usados Kavak es visto en un vehículo en Ciudad de México, México. 25 de agosto de 2020. REUTERS/Edgard Garrido

La normativa señala que en algunos casos estas transacciones están sujetas al Impuesto al Valor Agregado (IVA), además del Impuesto Sobre la Renta (ISR), y no cumplir con las obligaciones tributarias ante el SAT sí podría generar multas o en su caso, ser motivo para una auditoría.

Cuándo sí se deben pagar impuestos al SAT por la venta de un automóvil

De acuerdo con la legislación fiscal, la venta de autos usados entre particulares no siempre implica una obligación de pagar este impuesto; sin embargo, existen circunstancias específicas en las que sí se genera esta carga fiscal.

Uno de los escenarios principales donde se genera el ISR es cuando una persona física vende un auto y obtiene una ganancia respecto al valor de adquisición original.

La venta de autos usados
La venta de autos usados en México genera entre 5 y 6 millones de operaciones anuales. FOTO: Archivo

La ley considera que existe una utilidad gravable cuando el precio de venta supera al monto por el que originalmente se compró el vehículo.

Este tipo de operación se clasifica como enajenación, y la normativa establece que la ganancia obtenida al deshacerse de cualquier bien, incluidos los vehículos, representa un ingreso y, por tanto, puede estar sujeta a impuesto.

Cabe distinguir que, cuando la venta la realiza una empresa o un contribuyente habitual de actividades empresariales, el tratamiento fiscal es distinto.

En este caso, la operación se integra como parte de los ingresos acumulables del negocio, y el ISR se calcula conforme al régimen fiscal del contribuyente.

También existe la figura de la venta de autos a través de intermediarios, como lotes de autos o agencias.

Si bien estos establecimientos suelen retener impuestos y emitir facturas, el vendedor original puede verse involucrado fiscalmente si no acredita el origen del automóvil ni el precio de adquisición.

En estos casos, Hacienda podría considerar la transacción como una actividad habitual y exigir el cumplimiento de obligaciones adicionales, incluyendo el pago de ISR sobre las utilidades obtenidas en otras operaciones similares.

Por tanto, la aplicación del ISR en la venta de vehículos usados está determinada por el tipo de operación, la naturaleza de los participantes (personas físicas o morales) y el historial de transacciones del vendedor.

En función de estos elementos, las autoridades fiscales definirán si el acto está sujeto o exento de la carga tributaria correspondiente.