Un niño conmovió a todos al tramitar su acta de nacimiento para poder ir a la escuela

Pese a la falta de documentos y recursos, el menor acudió al Registro Civil por iniciativa propia para reclamar su derecho a la identidad

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Pese a la falta de
Pese a la falta de documentos y recursos, Salomón acudió solo al Registro Civil para reclamar su derecho a la identidad y poder inscribirse en la educación formal. (Captura de pantalla/ADN40)

El registro de nacimiento constituye un derecho humano fundamental, protegido tanto por tratados internacionales como por el marco legal mexicano, pues la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes lo reconocen expresamente, garantizando que toda persona, desde su nacimiento, tenga acceso a un nombre, apellidos, nacionalidad, filiación y a la preservación de su identidad.

A pesar de este respaldo normativo, miles de niñas y niños aún crecen sin registro de nacimiento, especialmente en zonas rurales y entre familias de escasos recursos, lo que les impide acceder a derechos básicos como educación, salud y protección social.

Este rezago institucional se reflejó recientemente en Boca del Río, Veracruz, donde un menor de 11 años, identificado como Salomón, se presentó por cuenta propia en las oficinas del Registro Civil para solicitar su acta de nacimiento, caso que fue atendido por personal de la institución pública local.

Salomón, un niño en busca de identidad

Salomón, de 11 años, acudió
Salomón, de 11 años, acudió solo al Registro Civil para obtener su acta de nacimiento y poder estudiar. (Captura de pantalla/ADN40)

El menor nació en una comunidad del municipio de Jesús Carranza, al sur del estado de Veracruz, según informó la estación de radio local XEU Noticias. El parto fue atendido en casa por una partera, una práctica todavía común en zonas rurales, sin embargo, tras el fallecimiento de la mujer que asistió el procedimiento médico, el trámite de registro nunca se llevó a cabo. “Se murió la partera y mi papá se olvidó”, relató el niño en una entrevista para el canal de televisión ADN40.

Con el paso del tiempo, los padres se separaron y el menor creció sin identidad legal. Debido a esta situación, Salomón nunca fue inscrito en una institución educativa, sin embargo, a pesar de las limitaciones, nunca abandonó la idea de estudiar. Fue su vecina, doña Verónica, quien le explicó que para ingresar a una escuela necesitaba contar con un acta de nacimiento. Esa conversación lo impulsó a presentarse solo en el Registro Civil de Boca del Río para solicitar información sobre cómo obtener su acta de nacimiento.

Martín García Páez, oficial del Registro Civil de Boca del Río, relató que la principal preocupación del niño era no poder estudiar y, ante la situación, se inició el procedimiento para darle identidad legal. Dado que se trataba de un menor, fue necesario localizar a sus padres y reunirlos para dar fe del nacimiento. A pesar de estar separados, ambos colaboraron en el proceso, contando con el respaldo del agente municipal y del DIF local, que ayudó con la documentación necesaria.

Además, debido a la situación de pobreza de la familia, las autoridades les brindaron apoyo logístico y económico para que pudieran acudir al trámite. Así, un mes después de comenzar el proceso, Salomón finalmente recibió su acta de nacimiento y se convirtió oficialmente en ciudadano mexicano, con derecho a estudiar, recibir atención médica y participar plenamente en la vida social del país. “Estoy feliz, voy a ir a la escuela”, declaró el menor.

La importancia del registro de nacimiento

Padres o tutores pueden registrar
Padres o tutores pueden registrar por primera vez a sus hijos en el Reniec llevando el acta de nacimiento y una foto tamaño pasaporte. (Gob.pe)

El caso de Salomón ilustra una de las consecuencias de no registrar a un menor de edad al nacer, una situación que, según datos del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), afecta a cerca de una cuarta parte de los niños menores de cinco años en el mundo. En el caso de México, donde existen regiones con escaso acceso a servicios públicos, el rezago en el registro civil sigue siendo una realidad cotidiana.

De acuerdo con el Sistema Nacional de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINNA), la falta de registro impide que los menores ejerzan plenamente sus derechos, ya que un niño sin acta de nacimiento carece de identidad legal, lo que restringe su acceso a la educación, los servicios de salud, la protección jurídica y la participación social. En palabras simples, un menor no registrado es un ciudadano invisible.

La Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, en su artículo 19, establece que desde el momento de su nacimiento, los menores tienen derecho a contar con nombre, apellidos, nacionalidad, y a ser inscritos gratuitamente y de forma inmediata en el Registro Civil. Además, las autoridades de los tres niveles de gobierno tienen la obligación de colaborar para restablecer la identidad de los menores cuando ésta no ha sido registrada.

Pese a ello, múltiples factores impiden que este derecho se garantice en la práctica. Entre las principales causas se encuentran la pobreza extrema, el desconocimiento de los padres sobre el proceso de registro, las distancias geográficas a las oficinas del Registro Civil y los costos asociados al trámite, como el transporte o las sanciones por registro extemporáneo.

Las consecuencias de esta omisión se extienden hasta la edad adulta, ya que sin acta de nacimiento, una persona no puede acceder a educación formal, no puede obtener un empleo legal, abrir una cuenta bancaria, votar, obtener un pasaporte ni acceder a programas sociales; incluso, en muchos casos, la falta de identidad legal perpetúa el ciclo de pobreza y exclusión, detalla la Unicef.

Sumado a ello, el organismo invita a fortalecer los sistemas de registro civil, ampliarlos y asegurar que lleguen a las comunidades más apartadas, donde los niños como Salomón siguen esperando ser reconocidos. Asimismo, es fundamental generar campañas de concientización entre las familias, especialmente en zonas rurales, para subrayar la importancia del registro como la llave que abre la puerta a todos los demás derechos.