Senado de la República aboga por prohibir el uso de mamíferos marinos en espectáculos de México

La legislación ha sido modificada en diversas ocasiones, donde su desarrollo ha buscado regular la industria relacionada con esta actividad

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(Imagen Ilustrativa Infobae)
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El pleno del Senado de la República aprobó con cambios en la reforma a la Ley General de Vida Silvestre, que restringe el uso de mamíferos marinos, como delfines, lobos marinos y orcas, en espectáculos fijos o itinerantes en México.

Cabe aclarar que, dicho artículo ha sido objeto de múltiples modificaciones a lo largo del tiempo, específicamente desde el año 2002. Desde entonces, se ha trabajado en su desarrollo con el propósito de regular la industria vinculada a los espectáculos y la reproducción en cautiverio de animales marinos.

En razón de ello, la Cámara Alta decidió recientemente que, la posesión de estas especies estará permitida únicamente en espacios destinados a la conservación y reproducción, así como en centros de investigación científica.

‘Ley General de Vida Silvestre’: Senado avala reforma

A través de un comunicado, el Senado de la República informó que la reforma al artículo 60 Bis de la legislación fue aprobada por unanimidad, con 99 votos a favor. La reforma establece una prohibición al uso de mamíferos marinos en actividades que no tengan como objetivo la investigación científica, la educación o fines de conservación y preservación.

Del mismo modo, la disposición establece la prohibición de capturar y reproducir estas especies bajo manejo intensivo, a excepción cuando dichas acciones se lleven a cabo con fines de reintroducción, repoblación o translocación de las mismas.

Imagen Ilustrativa Infobae
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Por su parte, la asamblea aprobó las modificaciones al dictamen propuestas por la senadora Maki Esther Ortiz Domínguez, presidenta de la Comisión de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Cambio Climático, por lo que el proyecto fue remitido de nuevo a la Cámara de Diputados.

¿Qué incluyen las modificaciones? Conforme a lo expedido, los cambios incorporan adiciones al artículo 60 Bis, así como nuevas pautas a los artículos 47 Bis, 122 y 127, además de ajustes en diversas disposiciones transitorias de la ley.

  • Los predios y unidades que manejen especies en forma confinada, se les retirará la autorización de aprovechamiento cuando se detecten inconsistencias en sus planes de manejo.
  • Las investigaciones relacionadas deben realizarse o estar avaladas por una institución académica o de investigación, con registro oficial y contar con un protocolo autorizado.
  • Para casos de contingencia, emergencia zoosanitaria o cualquier otra situación que ponga en riesgo o peligro a los ejemplares de mamíferos, los cambios plantean que deberán trasladarse de manera temporal a instalaciones sin contacto o comunicación directa con el mar, para garantizar su integridad.
  • Sólo se podrá autorizar la captura para actividades de restauración, repoblamiento y de reintroducción de dichas especies en su hábitat natural.
  • Para las especies del grupo de los cetáceos, se establece que deben permanecer en corrales marinos, evitando su ubicación en instalaciones de concreto como albercas o estanques. En caso de que esto no sea posible, los cetáceos deberán mantenerse en instalaciones abiertas con intercambio de agua del exterior.

“Durante décadas se permitió que los mamíferos marinos fueran pieza central de un modelo recreativo; sin embargo, ese éxito económico descansó en prácticas que la regulación contemporánea considera incompatibles con el bienestar animal”, añadió la senadora Ortiz Domínguez

En representación de la Comisión de Estudios Legislativos Primera, la senadora Olga Patricia Sosa Ruíz, defendió que la modificación a la Ley General de la Vida Silvestre busca poner fin a una práctica que ya no tiene cabida en el desarrollo de nuestro país.

Durante la ronda de posicionamientos, la norma contó con el respaldo de Alejandra Berenice Arias Trevilla, de Morena; Jorge Carlos Ramírez Marín, del PVEM; Carolina Viggiano Austria, del PRI; Lizeth Sánchez García, del PT; y Tabita Ortiz Hernández, de Movimiento Ciudadano.

“Esta práctica antes normalizada ya ha sido cuestionada por la ciencia, por activistas y por la sociedad; prohibir estos espectáculos es un paso firme hacia un trato más ético y respetuoso para los seres vivos con los que compartimos el planeta”, comentó Viggiano Austria.