Así luce el Pueblo Mágico donde Porfirio Díaz fue padrino de boda y regaló 30 años de luz

En el noroeste de Guanajuato, un rincón histórico destaca por su legado agrícola, sus canales y presas, y una arquitectura que evoca al Porfiriato

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Este lugar destaca por sus
Este lugar destaca por sus presas y canales históricos, que modernizaron el campo antes que muchas ciudades (Secretaría de Turismo)

Enclavado en el corazón del Bajío, al noroeste del estado de Guanajuato, existe un lugar cuya historia está tejida entre canales, presas antiguas y una arquitectura que remite a un pasado de esplendor.

Es un sitio rodeado por huertas de membrillo, jardines franceses y un templo de ladrillo rojo que irrumpe con sobriedad entre los campos. Pero su nombre no aparece de inmediato en las guías turísticas más populares.

Quienes llegan hasta aquí lo hacen atraídos por leyendas, vínculos con la Revolución y la Guerra Cristera, o por la memoria de una hacienda que llevó la electricidad al campo antes que muchas ciudades.

¿Cómo se llama este pueblo?

Las letras del pueblo, ubicadas
Las letras del pueblo, ubicadas a un costado de un imponente arco son un lugar perfecto para la fotografía de recuerdo (FB/ Jalpa de Cánovas Pueblo Mágico)

Lo que hoy es un Pueblo Mágico, alguna vez fue una de las propiedades agrícolas más productivas del Bajío, de acuerdo con información de la Secretaría de Turismo de México.

Su auge se dio durante el Porfiriato, cuando una hacendada local, Guadalupe Cánovas, y su esposo, el empresario estadounidense Óscar Braniff, impulsaron la irrigación de los cultivos mediante presas y canales.

En 1900, el presidente Porfirio Díaz asistió como padrino a su boda y, como regalo, les otorgó 30 años de electricidad gratuita. Así comenzó la modernización de una comunidad que aún conserva buena parte de aquella infraestructura.

El sitio se llama Jalpa de Cánovas, y desde 2012 forma parte del programa federal Pueblos Mágicos. Se localiza en el municipio de Purísima del Rincón, a una hora de León y tres horas de Guadalajara.

Fundado como hacienda en 1542 por Juan Villaseñor, su historia agrícola, ganadera y social ha sido constante. En sus tierras nacieron o crecieron descendientes de familias ligadas a figuras como Miguel Hidalgo y Agustín de Iturbide.

Durante el siglo XX, tras la Revolución, la hacienda fue fraccionada y vendida, aunque su casco histórico permaneció bajo resguardo de los descendientes Braniff-Cánovas.

¿Qué hacer aquí?

Uno de sus atractivos turísticos
Uno de sus atractivos turísticos es la Presa Recibidora, un lugar ideal para disfrutar de la naturaleza (FB/ Jalpa de Cánovas Pueblo Mágico)

Jalpa conserva atractivos arquitectónicos como el Templo del Señor de la Misericordia, concluido en 1908 con estilo neogótico; el antiguo casco de la hacienda y el acueducto del Molino Viejo.

Además, existen espacios recreativos como el Ecoparque Mil Azares y la Ex Hacienda de Cañada de Negros, donde se puede practicar kayak y tirolesa.

El Museo Estatal de la Máscara y el Museo Luis Cabrera ofrecen una mirada al patrimonio cultural de la región, mientras que las bodegas y viñedos locales abren sus puertas durante las vendimias de verano.

Las festividades refuerzan su carácter comunitario y tradicional. Destaca la Judea, durante Semana Santa, en la que se usan máscaras policromadas inspiradas en la obra del pintor Hermenegildo Bustos.

Durante la Fiesta de los Coquitos, los jóvenes intercambian dulces artesanales en el jardín principal. En octubre, se celebra al Señor de la Misericordia, una de las devociones más antiguas de la zona.

En la gastronomía local predominan los sabores del Bajío: mole de nuez, caldo de zorra, enchiladas con cecina y patitas de puerco entomatadas.

Para quienes buscan llevarse un recuerdo, abundan las mermeladas, conservas, vinos artesanales y licores elaborados en la región.