El día que Lázaro Cárdenas fue electo como presidente de México: estos fueron los resultados hace casi un siglo

El general gobernó la república mexicana de 1934 a 1940

Guardar
La acción más destacada del
La acción más destacada del sexenio de Lázaro Cárdenas fue la expropiación petrolera en 1938. Crédito: Wikimedia commons/Dominio Público

El proceso electoral que llevó a Lázaro Cárdenas del Río a la presidencia de México en 1934 representó una importante transformación en el panorama político nacional. Más allá del simple cambio de un presidente, la campaña, la jornada electoral y sus resultados reflejaron las dinámicas internas y retos del sistema posrevolucionario, bajo la influencia directa del Partido Nacional Revolucionario (PNR) y liderazgos forjados durante la Revolución Mexicana.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM), la elección presidencial de 1934 se celebró el 1 de julio y reunió a cuatro candidatos: Lázaro Cárdenas, postulado por el PNR; Antonio I. Villarreal, por el Partido Antirreeleccionista; Hernán Laborde, por el Partido Comunista; y Adalberto Tejeda, respaldado por agrupaciones socialistas independientes.

Lázaro Cárdenas llegó como figura ascendente, luego de una trayectoria que incluyó ser gobernador de Michoacán, secretario en varios gabinetes y presidente del propio PNR. Además, el michoacano muy cercano a Plutarco Elías Calles, el Jefe Máximo de la Revolución Mexicana y quien, aunque no era presidente, era la figura más poderosa políticamente hablando del país.

Lázaro Cárdenas obtuvo más de
Lázaro Cárdenas obtuvo más de 2 millones de votos en la elección que le dio el triunfo. (Foto: INAH)

El eje de su campaña fue el Plan Sexenal, una plataforma que prometía reformas profundas en agricultura, trabajo, economía, educación, salud y obras públicas. Durante su gira electoral, Lázaro Cárdenas recorrió cerca de 18 mil kilómetros del territorio nacional, llevando sus propuestas a regiones urbanas y rurales con el objetivo de responder a las deudas sociales de la Revolución.

Su cercanía inicial con Plutarco Elías Calles, su mentor en el ámbito militar y político, fue sustituida con el tiempo por una visión propia y autónoma, lo que le permitió distanciarse políticamente y consolidar su propio liderazgo.

El desarrollo y los resultados de la elección reflejaron el control real que mantenía el PNR en el aparato electoral. Según el maestro Pavel Navarro Valdez, de la Academia Mexicana de la Historia, el partido había prometido asegurar para Cárdenas alrededor de un millón de votos, pero las cifras oficiales superaron esa meta: Lázaro Cárdenas obtuvo más de 2 millones 268 mil sufragios.

Lázaro Cárdenas comenzó a distanciarse
Lázaro Cárdenas comenzó a distanciarse de Plutarco Elías Calles, su mentor y la persona de mayor influencia en el país, desde la campaña. Crédito: Wikimedia commons/Dominio Público

El contraste con la oposición fue contundente: Antonio I. Villarreal recibió 24 mil 300 votos; Adalberto Tejeda, 16 mil; y el comunista Hernán Laborde, apenas 559. El bajo número adjudicado al Partido Comunista, advierte el especialista, se explica por prácticas de minimización y eliminación de sufragios a opositores que, aunque no comprometieron el triunfo oficial, evidenciaron los mecanismos que optimizaban los resultados para el partido dominante y dificultaban el crecimiento real de alternativas políticas en el proceso.

Finalizada la jornada electoral y tras la publicación de los resultados, fue tradición que los actores clave intercambiaran impresiones sobre el desenlace. Tanto Cárdenas como otros personajes importantes del PNR, viajaron a la finca El Tambor, propiedad de Plutarco Elías Calles, para discutir los pormenores del proceso.

Ya en su toma de posesión el 1 de diciembre de 1934, Lázaro Cárdenas refrendó su compromiso con el Plan Sexenal y dijo:

“Nada puede justificar con más elocuencia la larga lucha de sacrificios de la Revolución Mexicana como la existencia de regiones enteras en las que los hombres de México viven ajenos a toda civilización material y espiritual, hundidos en la ignorancia y la pobreza más absoluta, sometidos a una alimentación, a una indumentaria y a un alojamiento inferiores e impropios de un país que, como el nuestro, tiene los recursos materiales suficientes para asegurar una civilización más justa”