Muere Roberto Servitje, cofundador de Bimbo, a los 97 años: así ha evolucionado el Osito que ayudó a construir un imperio

Desde su nacimiento en 1945, el Osito Bimbo ha evolucionado en estilo, tecnología y personalidad, manteniéndose como uno de los íconos publicitarios más queridos de México

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Desde su creación en 1945,
Desde su creación en 1945, el Osito Bimbo ha sufrido muchas modificaciones. (Jovanni Pérez/Infobae)

Este jueves se confirmó la muerte de Roberto Servitje Sendra, cofundador de Grupo Bimbo, a los 97 años de edad. Empresario visionario y figura clave en el desarrollo de una de las compañías más emblemáticas de México, Servitje no solo participó en la consolidación del negocio panificador más grande del continente, sino también en la creación y posicionamiento de su símbolo más entrañable: el Osito Bimbo.

A propósito de su partida, vale la pena recordar cómo este personaje icónico ha acompañado durante casi ocho décadas a generaciones de consumidores mexicanos, transformándose con los tiempos sin perder su esencia: ternura, cercanía y confianza.

El Osito Bimbo nació en 1945, a partir de un dibujo hecho por la señora Anita Mata, inspirado en la imagen de un oso que aparecía en una tarjeta navideña que recibió don Jaime Jorba, otro de los fundadores de la empresa. El personaje fue refinado por Alfonso Velasco, quien le dio forma final al rostro y nariz. Desde ese primer trazo, el Osito fue pensado como símbolo de calidez y familia, valores que Bimbo deseaba transmitir.

En 1947, el personaje recibió su primera actualización: se limpiaron los trazos de la ilustración y se le añadieron detalles en rojo, además de la aparición de la icónica letra “B” en su cofia, así como su característica sonrisa.

El Osito Bimbo creado en
El Osito Bimbo creado en 1947 era una ilustración más limpia que la creada en 1945 y se integraron algunos detalles en color rojo. (bimbo.com.mx)

Aprovechando las mejoras tecnológicas en impresión, en 1957 el Osito pasó a una versión a todo color, con facciones redondeadas que acentuaban su carácter infantil y amable. Su imagen se volvió aún más cercana al público infantil y familiar.

Para 1980, se modernizó el estilo con líneas más simples y una vista frontal, destacando aún más su sonrisa. Sin embargo, cinco años después, en 1985, se retomaron elementos de los años 50 como las pestañas, las huellitas de las manos y la forma clásica de la nariz, reforzando su identidad visual sin perder modernidad.

En 1995, se introdujo un estilo más caricaturesco, donde el pelaje fue sugerido con trazos externos y se añadieron iris en los ojos, dándole una expresión más alegre. Esta versión fue modificada nuevamente en 1998, cuando se redefinió la edad visual del Osito, dándole una cabeza más grande en proporción al cuerpo, imitando las proporciones de un cachorro para enfatizar su ternura.

El mayor cambio visual ocurrió en 2007, cuando el Osito dio el salto al mundo 3D, dejando atrás la caricatura para volverse un personaje digital que pudiera convivir en espacios interactivos y comerciales con mayor realismo. No obstante, en ese proceso se perdieron algunos rasgos que lo hacían reconocible.

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Con la versión creada en 1980 se hizo notar más la sonrisa del Osito Bimbo. (bimbo.com.mx)

Por eso, en 2012, Bimbo rediseñó al Osito para recuperar su esencia original: ojos con iris bien definidos, pelaje blanco y una complexión más esbelta, en línea con los valores de salud que promueve la empresa. Sin embargo, se mantuvieron sus rasgos redondeados en orejas, hocico y pómulos, para no perder el vínculo emocional con el consumidor.

Hoy, mientras se despide a Roberto Servitje, es imposible no reconocer su papel en la construcción de este ícono que ha trascendido generaciones y fronteras. El Osito Bimbo no solo representa un producto, sino la historia viva de una empresa mexicana que apostó por la calidad, la cercanía y la ternura como estandartes.