Cómo preparar un flan de crema irlandesa desde casa de manera sencilla

El flan de crema irlandesa es una deliciosa variante del clásico flan tradicional, ideal para quienes buscan un postre cremoso con un toque diferente y sofisticado. Su sabor suave y dulce se combina con el característico perfil de la crema irlandesa, una bebida alcohólica que mezcla whisky, crema y notas de cacao y vainilla.

Este flan se ha vuelto popular tanto en celebraciones como en comidas caseras por su textura sedosa, su facilidad de preparación y su sabor único que sorprende a los paladares más exigentes. Prepararlo en casa es sencillo y requiere de ingredientes comunes, aunque el secreto está en incorporar la crema irlandesa en la medida justa para equilibrar dulzura, aroma y profundidad de sabor.

Ingredientes:

Para el caramelo:

• 1 taza de azúcar
• 2 cucharadas de agua (opcional, para facilitar el derretido)

Para el flan:

• 1 lata de leche condensada (397 g)
• 1 lata de leche evaporada (354 ml)
• 4 huevos
• ½ taza de crema irlandesa (como Baileys)
• 1 cucharadita de extracto de vainilla
• 1 pizca de sal

Instrucciones:

Prepara el caramelo:

En una sartén o cacerola a fuego medio, coloca el azúcar (puedes agregar las dos cucharadas de agua si deseas).

Deja que se derrita sin revolver, solo moviendo la sartén de vez en cuando hasta que tome un tono ámbar.

Vierte rápidamente el caramelo en el fondo de un molde para flan o moldes individuales, cubriendo bien la base. Deja enfriar y endurecer.

Haz la mezcla del flan:

En una licuadora o bowl grande, mezcla la leche condensada, la leche evaporada, los huevos, la crema irlandesa, la vainilla y la pizca de sal. Licúa o bate hasta que la mezcla esté uniforme y sin espuma excesiva.

Vierte y hornea:

Vacía la mezcla sobre el molde ya acaramelado.

Coloca el molde dentro de una bandeja más grande con agua caliente (baño María).

Hornea a 180 °C (350 °F) durante 50–60 minutos, o hasta que al insertar un cuchillo o palillo en el centro, éste salga limpio.

Enfría y desmolda:

Deja enfriar a temperatura ambiente y luego refrigera al menos cuatro horas (idealmente toda la noche).

Para desmoldar, pasa un cuchillo por las orillas del molde y voltea sobre un plato con cuidado.

Este flan se puede disfrutar frío, solo o acompañado. Algunas personas lo sirven con un poco más de crema irlandesa rociada encima, crema batida, frutos rojos o nueces caramelizadas para agregar textura y realzar su sabor.

También puede acompañarse con un café expreso, una copa del mismo licor usado en la receta o incluso con helado de vainilla para una experiencia aún más indulgente.

El flan de crema irlandesa es una fusión perfecta entre un postre tradicional y un toque moderno de licor. Su preparación no requiere técnicas complicadas y ofrece un resultado elegante que puede servirse en cenas especiales, celebraciones o simplemente como un gusto personal.

Es una muestra de cómo ingredientes sencillos pueden transformarse en algo excepcional con creatividad y buen gusto.