Enrique Segoviano terminó tan decepcionado con El Chanfle que se alejó para siempre del cine

El director de programas icónicos como El Chavo del 8 y El Chapulín Colorado enfrentó en el ámbito cinematográfico una de sus mayores decepciones

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La decepción de Enrique Segoviano
La decepción de Enrique Segoviano tras El Chanfle. (Infobae México)

El estreno de El Chanfle en 1979 representó un hito para el cine comercial mexicano, al reunir en pantalla a Roberto Gómez Bolaños y gran parte del elenco habitual de sus programas de televisión. Sin embargo, la película dejó una huella inesperada en la trayectoria de Enrique Segoviano, su director, quien tras liderar el proyecto optó por no volver a dirigir una cinta, distanciándose así por completo de la industria cinematográfica.

Enrique Segoviano, originario de República Dominicana y nacionalizado mexicano, ya había ganado reconocimiento en la televisión mexicana como colaborador cercano de Gómez Bolaños.

Desempeñó un papel clave en la realización y conceptualización visual de éxitos como El Chavo del 8 y El Chapulín Colorado, además de haber trabajado como productor general de las emisiones de Chespirito y de programas infantiles y concursos que marcaron la pantalla mexicana.

El salto de Segoviano al cine se dio tras la creación de Televicine, el entonces nuevo brazo cinematográfico de Televisa, que buscaba llevar a sus figuras más sobresalientes a la pantalla grande.

(Archivo)
(Archivo)

Bajo esta iniciativa, Gómez Bolaños, inspirado por su afición al Club América, ideó el guion de El Chanfle y delegó la dirección en Segoviano. El rodaje se realizó en las instalaciones del club deportivo, y la historia giró en torno a un utilero caracterizado por sus valores éticos y una vida plagada de situaciones cómicas, acompañado por personajes entrañables interpretados por figuras como Florinda Meza.

La cinta atrajo a más de 9 millones de asistentes a las salas de cine y se consolidó como uno de los grandes éxitos de la época. No obstante, Segoviano expresó en diversas entrevistas su profunda insatisfacción con el resultado final, motivada principalmente por la diferencia entre los lenguajes de la televisión y el cine.

“La verdad no me gustó cómo quedó la película por varias razones: una mi novatez total, mi experiencia en televisión nada más me demostró lo que yo sabía: el cine es un medio que no tiene nada que ver en cuanto al contenido y la forma de la televisión; aunque se parezcan tanto”, confesó el propio Segoviano.

El director reconoció, en la charla publicada en el Diccionario de Directores del Cine Mexicano, que su formación predominante en televisión influyó sobre su acercamiento al largometraje:

El amor de Chespirito por
El amor de Chespirito por el América paso a la pantalla grande con la película El Chanfle.

“En mi caso, me fui con la finta de lo que era la televisión, vamos, cuando era demasiado tarde me di cuenta que pude haber aprovechado lo que da el cine, me fui más con la idea de la televisión”, reconoció Segoviano.

El director también atribuyó limitaciones creativas al hecho de laborar bajo condiciones establecidas de antemano, defendiendo la labor de Gómez Bolaños como guionista ante las restricciones del proceso: “El caso es que ya cuando se hace una cosa por encargo, ya el escritor está forzado, estoy hablando a favor de Chespirito”.

Tras el éxito comercial de El Chanfle, Segoviano optó por no regresar a la dirección cinematográfica y centró su carrera en la televisión, dejando la secuela del filme bajo el mando de Roberto Gómez Bolaños.

Su paso por el cine, aunque breve, marcó un punto de reflexión en torno a los retos y diferencias entre ambos medios para quienes construyeron su trayectoria en la industria televisiva mexicana.