Este es el paraíso mexicano que mezcla mar y desierto al mismo tiempo

Se trata de un destino donde el paisaje desértico contrasta con el azul de uno de los océanos más bellos del mundo

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Paraíso en México: desierto y
Paraíso en México: desierto y mar en el mismo bioma. REUTERS/Carlos Perez Gallardo

En la península de Baja California Sur, La Paz emerge como un destino que sorprende por la fusión de dos paisajes contrastantes: el océano pacífico, con sus tonalidades azules, y un entorno desértico dominado por cactus, piedras y arenas doradas. Más allá de su tradicional malecón y la oferta hotelera cerca del centro, las verdaderas joyas naturales comienzan a revelarse cuando se toma la carretera y se explora el entorno fuera de la ciudad.

Al dirigirse hacia playas como Balandra, considerada una de las más bellas de México, el trayecto es parte fundamental de la experiencia. A lo largo del camino, el visitante cruza escenarios prácticamente vírgenes donde el matorral del desierto se mezcla con montañas y formaciones rocosas, a menudo salpicadas por cardones y biznagas.

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Playa Balandra pertenece a una de las mejores playas de México Foto: (iStock)

El sol intensifica los colores: el amarillo pálido del desierto y el azul turquesa del mar se alternan para crear un espectáculo visual. Es justo esa mezcla lo que otorga a La Paz su carácter único en el mapa turístico nacional.

La playa Balandra se distingue por su arena blanca, aguas poco profundas y la famosa formación rocosa conocida como “El Hongo”. Aquí, el contacto directo con la naturaleza es inmediato. El entorno permite practicar kayak, paddle board o simplemente caminar cientos de metros sobre aguas transparentes rodeadas por cerros áridos. Las rutas que llevan a otras playas como El Tecolote o Pichilingue mantienen el mismo contraste: el desierto que se detiene justo antes de que la arena se funda con el oleaje suave del golfo de California.

La Paz: clima, fauna y los secretos del Mar de Cortés

Debido a su biodiversidad, el
Debido a su biodiversidad, el Mar de Cortés también es conocido como ‘el acuario del mundo’. (Gobierno de México)

El clima es cálido y seco la mayor parte del año, con escasas lluvias y temperaturas que, en verano, superan los 35 grados centígrados. Estas condiciones favorecen la convivencia de especies endémicas del desierto y una sorprendente biodiversidad marina. No es raro encontrar garzas, pelícanos y hasta delfines en las cercanías, así como diversas especies de cactáceas, reptiles y aves propias del ecosistema árido.

La Paz también es un punto de partida para quienes buscan experiencias más allá del descanso en la playa. Las actividades incluyen excursiones para avistar tiburón ballena, nadar con lobos marinos en la isla Espíritu Santo o realizar recorridos en bote por el mar de Cortés, conocido por su riqueza de vida marina. Las noches en la zona están marcadas por cielos despejados y estrellas brillantes, ideales para disfrutar de la calma lejos del bullicio urbano.

Twitter: VivaLaPazNet
Twitter: VivaLaPazNet

Aunque el desarrollo turístico ha crecido, aún es posible encontrar playas solitarias y parajes silenciosos, lo que permite disfrutar una sensación de aislamiento y tranquilidad. En mercados, restaurantes y pequeños pueblos cercanos, el visitante encuentra la mezcla de tradición pesquera y hospitalidad sudcaliforniana.

En La Paz, el contraste entre el mar y el desierto no es solo paisaje, sino parte de su identidad. Cada trayecto por carretera ofrece panoramas únicos, donde la naturaleza muestra su dualidad: la contundencia del desierto y la serenidad del mar coexisten en cada esquina, confirmando que aquí el paraíso toma la forma de una fusión inesperada.