Así fue el día que el chef Nacho Reyes fue detenido mientras daba servicio en una fiesta de Arturo Beltrán Leyva

Atanasio Reyes, cocinero personal de Arturo Beltrán Leyva, relató cómo fue la última fiesta del capo en Morelos

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El chef Nacho Reyes sirvió
El chef Nacho Reyes sirvió a Beltrán Leyva por casi una década. (Redes sociales)

Atanasio “Nacho” Reyes Vizcarra fue el chef personal de Arturo Beltrán Leyva, uno de los capos más poderosos del narcotráfico en México, durante cerca de una década.

Le cocinó en ranchos, reuniones privadas y fiestas en las que se servían desde platillos de cocina tradicional hasta carnes exóticas importadas por contrabando.

Pero el 11 de diciembre de 2009, su trabajo habitual terminó con una fiesta que terminó en balacera y él detenido. El chef estuvo a metros de Arturo Beltrán Leyva cuando comenzó un operativo de la Marina, y asegura que pudo haber muerto ese mismo día.

La última comida del “Jefe de jefes”

El chef fue vinculado directamente
El chef fue vinculado directamente con el exnarco por ofrecer sus servicios. (IG Trapiche Bistro)

Era diciembre de 2009 y Arturo Beltrán Leyva había organizado una posada privada en una residencia de lujo en Cuernavaca, Morelos. El chef Reyes fue convocado para encargarse del menú, como lo había hecho muchas veces antes.

Por aquel trabajo recibió 10 mil dólares, la paga más alta que recuerda haber recibido por un evento para el líder de los Beltrán Leyva.

Aquel día no había señales evidentes de que algo fuera distinto. La comida estaba servida, la música de los Cadetes de Linares y Ramón Ayala sonaba y Beltrán Leyva, apodado también El Botas Blancas, El Barbas y El Jefe de Jefes, estaba rodeado por sus hombres de confianza, entre ellos Édgar Valdez Villarreal, alias La Barbie.

Pero la fiesta terminó abruptamente. La Marina ya seguía su rastro desde días antes, y había localizado el edificio en la colonia Los Limoneros en donde se realizaba la fiesta.

“Como quiera, compa”

Arturo Beltrán Leyva (Infobae)
Arturo Beltrán Leyva (Infobae)

Mientras el operativo avanzaba, el caos se desató. Helicópteros y tropas rodearon el edificio, desalojaron los departamentos contiguos y, al detectar la presencia de los sicarios, se inició un intenso intercambio de fuego.

Reyes lo recuerda todo con claridad. Vio al capo ponerse un chaleco antibalas y subirse a una camioneta blindada. En ese momento, el chef estaba cerca de él, y el narcotraficante le pidió que se fuera con él. “Me dijo: ‘Súbete’. Pero, ¿para qué?, si no traía arma".

El chef se negó. En lugar de acompañarlo, corrió hacia el techo para refugiarse, mientras los disparos se escuchaban cada vez más cerca: “Los tiros pasaban a un lado de mí. Si me hubiera subido, a lo mejor me mataban”.

Según relató en la misma entrevista, esas fueron las últimas palabras que escuchó de su antiguo patrón: “‘Como quiera, compa’”.

Esa noche dejó un saldo de tres sicarios muertos, once detenidos y casi 40 asistentes de la fiesta aprehendidos, entre ellos Atanasio Reyes Vizcarra.

El Chef afirma que fue arrestado en las inmediaciones del lugar, tras escapar al techo del edificio donde cocinaba durante la fiesta organizada por el capo.

Aclaró que su función se limitaba a ofrecer servicios gastronómicos y de organización de eventos. “Nunca porté un arma. Nunca traficaba drogas. Yo era chef, nada más”, declaró Reyes, quien purgó una condena de seis años y siete meses en un penal federal, por supuestamente portar un arma.

La caída de Arturo Beltrán Leyva

La última fiesta navideña de
La última fiesta navideña de Arturo Beltrán Leyva que interrumpió la Marina. Foto: Cuartoscuro

Aunque “El Barbas” logró darse a la fuga aquella noche, tan sólo cinco días después la Marina asestó el golpe final que acabó con la vida de Arturo Beltrán Leyva.

El Barbas se había ocultado en el complejo residencial Altitude, en Cuernavaca, donde un grupo de aproximadamente 200 marinos irrumpió y sostuvo un intenso enfrentamiento con sus sicarios. El tiroteo dejó las paredes del departamento perforadas por impactos de bala y manchadas de sangre.

Según el almirante José Luis Vergara, la confrontación duró alrededor de cuatro horas, con al menos 20 granadas de fragmentación lanzadas por los hombres de Beltrán Leyva. Se dice que Beltrán Leyva llamó a ‘La Barbie’ para pedirle refuerzos, pero este ignoró la instrucción y abandonó al capo a su suerte.

Tras el enfrentamiento, las imágenes del departamento circularon rápidamente: paredes acribilladas, casquillos regados por el piso, muebles rotos y sangre en cada rincón. Pero una fotografía causó particular controversia: el cuerpo de Beltrán Leyva apareció expuesto, sin ropa, ensangrentado y cubierto con billetes de dólar. La Secretaría de Marina negó tajantemente cualquier participación en esa escena.

En el mismo podcast, Reyes también compartió otras historias, como la vez que el capo le hizo una fiesta de XV años a su hija que, según estima, pudo haber costado entre 15 y 25 millones de dólares. Mencionó que en esa celebración participaron tres mil elementos de seguridad privada, se sirvieron platillos de alta cocina y se entregaron regalos como un Rolls-Royce Phantom blindado y joyería con diamantes.