
“Me dejaste mi rorro”, sollozaba Angelines Fernández junto al ataúd de Ramón Valdés, tras su muerte en 1988. La actriz permaneció horas despidiéndose de su amigo, en un gesto que selló la profunda conexión que los unió dentro y fuera de los foros de grabación.
Ambos actores, íconos de “El Chavo del 8”, compartieron mucho más que la fama: una adicción devastadora al tabaco que marcó sus vidas y, finalmente, determinó su destino.
El reciente interés por la serie “Chespirito: Sin querer queriendo” ha devuelto al centro de la conversación pública a los entrañables personajes del universo creado por Roberto Gómez Bolaños.
Entre ellos, la figura de Angelines Fernández, “La Bruja del 71”, y Ramón Valdés, “Don Ramón”, destaca no solo por su legado humorístico, sino por la tragedia personal que ambos compartieron.

La adicción al cigarrillo, presente tanto en su vida cotidiana como en los sets de grabación, resultó letal para los dos.
Angelines Fernández, nacida como María de los Ángeles Fernández Abad, llegó a México tras la Guerra Civil española y se consolidó como una figura del cine de oro antes de alcanzar fama internacional en la televisión. Su hábito de fumar varias cajetillas diarias persistió pese a las advertencias médicas.
El consumo constante de tabaco deterioró su salud hasta que, el 25 de marzo de 1994, falleció a los 71 años por un cáncer de pulmón.
La enfermedad, directamente vinculada a su adicción, se volvió fulminante en sus últimos meses, según testimonios de personas cercanas.

Por su parte, Ramón Valdés fue diagnosticado a principios de los años 80 con cáncer de estómago, una dolencia que los médicos atribuyeron a su fuerte dependencia del tabaco.
La magnitud de su adicción era tal que, según rumores, incluso el presidente de Televisa, Emilio “El Tigre” Azcárraga Milmo, le permitía fumar dentro de las instalaciones de la empresa, a pesar de las restricciones generales.
En 1985, Valdés fue sometido a una cirugía para reducir su estómago, momento en el que se descubrió que el cáncer había hecho metástasis en la médula espinal.
El 9 de agosto de 1988, a los 64 años, falleció bajo cuidados paliativos, dejando un vacío en el elenco y en el público de “El Chavo del 8”.
La relación entre Angelines Fernández y Ramón Valdés trascendió la ficción, aunque nunca fue romántica. Esteban Valdés, hijo de Ramón, aclaró en una entrevista reciente que, si bien no mantenían una intimidad constante fuera del trabajo, existía entre ellos un “cariño muy especial, muy grande, de respeto”.

Desmintió los rumores de romance y subrayó la admiración mutua. Fue Valdés quien ayudó a Fernández a integrarse al programa de Chespirito, un gesto que ella siempre agradeció y que impulsó su carrera internacional.
El vínculo entre ambos se refleja incluso en la muerte. Los restos de Angelines Fernández y Ramón Valdés reposan juntos en el cementerio de los Mausoleos del Ángel, al sur de la Ciudad de México.
Este hecho ofrece un lugar de homenaje para los seguidores de “El Chavo del 8”, quienes pueden rendir tributo a dos de las figuras más queridas de la televisión mexicana, unidas por la amistad y por el trágico desenlace de una adicción compartida.
Más Noticias
CJNG extorsiona a Albergue Pergatuzoo: amenazan con matar a los animales si no pagan 50 mil pesos al mes
Ante las amenazas, defensores animales han convocado a una movilización social para exigir justicia; también acusan complicidad de policías

Temblor hoy en México: noticias actividad sísmica 15 de julio de 2025
Sigue en vivo todas las actualizaciones sobre movimientos telúricos este martes

Pronóstico del clima en México: cómo variarán las temperaturas en cada región este 15 de julio
Revisar el clima puede salvar a las personas de mojarse en la lluvia o estar cargando un paraguas de forma innecesaria

Cuáles son las propiedades curativas del anís de estrella
Su consumo moderado en infusiones también se asocia a efectos relajantes y a la mejora del bienestar general

Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán, “Los Chapitos”, contratan a Jeffrey Lichtman como su abogado
La familia Guzmán Salazar refuerza su estrategia jurídica ante la posibilidad de detención o entrega voluntaria a las autoridades estadounidenses
