Cuáles son las propiedades curativas del té de manzanilla con leche

El té ocupa un lugar muy especial en los hogares mexicanos, principalmente entre quienes intentan evitar el café por problemas con el consumo de cafeína o molestias gastrointestinales.

Se trata de una bebida fácil de preparar y con varios beneficios para el cuerpo humano, además de que es una alternativa suave y reconfortante para iniciar el día o compartir en familia.

Entre sus múltiples variantes destaca el té de manzanilla con leche. Por esa razón, a continuación te contamos cuáles son sus propiedades curativas y qué beneficios tiene en una dieta equilibrada.

De acuerdo con ‘Tlayeyecolpahtli’ -una investigación de Mónica Fernández y José Erasto avalada por el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas-, la manzanilla es rica en vitaminas, flavonoides, fitosterina, sales minerales, mucílago, cumarinas y quercetol.

Las flores se emplean principalmente para la elaboración de infusiones y preparados medicinales. Éstas se usan como recurso de apoyo en el proceso digestivo, así como para combatir los nervios y mejorar el sueño.

También es considerado como un aliado en contra de la fiebre, reumatismo, afecciones oculares como la conjuntivitis, dolor de oídos, vaginitis, problemas en vías respiratorias y situaciones relacionadas con la esterilidad femenina.

Cabe mencionar que sus acciones antiinflamatorias, antiespasmódicas, sedantes y digestivas no solo son aliadas en el tratamiento de algunos malestares gastrointestinales, también ayudan a reducir el estrés y la ansiedad.

Al mezclar una infusión de manzanilla con leche caliente, no solo se transforma en una bebida cremosa, también favorece el sueño; sin embargo, es importante tomar en cuenta la cantidad y tipo de leche que se use, pues puede resultar contraproducente para personas con intolerancia a la lactosa.

• 1 taza de agua
• 1 bolsita de té de manzanilla o 2 cucharaditas de flores secas de manzanilla
• 1/2 taza de leche (puede ser entera, descremada o vegetal)
• Endulzante al gusto (azúcar, miel o edulcorante, opcional)

1. Calienta la taza de agua en una olla o en el microondas hasta que esté a punto de hervir.
2. Agrega la bolsita de té de manzanilla o las flores secas al agua caliente.
3. Tapa y deja reposar durante 5 minutos.
4. Retira la bolsita o cuela las flores.
5. Calienta la leche aparte hasta que esté bien caliente, sin dejar que hierva.
6. Mezcla la infusión de manzanilla con la leche caliente en la proporción deseada.
7. Añade endulzante al gusto si lo prefieres.
8. Sirve de inmediato.

Esta bebida combina las propiedades relajantes de la manzanilla con el sabor y la textura cremosa que aporta la leche.