
En el mundo del narco, las artistas han ocupado papeles clave como símbolos de estatus, vínculos políticos o simples trofeos. Así lo ha documentado la periodista Anabel Hernández en sus investigaciones, que han derivado en uno de sus choques más mediáticos: el que sostiene con la actriz Paty Navidad.
Ese conflicto volvió a cobrar fuerza recientemente, cuando Anabel Hernández participó en el podcast Criminalmente y abordó nuevamente el papel de algunas figuras del espectáculo en sus libros.
Durante la conversación, la autora de Los señores del narco fue tajante al referirse a la participación de Navidad, a quien describió como una figura sin relevancia dentro de sus investigaciones e incluso en el mundo del crimen.

Afirmó que su nombre aparece como una más entre varias mujeres del entretenimiento que acudieron a encuentros privados con Arturo Beltrán Leyva, pero sin ningún peso real en la estructura criminal. “Siempre ha sido una mujer de segunda categoría, incluso en ese mundo”, aseguró.
También señaló que Paty Navidad “no tiene un papel protagónico” en sus libros, y que fue simplemente “una de tantas mujeres del espectáculo que llegaron a la casa de Arturo Beltrán Leyva a complacerlo”.
Qué dice Anabel Hernández sobre Paty Navidad
En el libro Las señoras del narco: Amar en el infierno, Anabel Hernández menciona a Patricia Navidad como una de las actrices que habrían sido contactadas para asistir a eventos organizados por Arturo Beltrán Leyva, alias “El Barbas”. Según los testimonios incluidos en sus investigaciones, a la actriz se le habrían ofrecido sumas importantes de dinero y obsequios lujosos por asistir.

A lo largo de distintas entrevistas, Paty Navidad ha rechazado las afirmaciones de Anabel Hernández. Reconoció haber asistido a una reunión con Beltrán Leyva, pero afirmó que lo hizo engañada, tras ser contactada bajo el argumento de que un hombre enfermo, admirador suyo, deseaba verla por su cumpleaños. Aceptó pensando que sería una labor altruista.
“Yo en mi mente me lo imaginaba hasta en silla de ruedas, muy enfermo, porque así me lo pintaron. Al llegar, descubrí que no era lo que me habían dicho”.
Ya en el lugar, se encontró con Arturo Beltrán Leyva, quien —según su testimonio— le hizo una propuesta “indecorosa”, la cual rechazó de inmediato: “Dije no gracias, yo no me dedico a eso. No me prostituyo”.
Navidad afirma que el narcotraficante respetó su decisión y la dejó ir, y que no aceptó dinero, regalos ni propiedades. Sobre otros episodios mencionados por la periodista, sostuvo que son completamente falsos.
Un conflicto que llegó a la televisión
En agosto de 2024, ambas figuras se enfrentaron en vivo en el programa La Mesa Caliente de Telemundo. Durante la transmisión, Navidad increpó a Hernández por incluirla en sus libros sin pruebas, y acusó a la periodista de mezclar hechos con rumores.

Anabel Hernández respondió que los testimonios sí son considerados pruebas tanto en el periodismo como en procesos judiciales, y defendió la validez de su método. También invitó a Navidad a presenciar un juicio penal para conocer cómo se acreditan los testimonios en tribunales. La actriz, molesta, rechazó la invitación y dijo que la autora solo le repetía: “Demándame, demándame, demándame.”
Navidad sostuvo que consultó con abogados sobre la posibilidad de presentar una denuncia por difamación, pero le indicaron que no procedería, dado el tipo de lenguaje utilizado en los libros:
“El libro está escrito con ‘supuestamente’, ‘alegadamente’, ‘mi fuente dice’. Entonces no hay manera de cómo puedas demandar algo que no asegura. Está escrito como fantasía, como un libro de chismes donde se dice y se rumora, y eso no se puede demandar”, dijo después a los medios.
Más allá del plano legal, Paty Navidad ha cuestionado el trasfondo de las investigaciones de Hernández, insinuando incluso que la autora podría estar demasiado cerca del mundo que retrata.

“Cuando la involucrada, aparentemente, pues es ella. Porque cómo sabe tanto, ¿no? Ella sí vende libros de ahí, entonces, ¿quién saca provecho de eso?”, declaró la actriz.
También envió un mensaje a otras figuras públicas mencionadas en las obras de Hernández, advirtiéndoles que emprender acciones legales es inútil: “Vas a desgastarte, vas a agotarte y no vas a lograr nada porque no va a surtir efecto. Desgraciadamente, es perder el tiempo”.
Finalmente, aunque reconoció que las acusaciones afectaron su estabilidad emocional, pero dijo haber dejado el asunto atrás: “Me enojé mucho. Dije: ‘Todo lo que yo he trabajado, lo que me ha costado, y ahora esto’. Pero ya se me pasó el enojo. No voy a dejar que algo así afecte lo que soy”.
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