Esta es la secundaria de CDMX que lleva abandonada desde 2001 por una trágica razón

Los estudiantes de esta escuela han pasado por varios planteles incluso antes del accidente

Guardar
La secundaria Basilio Badillo lleva
La secundaria Basilio Badillo lleva sin utilizar desde un accidente en 2001. (Google Maps)

A más de dos décadas del cierre, la Escuela Secundaria Técnica 167 Basilio Badillo permanece como un espacio abandonado, convertido en escenario de relatos paranormales y exploraciones urbanas, mientras su historia sigue circulando en plataformas digitales y entre quienes buscan revivir los ecos de aquel trágico octubre de 2001.

Exploradores urbanos e incluso ex alumnos de la escuela ubicada Volcán Ajusco 61, colonia La Pradera I Secc de la alcaldía Gustavo A. Madero se han colado a las instalaciones para documentar lo que hay ahí, al menos hasta 2014, los grafitis no habían llenado las paredes y ni siquiera se habían borrado las lecciones de los docentes en los pizarrones.

A través de un grupo de Facebook, ex alumnos de la década de los ochentas y noventas han compartidos sus recuerdos y fotos del lugar actualmente. Cabe señalar que, ante la SEP, la secundaria sigue existiendo, pero su alumnado está en las instalaciones de la secundaria 326, producto de dos escuelas: la 167 Basilio Badillo y la 129 Manuel Gutiérrez Najera.

Así se veía la secundaria
Así se veía la secundaria Basilio Basillo al menos hasta 2014 por dentro. CRÉDITO: (FB/Yuya Sosve)

De igual forma, algunos ex alumnos han revelado que en los 70, los estudiantes de primer año estuvieron un ciclo escolar en las instalaciones de la secundaria 158 en la colonia Cuchilla del tesoro y unos meses en la secundaria 129, que ahora es la sec. 310.

Qué pasó en la secundaria 167 Basilio Badillo

Este plantel, cerrado desde octubre de 2001, permanece en completo abandono, marcado por el deterioro, el vandalismo y la vegetación que ha invadido sus instalaciones. La noticia principal que explica este estado de abandono se remonta a una explosión ocurrida en el laboratorio de Artes Plásticas, un suceso que dejó víctimas y transformó para siempre la historia de la escuela.

El 15 de octubre de 2001, una explosión sacudió la Escuela Secundaria Técnica 167 Basilio Badillo. El incidente, registrado alrededor de las 13:00 horas, se produjo cuando empleados de la empresa Conservación de Pilotes de Control S.A. (Copilsa) realizaban trabajos de mantenimiento en los cimientos del plantel, específicamente en el sótano del taller de artes plásticas.

Así se veía la secundaria
Así se veía la secundaria Basilio Basillo al menos hasta 2014 por dentro. CRÉDITO: (FB/Yuya Sosve)

Durante la intervención, la acumulación de gas metano en uno de los ductos subterráneos provocó la detonación, destruyendo un salón de casi 15 metros cuadrados y generando alarma entre estudiantes, profesores y vecinos.Las consecuencias fueron graves: cinco personas resultaron heridas, entre ellas dos alumnas que sufrieron contusiones leves y dos trabajadores que presentaron quemaduras de segundo y tercer grado en el 80 % de su cuerpo, permaneciendo en estado crítico en el Hospital de La Villa.

Un tercer trabajador, hermano de los anteriores, también fue hospitalizado, aunque sus lesiones fueron menos severas.

Las primeras investigaciones descartaron la ruptura de una tubería de gas doméstico como causa del accidente, confirmando que la explosión se debió a la acumulación de gas metano. Según fuentes de la demarcación, en uno de los registros de la escuela el nivel de metano alcanzó el 100 %, mientras que en el resto fue de apenas 5 %.

La delegación Gustavo A. Madero, en coordinación con la Secretaría de Educación Pública (SEP), suspendió las clases durante tres días para permitir la intervención de peritos de la entonces Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), quienes debían determinar el origen exacto de la explosión y supervisar la demolición del área afectada.

El impacto del accidente trascendió el ámbito escolar. Un video difundido en TikTok por el usuario @islanburck ha reavivado el interés en la historia de la secundaria, mostrando imágenes de la estructura actual: paredes cubiertas de grafitis, ventanas ausentes, hierbas altas y árboles que han crecido con el tiempo.