Raúl “El Gordo” de Molina se desangra tras cirugía estética y Lili Estefan rompe en llanto

El conductor de “El Gordo y la Flaca” fue intervenido de emergencia tras perder sangre en su domicilio

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Raúl de Molina fue hospitalizado
Raúl de Molina fue hospitalizado de emergencia tras una grave hemorragia luego de una cirugía estética (EE. UU). EFE/Alicia Civita

El reconocido conductor Raúl de Molina, conocido popularmente como ‘El Gordo’, sufrió una grave hemorragia y debió ser hospitalizado de emergencia tras someterse a una cirugía estética a finales de mayo en Estados Unidos.

La noticia sobre el estado de salud de Raúl de Molina generó inquietud entre los seguidores del programa de espectáculos ‘El Gordo y la Flaca’, transmitido por Televisa Univision.

El presentador, de 65 años, se ausentó del espacio televisivo desde mayo, lo que despertó especulaciones y preocupación tanto en el público como entre sus compañeros de trabajo.

La productora del programa, Mariela Cardona, confirmó que el conductor se había sometido a una intervención quirúrgica, aunque en un primer momento no se ofrecieron detalles sobre la naturaleza del procedimiento.

El conductor de 'El Gordo
El conductor de 'El Gordo y la Flaca' se sometió a una panniculectomía para mejorar su salud tras perder 50 kilos (Photo by Mireya Acierto/Getty Images)

La cirugía a la que se sometió Raúl de Molina fue una panniculectomía, una operación destinada a retirar el exceso de piel y grasa acumulada en la parte baja del abdomen, una secuela común tras una pérdida de peso significativa. El propio conductor explicó que la decisión de operarse respondió a motivos de salud más que a una cuestión meramente estética.

Me quitaron en la operación 15,4 libras (7 kilogramos) de pellejo y gordura que me caía en la barriga”, relató en una entrevista con People en Español.

En los últimos años, de Molina logró perder 110 libras (50 kilogramos), lo que le permitió mejorar su calidad de vida, pero le dejó un excedente de piel que le impedía realizar actividades cotidianas como nadar o hacer ejercicio. “No podía nadar, no podía hacer ejercicio. Me molestaba mucho. Lo hice con un doctor que me recomendaron muchísimas personas”, detalló.

El procedimiento quirúrgico se realizó a finales de mayo y, en un principio, la recuperación transcurrió sin incidentes. Sin embargo, al octavo día de la convalecencia, Raúl de Molina comenzó a experimentar molestias y dolores intensos, especialmente en el pie izquierdo.

La recuperación de Raúl de
La recuperación de Raúl de Molina se complicó por medicamentos que afectaron la coagulación y cicatrización (Archivo)

El conductor relató que, tras reanudar sus actividades y caminar aproximadamente 3,4 kilómetros (2,1 millas) a lo largo del día en su edificio, notó un dolor creciente.

En ese momento, un médico —que no era su cirujano plástico— le recetó pastillas desinflamatorias. Esta decisión resultó ser un punto de inflexión en su recuperación, ya que los medicamentos afectaron el proceso de coagulación y cicatrización, lo que desencadenó una crisis de salud.

La situación se agravó cuando, diez días después de haber sido dado de alta, de Molina se desmayó en su casa debido a una hemorragia.

Lo último que me acuerdo es cuando me despierto y veo a mi hija llamando al 911”, narró el conductor. Su hija Mía, quien se preparaba para asistir a una clase de pilates, fue testigo del episodio y actuó con rapidez al solicitar ayuda de emergencia.

Los paramédicos trasladaron a Raúl de Molina al hospital, donde los médicos constataron que había perdido una cantidad considerable de sangre por los drenajes colocados durante la cirugía.

Me llevaron al hospital, había perdido sangre por los lados en donde tenía las salidas. Cuando te operan te ponen unos tubos para drenaje y me tuvieron que poner transfusión de sangre y a las 22:00 de ese día decidieron que me iban a operar para limpiar por dentro y volver a cerrar”, explicó.

El presentador sufrió una hemorragia
El presentador sufrió una hemorragia y debió ser operado de urgencia para evitar una sepsis (Foto: Instagram)

La gravedad del cuadro obligó a los médicos a realizar una cirugía de emergencia para evitar una sepsis, ya que la herida se había abierto y existía riesgo de infección generalizada.

Tras la intervención, de Molina permaneció hospitalizado durante tres días bajo observación. “Me pasé en el hospital tres días, eso lo hicieron para prevenir una sepsis. Llegué a mi casa, empecé a caminar y se me abrió la herida después de cinco días, el único problema es que tengo un poco la herida abierta, pero voy al hospital a tratamiento. Pero estoy bien, tengo la presión bien. Estoy en mi casa con mi esposa y mi hija”, relató el conductor, quien se mostró agradecido por el apoyo recibido y por la rápida reacción de su familia.

La experiencia resultó especialmente traumática para su hija Mía, quien presenció el episodio y debió actuar con celeridad. “Mía quedó un poco traumatizada, hoy ya estoy en recuperación”, reconoció de Molina.

El conductor aprovechó la oportunidad para reflexionar sobre la importancia de consultar siempre con el médico tratante antes de tomar cualquier medicamento tras una cirugía. “Quizá no me debía haber hecho la cirugía, pero era necesario (...) Hay que asesorarse con su médico, hay que decirle a la gente que no esté bobeando como yo”, advirtió.

La ausencia de Raúl de
La ausencia de Raúl de Molina generó preocupación entre sus colegas y seguidores de 'El Gordo y la Flaca' (Archivo)

Durante su ausencia, la preocupación entre los colaboradores de ‘El Gordo y la Flaca’ fue palpable. Su compañera de conducción, Lili Estefan, le envió un mensaje emotivo en el que expresó el vacío que dejó su ausencia en el programa. “Mi gordo bello. No es lo mismo estar sin ti. Tú no sabes lo que te extrañamos. No tenemos a quién molestar. Así que apúrate, regresa para acá. Felicidades (por tu cirugía), sé que llevas años pensando en esto y creo que es un sueño hecho realidad”, manifestó entre lágrimas.