El papel del narcotráfico detrás de la crisis hídrica en México: incremento de precios y explotación ilegal

Productores enfrentan escasez extrema de agua en el país mientras libran batallas en distintos frentes; incremento de precios y explotación son los principales problemas

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La sequía extrema en el
La sequía extrema en el norte de México provoca pérdidas de ganado y afecta a agricultores. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Ante la falta de lluvias, ganaderos y agricultores del norte de México han experimentado pérdidas de ganado y a pesar de que perforan pozos en busca de agua, se quedan con las manos vacías, pues el líquido vital es nulo.

Aunque recientemente los huracanes trajeron agua a diferentes estados, la situación en zonas fronterizas con Estados Unidos va más allá de cuestiones meteorológicas y se debe a múltiples factores que abarcan desde el contexto histórico político hasta el crimen organizado.

El precio del agua en Sinaloa experimentó un incremento de casi un 5% durante el último año, una tendencia que, según expertos, podría intensificarse a medida que la sequía se agrava en México.

Extracción ilegal de agua

La explotación ilegal del agua
La explotación ilegal del agua y el crimen organizado agravan la escasez en estados fronterizos. (Imagen de Archivo/ FGR)

En este contexto, la explotación ilegal del agua se ha convertido en una de las principales amenazas para la seguridad y el acceso a este recurso en el país pero especialmente en regiones específicas como es el caso de estados del norte como: Sinaloa, Sonora, Chihuahua y Coahuila, en donde las personas se enfrentan a una “sequía excepcional”, es decir, el nivel más alto según el Monitor de Sequía de México de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA).

Esta situación se agravó en marzo, cuando Estados Unidos se negó a liberar agua del río Colorado hacia México por primera vez en ocho décadas, debido al incumplimiento de los acuerdos binacionales de reparto.

Un informe de la CONAGUA, identificó 5 mil tomas ilegales en tuberías de agua en el norte del país, casi el triple de las detectadas hace cinco años.

En marzo de 2024, autoridades de la Ciudad de México propusieron una reforma legal para endurecer las sanciones por estas conexiones ilícitas, en respuesta a la crisis hídrica. El control del agua por parte de grupos criminales va más allá del robo.

Durante una investigación de campo realizada por Insight Crime en Culiacán, Sinaloa, en abril de este año, diversas fuentes señalaron que organizaciones como la facción de Los Chapitos del Cartel de Sinaloa han impuesto un sistema ilegal de cobros a los distribuidores comerciales de agua, forzando la redistribución bajo términos propios, afectando tanto los precios como la seguridad.

Además, el Cartel de Sinaloa y los Mazatlecos utilizan amenazas para tomar el control de sistemas de riego en los campos agrícolas, accediendo a información sobre la cantidad de cultivos y el volumen de agua requerido por cada productor. Con estos datos, exigen pagos a cambio de mantener el suministro.

Contexto de la falta de agua

El Cártel de Sinaloa y
El Cártel de Sinaloa y los Mazatlecos controlan sistemas de riego y extorsionan a productores agrícolas. (Imagen de Archivo/ REUTERS/Jose Luis Gonzalez)

El 28 de abril, México anunció que cumpliría con sus compromisos para restablecer el flujo y en el estado de Michoacán, las autoridades han implementado tecnología satelital para combatir el robo de agua.

El gobernador Alfredo Ramírez Bedolla informó que el sistema de vigilancia ambiental, respaldado por satélites de la NASA y de la Unión Europea, ahora supervisa 35 mil represas para evitar que sean llenadas de manera ilegal durante la temporada seca. Si se detectan niveles elevados, el gobierno investigará la procedencia del agua.

Bedolla afirmó que este sistema permitirá a las autoridades “atender los delitos ambientales a gran escala como nunca antes había sucedido en la historia del estado”. E el caso del Lago de Pátzcuaro, una de las principales reservas de agua dulce del interior de México, ha sido blanco frecuente de extracción ilegal.

En abril del año pasado, la policía desplegó operativos para proteger el lago tras constatar que el robo de agua y la sequía habían reducido su superficie en un 42%, alcanzando mínimos históricos.

En una intervención, las fuerzas de seguridad desmantelaron un sistema de bombeo que había sustraído más de 100 mil litros de agua en tan sólo ocho horas, utilizando decenas de metros de tuberías para desviar el recurso hacia una plantación de aguacate.

Sin embargo, el problema no se limita a Michoacán, pues según expertos consultados por Connectas, hasta un 15% del agua en México podría perderse por robo.