¿Era homofóbico? Así fue la relación de Chespirito con la comunidad LGBT+

Tras la emisión de la nueva serie, usuarios han emitido comentarios en análisis a los discursos de su comedia y su postura frente a temas controversiales

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El famoso actor y productor
El famoso actor y productor cómico fue objeto de diversas controversias con respecto a sus chistes. Foto: (Jesús Tovar Sosa/Infobae)

Roberto Gómez Bolaños, conocido mundialmente como Chespirito, marcó un antes y un después en la televisión latinoamericana con personajes icónicos como El Chavo del 8, El Chapulín Colorado y el Doctor Chapatín.

Su comedia, que durante décadas fue considerada “blanca” y familiar, ha sido objeto de nuevas lecturas y críticas a la luz de las luchas sociales actuales, particularmente por su relación con la comunidad LGBT+.

Aunque millones recuerdan sus programas con cariño, muchos de los chistes y posturas que sostuvo dentro y fuera del escenario reflejan un enfoque conservador que hoy genera incomodidad, especialmente en lo que respecta a la diversidad sexual y de género.

En sus propios dichos, Chespirito declaró haber evitado deliberadamente temas como el “homosexualismo” —como él lo llamaba—, así como otros “ismos” que consideraba peligrosos. Esta postura, aparentemente neutral, se tradujo en una ausencia total de representación LGBT+ en sus programas, y en el uso frecuente de chistes con tintes homofóbicos.

Chespirito participó en algunos temas
Chespirito participó en algunos temas de agenda en donde mostró su postura ante debates como la despenalización del aborto. (FOTO: MOISÉS PABLO/CUARTOSCURO.COM)

Uno de los ejemplos más comentados es la escena entre Don Ramón y el Profesor Jirafales, donde una confusión sentimental se resuelve con la frase “Yo le voy al Necaxa”, en tono de burla, como si cualquier sugerencia homosexual fuera algo ridículo o incómodo.

Otro ejemplo aparece cuando La Chilindrina pregunta a Quico si besaría al Chavo para despertarlo, a lo que él responde: “Nombre, ni que fuera bailarín de Bellas Artes”, sugiriendo que solo un hombre gay lo haría.

Fuera del ámbito del humor, Roberto Gómez Bolaños también fue crítico de varias causas sociales consideradas progresistas. En 2007 participó en campañas conservadoras en contra de la despenalización del aborto en México, y de acuerdo con registros y declaraciones públicas, se oponía también al matrimonio igualitario. Estas posturas refuerzan su imagen como un personaje profundamente tradicionalista, cuyas ideas contrastan con los avances contemporáneos en materia de derechos humanos y diversidad.

Más allá de sus propias declaraciones, el contenido de algunos sketches también ha sido objeto de revaloración crítica. En un episodio del Doctor Chapatín, por ejemplo, el personaje responde con un supuesto chiste a la pregunta de si se casaría con una mujer de 28 años diciendo que preferiría “dos de 14”.

Con la salida de la
Con la salida de la reciente serie, Chespirito ha sido objeto de comentarios en los que se ha evaluado su opinión en distintos temas sociales. Foto: (HBO)

Aunque en su momento fue recibido con risas, hoy muchos lo consideran inapropiado y ofensivo por normalizar discursos que rozan la pedofilia. Este tipo de humor ha sido reinterpretado como una muestra más de cómo se invisibilizaban y normalizaban comportamientos y expresiones que hoy se reconocen como problemáticos.

Todos estos discursos han sido criticados y atribuidos directamente a Bolaños por su participación en la planeación y escritura de los guiones de sus programas.

Incluso figuras cercanas a Chespirito, como Florinda Meza, han sido criticadas por declaraciones ofensivas hacia personas LGBT+. En una entrevista, al hablar del actor Édgar Vivar, quien interpretaba a Botija, Meza usó el término “amariconado”, considerado despectivo por muchos. Este tipo de lenguaje refleja una visión limitada y estigmatizante que refuerza estereotipos.

De esta manera, algunos usuarios en redes han comentado que, aunque su legado artístico es innegable y sigue siendo parte de la cultura popular, también es cierto que la obra y figura de Chespirito deben revisarse críticamente. En tanto, otras personas han comentado que en las décadas en donde el personaje vio la luz de su fama eran otros tiempos, por lo que defendieron que su contexto formó parte sobre su perspectiva de los derechos humanos.