Códices mexicanos deslumbran en París con exposición inédita

La exposición ‘Códices: un viaje al corazón del México prehispánico’ se inauguró en la Casa de México en París, acercando el patrimonio documental mesoamericano a Europa

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La selección de obras estuvo
La selección de obras estuvo a cargo del etnohistoriador y titular de la BNAH, Baltazar Brito. Foto Eunice Chao

Una selección de 11 códices antiguos se exhiben en la Casa de México, en París, se trata de la primera vez que estos documentos se exhiben en Europa.

La presentación en Francia de la muestra Códices: un viaje al corazón del México prehispánico, organizada por el Instituto Nacional de Antropología (INAH) y la Fundación de la Casa de México en París, con el objetivo de acercar a nuevos públicos europeos al patrimonio documental mesoamericano.

La exposición da un asomo a los saberes religiosos, vida diaria, tiempo calendárico y las prácticas adivinatorias de las sociedades precolombinas

Se trata de una cooperación histórica entre México y Francia, donde especialistas y funcionarios analizaron la relevancia del diálogo binacional para preservar los saberes y expresiones materiales e inmateriales de la ancestralidad.

En julio, códices mesoamericanos cautivarán
En julio, códices mesoamericanos cautivarán al público francés en inédita exposición temporal. Foto Eunice Chao

La exposición, inaugurada el 30 de junio de 2025 y disponible durante julio, ofrece una visión de la vida religiosa, los conocimientos científicos y artísticos, los contextos geopolíticos y las formas de interpretación del universo de los antiguos habitantes de México, a través de 11 reproducciones facsimilares de códices.

Estos documentos, tanto prehispánicos como híbridos surgidos tras la llegada hispánica en el siglo XVI, constituyen la memoria de numerosos pueblos del actual territorio mexicano.

La apertura de la muestra contó con la presencia de la embajadora de México en Francia, Blanca Jiménez Cisneros, la titular del espacio anfitrión, Tania Enriquez Mier, y el diputado y vicepresidente del Grupo de Amistad México-Francia de la Asamblea Nacional, Éric Martineau. También asistieron el director honorario de Investigaciones del Centro Nacional de Investigación Científica de Francia, Dominique Michelet, y el director de la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia (BNAH), Baltazar Brito Guadarrama, quien además curó la exhibición.

Códices un viaje al corazón
Códices un viaje al corazón del México prehispánico, brinda un asomo a los saberes religiosos, la vida diaria, el tiempo calendárico y las prácticas adivinatorias de diversas culturas. Foto Eunice Chao

Los facsímiles corresponden a los códices Dresde, Matrícula de Tributos, Boturini, Cruz-Badiano, Tonalámatl de Aubin, Chavero de Huejotzingo, Guillermo Tovar de Huejotzingo, Moctezuma, Mendoza, Zouche-Nuttall y De San Andrés Tetepilco.

Estos pictogramas representan culturas como la mexica, maya, huejotzinca y mixteca, entre otras. El especialista subrayó que, por primera vez, se exhiben en el extranjero reproducciones de los Códices de San Andrés Tetepilco, recuperados por el INAH en marzo de 2024.

Este conjunto de tres documentos, fechados entre los siglos XVI y XVII, narra la fundación de la localidad y su integración al orden virreinal tras la caída de Tenochtitlan en 1521, lo que los convierte en una continuación histórica de la Tira de la Peregrinación o Códice Boturini.

La embajadora Jiménez Cisneros y Tania Enríquez resaltaron la labor del INAH en la investigación y recuperación de estos bienes patrimoniales, que permiten revalorar la cosmovisión y la historia de los pueblos originarios de México.

Brito Guadarrama explicó: “Aunque, lamentablemente, solo conocemos un puñado de los miles de códices que existieron, gracias a esfuerzos de personajes como fray Bernardino de Sahagún o los cronistas Chimalpahin, Tezozómoc e Ixtlilxóchitl, sabemos que los hubo consagrados a la religión, al tiempo calendárico, a las cargas tributarias, la guerra, la educación, curación del cuerpo humano, al movimiento de los astros e, incluso, a la nigromancia, es decir, la manipulación del destino”.