“¡Y la queso!”: Cómo llegó el drag a México y por qué es tan empoderante

A lo largo de su historia por el país, este arte ha tomado inspiración en la cultura nacional para crear una propia identidad “i-có-ni-ca”

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El drag en México ha
El drag en México ha recorrido un camino histórico que ha marcado a generaciones de artistas. Foto: (Jesús Tovar Sosa/Infobae)

El movimiento drag en México ha experimentado un crecimiento acelerado en los últimos años, pasando de espacios marginales a ocupar un lugar central en la cultura popular del país.

Hoy en día, la escena drag mexicana es una de las más influyentes de América Latina, con presencia en plataformas digitales, medios de comunicación y espacios artísticos, posicionándose como un referente internacional de diversidad, creatividad y resistencia.

El drag es mucho más que un espectáculo visual: es una forma de arte performativo que involucra a personas de cualquier género u orientación sexual, quienes construyen personajes a partir del maquillaje, el vestuario, la actuación, el canto, la comedia y la danza.

A través de estos elementos, el drag desafía las normas de género tradicionales, cuestiona los estereotipos y promueve nuevas formas de entender la identidad. No se trata solo de “vestirse del sexo opuesto”, sino de utilizar la transformación escénica como una herramienta de crítica social, empoderamiento y expresión personal.

El drag incluye diferentes artes
El drag incluye diferentes artes como el maquillaje, la danza, la moda y la música. (AP Foto/Aurea Del Rosario)

Aunque sus orígenes son debatidos, se cree que el drag surgió durante el siglo XVI, en la época isabelina de Inglaterra, cuando a las mujeres se les prohibía actuar y los hombres debían interpretar personajes femeninos. Otra versión ubica su desarrollo en el siglo XIX, en el Burlesque Victoriano, donde se satirizaban los roles de género.

El término “drag queen” se popularizó en los años 30 dentro de la comunidad LGBTQ+ de Estados Unidos, como una forma de resistencia en un contexto de persecución y clandestinidad.

En México, el drag tiene raíces en el travestismo, que se manifestaba principalmente en bares, antros y eventos de la comunidad LGBTIQ+. La figura más reconocida de esta primera etapa es Francis, nacida en Campeche, quien en los años 80 y 90 protagonizó “El show de Francis” en el Teatro Blanquita de la Ciudad de México, y recorrió escenarios en América Latina y Estados Unidos. Francis también incursionó en la televisión con su programa “Hasta en las mejores familias” en Televisa, abriendo camino a nuevas generaciones de artistas del transformismo y drag.

Inspiradas por su legado, surgieron propuestas como la de Las Hermanas Vampiro (La Supermana, La Superperra y Sergio Alazcuaga), que integraron el cabaret mexicano en sus presentaciones. Esta línea de espectáculo encontró visibilidad en televisión gracias al programa Desde Gayola, creado por Horacio Villalobos en 2002, el cual consolidó a figuras como La Roña, La Maniguis y La Supermana en el imaginario colectivo.

En la última década, el drag mexicano ha entrado en una nueva etapa de expansión. El término “draga” ha sido apropiado y mexicanizado, y han surgido competencias como La Carrera Drag de la CDMX, fundada por Paris Bang Bang en 2014, y Regias del Drag, nacida en Monterrey en 2016 y dirigida por Mama Bree. Ambas iniciativas dieron impulso a talentos emergentes en distintas regiones del país.

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El drag en México ha construido su propia identidad, basado en aspectos de la cultura nacional. Foto: (iStock)

Sin duda, un parteaguas en la popularización del drag en México fue el lanzamiento en 2017 de La Más Draga, un programa de competencia producido por Bruno Olvez y Carlo Villarreal. A diferencia de formatos extranjeros, este show destaca por enaltecer la cultura mexicana, desde el folclore hasta los íconos populares, y ha abierto espacio para artistas de todo el país que buscan visibilizar su identidad a través del arte drag.

Recientemente, bajo la promoción y participación de RuPaul, una famosa drag queen estadounidense, México implementó un formato llamado Drag Race México, el cual tuvo dos temporadas, aunque ha prometido regresar con una tercera.

Actualmente, el drag en México ya no se limita a los bares ni a la vida nocturna. Muchas dragas se han convertido en creadoras de contenido, influencers, activistas y artistas multidisciplinarios. A lo largo de esto se han incluido nuevas modalidades y términos como las “mascotidrags”, en donde destacan personajes como la Burrita Burrona.

Además de entretener, el drag en México levanta la voz por mejores condiciones laborales, la dignificación del trabajo artístico y la visibilidad de la comunidad LGBTQ+, a través del arte y la fiesta.