5 razones por las que algunos remedios herbales son incompatibles con tratamientos para el cáncer

Los remedios herbales son preparados derivados de plantas que se utilizan con fines medicinales o terapéuticos.

Estas sustancias se elaboran a partir de diversas partes de las plantas, como hojas, raíces, flores, cortezas o semillas, que contienen compuestos activos con propiedades curativas. Se presentan en forma de tés, extractos, cápsulas, ungüentos, tinturas o aceites esenciales.

Estos remedios se han empleado históricamente en muchas culturas para tratar afecciones como dolores, infecciones, insomnio, problemas digestivos, entre otros.

Sin embargo, su eficacia y seguridad pueden variar dependiendo de la calidad del producto, la dosis y las condiciones de salud de quien los consuma, además de que muchas veces pueden interactuar mal con los medicamentos del tratamiento oficial, sobre todo en casos de cáncer. Sobre esta posible interacción y cómo prevenirla te contamos a continuación.

Algunas de las interacciones negativas que pueden tener los fármacos con tratamientos herbales pueden ser los siguientes, de acuerdo con información de la Memorial Sloan Kettering Cancer Center y de la American Cancer Society:

1. Interacciones farmacológicas: Algunos remedios herbales pueden alterar la forma en que el cuerpo metaboliza los medicamentos contra el cáncer, reduciendo su efectividad o aumentando sus efectos secundarios.
2. Efectos adversos adicionales: Algunas hierbas pueden potenciar los efectos secundarios de los tratamientos oncológicos, como náuseas, vómitos, fatiga o daño hepático.
3. Interferencia con terapias específicas: Ciertos remedios pueden contrarrestar el efecto de terapias dirigidas o inmunoterapias, afectando la eficacia del tratamiento.
4. Problemas de coagulación: Plantas como el ajo, el ginkgo biloba o el jengibre pueden interferir con la coagulación sanguínea, incrementando el riesgo de hemorragias en pacientes oncológicos.
5. Falta de regulación: Los remedios herbales no pasan por los mismos controles estrictos que los medicamentos, lo que genera incertidumbre sobre su composición, seguridad y posibles interacciones con tratamientos médicos.

Los pacientes que se preparan para procedimientos médicos específicos, como cirugías, quimioterapia o radioterapia, deben tomar precauciones adicionales en relación con el consumo de remedios herbales y suplementos alimenticios. Se recomienda suspender el uso de estos productos al menos 7 días antes del tratamiento, según las indicaciones de los proveedores de salud.

De acuerdo con las directrices médicas, los remedios herbales y suplementos pueden interferir con los tratamientos médicos al aumentar el riesgo de sangrado o alterar los efectos de los procedimientos.

Por esta razón, es fundamental que los pacientes consulten con su proveedor de cuidados de la salud para determinar si deben dejar de consumir estos productos antes de someterse a intervenciones como cirugías o terapias contra el cáncer. El tiempo de suspensión puede variar según el tipo de procedimiento y las recomendaciones específicas del médico tratante.

Aunque se aconseja evitar los remedios herbales en estas circunstancias, los pacientes pueden continuar utilizando hierbas en cantidades moderadas como parte de su alimentación diaria. Esto incluye especias para cocinar o tés, que no presentan la misma concentración ni potencia que los remedios herbales. La diferencia radica en que los remedios herbales son más concentrados y, por lo tanto, tienen un efecto más fuerte en el organismo.