Esto han respondido las autoridades ante la violencia entre el CJNG y La Familia Michoacana en Zitácuaro

La violencia en Zitácuaro, Michoacán, ha alcanzado niveles alarmantes debido a los enfrentamientos entre el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y La Familia Michoacana, los cuales han causado consecuencias devastadoras para la población civil y un aumento del clima de inseguridad en la región.

Tan solo el 19 de junio pasado, grupos armados realizaron balaceras, narcobloqueos y quemaron vehículos, una tienda OXXO y camionetas en el libramiento J. Múgica y la zona de la central camionera de la localidad. Ante estos hechos, y según reportó la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) de Michoacán, hubo respuesta inmediata de fuerzas estatales y federales, lo cual logró reactivar la seguridad.

No obstante, la violencia dejó un saldo trágico: un menor de 5 años perdió la vida y sus dos hermanos, junto con su madre, resultaron heridos al recibir algunas balas perdidas. El último reporte del gobernador del estado, Alfredo Ramírez Bedolla, detalló que, hasta el momento, se conoce que los dos menores lesionados y su madre “se encuentran estables y fuera de peligro”.

Un día despúés, el 20 de junio, un cateo realizado por fuerzas federales en un rancho considerado como punto logístico William Edwin Rivera Padilla, apodado como “El Barbas” e identificado como líder del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).

La SSP de Michoacán informó que el ingreso al rancho fue por la zona de Valle Verde, una localidad al norte del centro de Zitácuaro, sobre la carretera 15 que va hasta la ciudad de Morelia.

“Aseguramos en Zitácuaro diez vehículos, cuatro granadas, cinco armas largas, 525 cartuchos, cargadores, chalecos balísticos, equipo táctico, un kilo de cocaína y un kilo de marihuana, durante un operativo coordinado con la (Secretaría de la) Defensa, la Fiscalía General de la República (FGR) y Fiscalía (General del Estado) de Michoacán”, reveló la dependencia estatal.

A pesar de ello, el alcalde Juan Antonio Ixtláhuac Orihuela reconoció públicamente: “Fuimos rebasados… el líder criminal se volvió a escapar”. Aunque se aseguraron armas, droga y vehículos, el incidente dejó en evidencia las dificultades operativas de las autoridades.

Sobre esa misma línea el gobernador Ramírez Bedolla calificó Zitácuaro como “zona de enfrentamiento entre estructuras criminales” y ordenó reforzar la presencia militar y policial en la región.

Mientras tanto, el titular de la seguridad estatal, Juan Carlos Oseguera Cortés, informó que se activaron filtros de seguridad, patrullajes conjuntos y monitoreo permanente mediante el C5 estatal con apoyo de la Guardia Nacional (GN) y el Ejército Mexicano.

Tras el panorama violento en toda la región, el gobernador ha enfatizado recientemente: “No toleraremos que cierren carreteras ni aterroricen a la población”. Por su parte, el alcalde Ixtláhuac Orihuela confirmó operaciones mixtas para prevenir más enfrentamientos y evitar el reclutamiento de jóvenes por parte de los cárteles.