Los Códices de México, testigos documentales del desarrollo cultural, científico y artístico de las civilizaciones prehispánicas, se exhiben desde el 27 de junio de 2025 en el Museo Arqueológico de Mazatlán (Musam).
La exposición reúne cinco facsímiles de códices fundamentales: el Mendocino, el Tonalámatl, el Boturini, el De la Cruz Badiano y el Dresde.
Estos ejemplares, cedidos temporalmente por la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia (BNAH) “Dr. Eusebio Dávalos Hurtado”, permiten adentrarse en el complejo universo de los tlacuilos, los antiguos “escribas pintores” que registraron acontecimientos, nombres, fechas, lugares, cuentas, prácticas y creencias de los pueblos originarios.
La muestra busca acercar al público a la riqueza de estos documentos, que no solo constituyen fuentes históricas, sino también símbolos vivos de identidad y memoria.
Baltazar Brito Guadarrama, curador de la exhibición y director de la BNAH, destaca que el propósito central es reconocer la belleza, sabiduría y relevancia universal de estos testimonios.
Por estas razones, la Colección de Códices de la BNAH forma parte del programa Memoria del Mundo de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) desde 1997.
Brito Guadarrama subraya que estos códices representan sistemas complejos de creencias y saberes, abarcando registros geográficos, históricos, económicos, calendáricos y simbólicos.
“La vigencia de estos documentos no se limita al pasado, aún hoy, comunidades recurren a ellos como fuente histórica, respaldo legal y símbolo de identidad”, afirma el etnohistoriador, quien ofrecerá una conferencia sobre el tema el 11 de julio de 2025 a las 17:00 horas.
Los facsímiles presentados en el Musam son reproducciones fieles de los originales, elaboradas por la BNAH en soportes que reflejan la diversidad de materiales utilizados por los antiguos tlacuilos: amate, piel, fibra de maguey, tela de algodón y papel europeo.
Cada uno de los códices expuestos posee una historia y características singulares que los convierten en piezas clave para entender la cosmovisión y el conocimiento de las culturas mesoamericanas.
La importancia de los códices mexicanos ha trascendido fronteras y épocas.
Entre septiembre de 2014 y febrero de 2015, el Museo Nacional de Antropología albergó la mayor exposición dedicada a estos documentos, que atrajo a más de 300.000 visitantes.
Desde entonces, la colección ha recorrido diversos espacios culturales del país, como el Museo Regional de Nayarit, y ha llegado incluso al extranjero, con presentaciones en el Instituto Camões de Lengua Portuguesa y Cooperación en Lisboa, el Centro de la Revolución Cultural en La Paz, Bolivia, y la Feria Internacional del Libro de Bogotá en Colombia.
En cada una de estas sedes, la exposición ha transmitido el mensaje de comprender cómo los pueblos mesoamericanos concebían el cosmos y el tiempo, así como la continuidad de los saberes indígenas durante la época virreinal.
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