Muere reo en Reclusorio Oriente tras dispararse con arma casera

Un interno murió tras dispararse con un arma de fuego casera en el Reclusorio Oriente; la SSC investiga el caso

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Un reo se disparó con
Un reo se disparó con un arma hechiza en el área de Galeras del Reclusorio Oriente.(Foto: Twitter/@c4jimenez)

Un interno del Reclusorio Preventivo Varonil Oriente, en la Ciudad de México, murió tras detonarse un arma de fuego de fabricación casera, en hechos ocurridos en el área de Galeras, que conecta con las salas de audiencia del Tribunal.

La información fue confirmada este viernes por la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) a través de una tarjeta informativa, en la que se detalló que el hombre, privado de la libertad, portaba entre sus ropas un arma hechiza, la cual detonó, provocándose la muerte.

Hechos bajo investigación

Según el informe oficial, tras los hechos se dio aviso inmediato al agente del Ministerio Público, quien ahora encabeza la investigación correspondiente y ordenó la intervención de los servicios periciales para esclarecer las circunstancias exactas del deceso.

Asimismo, la SSC indicó que la Dirección General de Asuntos Internos ya inició una indagatoria interna para deslindar responsabilidades y determinar posibles omisiones procedimentales por parte del personal penitenciario.

El arma con la que
El arma con la que el interno se quitó la vida era de fabricación casera; autoridades investigan cómo ingresó al penal. FOTO: SAÚL LÓPEZ /CUARTOSCURO.COM

Un caso que abre preguntas sobre seguridad en penales

La muerte de este hombre ha generado nuevas dudas sobre los protocolos de revisión y control dentro del sistema penitenciario capitalino. ¿Cómo logró el recluso introducir y mantener oculta un arma de fuego, aunque fuera de fabricación casera? La respuesta apunta a fallas en los filtros de seguridad o incluso a una posible colusión interna, hipótesis que deberá esclarecer la investigación.

Este caso se suma a una serie de eventos que han evidenciado las deficiencias estructurales en los centros penitenciarios, donde los ingresos de objetos prohibidos continúan siendo una problemática recurrente. La autoridad capitalina reiteró su compromiso con una investigación exhaustiva, aunque hasta el momento no se han revelado detalles sobre la identidad del interno ni las condiciones en que permanecía recluido.

En abril murió Miguel “N” en el mismo reclusorio

En abril pasado, el caso de Miguel “N” generó atención mediática y judicial debido a las graves acusaciones en su contra. El hombre estaba vinculado a al menos siete casos de violencia extrema contra mujeres, incluyendo delitos de feminicidio, tentativa de feminicidio y desaparición cometida por particulares.

Miguel “N” se encontraba bajo custodia en el Reclusorio Preventivo Varonil Oriente y debía presentarse ante un juez para la audiencia de vinculación a proceso, la cual no pudo llevarse a cabo debido a un incidente registrado el 13 de abril de 2025. Ese día, la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México informó que el interno sufrió una caída al interior del penal, lo que le provocó una contusión severa.

El químico Miguel “N” falleció
El químico Miguel “N” falleció antes de ser vinculado a proceso por feminicidio.

De inmediato fue trasladado al servicio médico del centro penitenciario y posteriormente al Hospital General de Iztapalapa, donde los médicos lo valoraron y constataron que ya no presentaba signos vitales. El diagnóstico preliminar apuntó a un posible paro cardiorrespiratorio como causa del fallecimiento.

La muerte de Miguel “N” ocurrió en medio de un proceso judicial delicado, con múltiples denuncias de violencia de género y un perfil criminal que lo relacionaba con desapariciones y asesinatos. Su fallecimiento evitó que enfrentara a la justicia y dejó abiertas interrogantes sobre la vigilancia, custodia y atención médica al interior del sistema penitenciario de la capital.

Además, organizaciones de defensa de los derechos de las mujeres y familiares de víctimas manifestaron su preocupación por el hecho de que la muerte de un presunto feminicida impida el acceso a la verdad, la justicia y la reparación para las víctimas.