Senadora de Morena sugiere reclutar “mamados del gimnasio” para integrar una guardia civil tras rechazo de la oposición

Lucía Trasviña desestimó las quejas de los legisladores contrarios y los mandó a conformar sus propias fuerzas del orden con personas comunes

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La morenista tomó con ligereza
La morenista tomó con ligereza las quejas de la oposición. (Foto: Canal del Congreso)

Durante la sesión extraordinaria del Senado, en la que se aprobó la participación de las Fuerzas Armadas en la Guardia Nacional, la senadora Lucía Trasviña (Morena) desestimó los resultados de la oposición que defendía el mantenimiento del carácter civil de este cuerpo de seguridad pública de una manera peculiar.

En el pleno celebrado el lunes 30 de junio, la aprobación de la reforma a la Ley de la Guardia Nacional fue respaldada con 75 votos a favor y 32 en contra. Parte de la oposición había advertido que el cambio implicaba militarización, pues otorgaba mando, formación y operaciones encubiertas a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).

Durante su intervención, Trasviña, que ocupa la presidencia de la Comisión de Seguridad Pública del Senado, defendió el proyecto destacando la necesidad de reforzar la capacitación y profesionalización de esta fuerza. Señaló que, bajo su actual configuración, la Guardia Nacional fue clave en la proximidad social durante la pandemia de COVID‑19, sin embargo, para los opositores no cumple con las promesa hechas por la Cuarta Transformación.

Lucía Trasviña, senadora por Baja California Sur desde 2018 y presidenta de la Comisión de Seguridad Pública, ha sido reconocida por intervenciones mediáticas controvertidas, como la foto portando un arma en 2019 o el apoyo a iniciativas polarizantes.

La legisladora ha causado revuelo
La legisladora ha causado revuelo por sus polémicas intervenciones en el pleno. (Foto: X @KarlaToledoZam)

Declaraciones que generaron polémica

Pese a que las fuerzas armadas ahora tendrán control total de los equipos de seguridad del país, sus argumentos se mezclaron con una metáfora que generó reacciones encontradas. Preguntó retóricamente qué si la oposición deseaba una guardia con carácter civil, podían reclutar a personas “mamadas que van al gimnasio a levantar pesas” para conformar la primera escuadra de una guardia civil que se desplegaría en territorio.

El propósito de la reforma es transferir a la Guardia Nacional bajo el mando directo de la Sedena, opción defendida por Morena y sus socios legislativos como una solución a problemas de seguridad pública. Aseguran que la militarización no implica vulnerar los derechos civiles, sino fortalecer operativos integrales.

Sus palabras provocaron aplausos en las bancadas afines a la 4T, mientras desde la oposición se registraron rechiflas y reproches. La intervención de Trasviña subrayó tres ejes de la estrategia: profesionalización, coordinación entre poderes y proximidad social.

Para la morenista es una buena opción si los opositores no están de acuerdo. Crédito: Canal oficial Senado

Senadores de la oposición reaccionan a la ley

Los opositores denunciaron la reforma como un retroceso institucional. Según su narrativa, la militarización de la Guardia Nacional representa una amenaza al control civil, contraviniendo garantías democráticas consolidadas tras su creación en 2019 bajo el mandato de la Cuarta Transformación, promesa que ahora se ve parcialmente incumplida.

Por su parte, Morena sostuvo que los cambios eran necesarios para dignificar la labor de la Guardia, profesionalizar su formación y garantizar recursos estructurales que permitan desplegar operativos técnicos y humanitarios con un enfoque de derechos.

En el hemiciclo, algunos morenistas interpretaron los comentarios de Trasviña como una estrategia para devolver la discusión al terreno del contragolpe político, frente a los ataques de la oposición.