Gobierno de México celebra inscripción de la Ruta Wixárika en el Patrimonio Mundial de la UNESCO: “Han sido décadas de lucha”

Este reconocimiento no sólo resalta su importancia, sino que por primera vez honra una tradición viva, actualmente practicada y reconocida por el pueblo Wixárika

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El Gobierno de Claudia Sheinbaum
El Gobierno de Claudia Sheinbaum celebró la inclusión de esta ruta en la lista de la UNESCO (Presidencia)

Durante la mañanera de hoy, la presidenta Claudia Shienbaum celebró la inclusión de la Ruta Wixrarika a la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO.

En la conferencia participó Claudia Olivia Morales Reza, presidenta del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED) y mujer de origen Wixárika.

“Hoy me sumo a este júbilo como integrante del pueblo Wixárika a la inscripción de la ruta de Wiricuta por los lugares sagrados”, mencionó Morales.

La importancia de este reconocimiento

Claudia Olivia Morales Reza es
Claudia Olivia Morales Reza es originaria de la comunidad de Tateikie San Andrés Cohamiata del municipio de Mezquitic, en Jalisco, México (Presidencia)

La titular del CONAPRED destacó la importancia de reconocer el esfuerzo del gobierno, no sólo durante la administración actual, sino también durante el mandato del expresidente Andrés Manuel López Obrador a traés de los planes de justicia.

“Una de las principales peticiones fue el de los lugares sagrados. Se habló de cómo querían verse los pueblos, pero que sin la espiritualidad, sin la cosmovisión de la que forma parte su raíz no serían nada”, mencionó.

Destacó que a partir de este hecho se inició un proceso de negociación, investigación y establecimiento de acuerdos. Con la presidenta Sheinbaum, se logró el reconocimiento de los pueblos indígenas y afromexicanos como sujetos de derecho.

“Han sido décadas de lucha y era necesaria la voluntad política”, destacó la funcioanria, además de agradecer a la presidenta y al expresidente AMLO.

Diego Prieto Hernández, director del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) destacó que este reconocimiento es resultado de un esfuerzo de más tres décadas.

“Se había complicado por intereses diversos que por supuesto no están encantados con las políticas de conservación de un lugar sagrado tan importante como Wirikuta y a veces interpusieron problemas”, mencionó el titular del INAH.

El funcionario subrayó que México tiene 36 bienes inscritos en esta lista, lo que lo posiciona como el país de América con el mayor número de bienes reconocidos por la UNESCO y el séptimo a nivel mundial.

“Por primera vez estamos en presencia de una expresión cultural, de una tardición cultural que remite a una cultura indígena viva, que si bien tiene orógenes ancestrales, toavía es practiada y reconocida por el pueblo Wixárika”, destacó.

¿En que consiste la Ruta Wixárika?

El registro fue aprobado en
El registro fue aprobado en la 47ava sesión del Comité del Patrimonio Mundial de la UNESCO (Presidencia de México)

La Ruta Wixárika es un antiguo camino ceremonial que conecta varios lugares sagrados, comenzando en la Sierra Huichol, pasando por Wiricuta y llegando hasta el Desierto de Chihuahua, con sitios adicionales en Nayarit y Durango, de acuerdo con información de la UNESCO.

La ruta, conocida como Tatehuarí Huajuyé (que significa “el camino de nuestro Abuelo Fuego”), atraviesa diversas regiones naturales, como bosques, montañas, ríos, lagunas y formaciones rocosas.

A lo largo de este recorrido, los wixaritari (o huicholes) mantienen una relación profunda con la naturaleza, ya que estas áreas están vinculadas a sus prácticas religiosas y espirituales, y son fundamentales para la agricultura y el bienestar de la comunidad.

Los sitios sagrados en esta ruta son lugares como islotes, humedales, manantiales y bosques, y han perdurado a pesar de los cambios históricos y amenazas, como la depredación.

Estos lugares son testigos de la sabiduría ancestral sobre el cuidado de la naturaleza, como el conocimiento de las especies, los ciclos agrícolas y las prácticas de conservación ecológica.

Además, la peregrinación a estos sitios no solo es un acto espiritual, sino también un medio de transmitir conocimientos sobre la ecología, el clima y la biodiversidad a las nuevas generaciones.