¿Quién es Dorothy Ruiz Martinez?, la mexicana que supervisa el lanzamiento de naves y cohetes de la NASA

Desde la fascinación infantil por los cohetes hasta la supervisión de misiones espaciales, una historia de perseverancia y vocación que inspira a futuras generaciones

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La pasión por el espacio
La pasión por el espacio que llevó a Dorothy Ruíz Martínez a la NASA. Crédito: Agencia Espacial Mexicana

Dorothy Ruíz Martínez, ingeniera aeroespacial mexicoamericana, lidera operaciones espaciales de la NASA desde el Centro Espacial Lyndon B. Johnson en Houston, es reconocida por su labor en el Centro de Control de las Misiones, ya que su papel resulta esencial en el lanzamiento y monitoreo de cohetes y naves espaciales.

Nacida en Texas y criada en Matehuala, San Luis Potosí, Dorothy experimentó durante su infancia el impacto de la tragedia del Challenger en 1986, un evento que marcó el inicio de su curiosidad por la mecánica de los cohetes y el universo de la ingeniería aeroespacial.

Desde entonces, su trayectoria académica y profesional fue guiada por la búsqueda de respuestas sobre la tecnología que permite a los humanos explorar el espacio exterior.

“Lo que me hace más feliz de mi vocación es formar parte de un grupo que estamos ayudando a explorar el espacio para descubrir beneficios para la humanidad y también me encanta inspirar a otras personas con lo que hago”, reveló la ingeniera al sitio Red de Mentoras de la Secretaría de Educación (SEP) de México.

La Estación Espacial Internacional orbita
La Estación Espacial Internacional orbita la Tierra cada 90 minutos y depende del monitoreo constante. (Imagen ilustrativa Infobae)

Un trabajo espacial desde la tierra

Dorothy forma parte del selecto grupo de mujeres que han hecho realidad su sueño de mirar al cielo y trabajar para él. Esa pasión la llevó a estudiar Ingeniería Aeroespacial en la Universidad de Texas A&M en el Collage Station, Texas.

“Decidí estudiar Ingeniería Aeroespacial porque desde niña tenía esa curiosidad de saber cómo se construían máquinas que iban al espacio y transportaban a seres humanos, para mí era algo extraordinario. Sabía que la Ingeniería Aeroespacial me iba a dar esa respuesta ya que esta carrera no sólo se trata de matemáticas y ciencias, sino te ayuda a entender cómo funcionan las cosas en el espacio de acuerdo a las Leyes de la Física”, comparte en su testimonio para Red de Mentoras.

Actualmente, Dorothy trabaja monitoreando la señal que conecta la base de control de misiones espaciales con la Estación Espacial Internacional (EEI), una nave del tamaño de un estadio de futbol que orbita la Tierra cada 90 minutos.

Su labor es clave para mantener la comunicación constante con los astronautas que viven en la EEI y realizan experimentos cruciales para el avance científico. “Desde la base de control, no solo cuidamos a los astronautas en el espacio desde la tierra, sino que nos aseguramos que todo esté bien con la nave espacial donde habitan; además, lanzamos cohetes al espacio”.

A pesar de estar acostumbrada a la rutina espacial, la emoción no desaparece, “aún me emociona ver desde la base de control cuando un cohete despega desde la tierra para ir al espacio”.

Dorothy coordina comunicaciones entre la
Dorothy coordina comunicaciones entre la Tierra y la Estación Espacial Internacional, supervisando misiones científicas clave. EFE/EPA/CRISTOBAL HERRERA-ULASHKEVICH

Romper barreras: la dificultades de Dorothy en la ingeniería aeroespacial

Durante una conversación con el medio Conecta del Tecnológico de Monterrey, Dorothy relató uno de los desafíos más significativos al comenzar su formación profesional.

En su primera universidad, dentro de la Facultad de Ingeniería Aeroespacial, se encontró sola en un grupo conformado por veinticinco personas. “Era súper intimidante, para empezar tomaba clases avanzadas de ingeniería dominadas por hombres. Yo estaba muy aislada, tenía mucho miedo y me decía a mí misma que no iba a poder”, confesó.

Los prejuicios y la falta de representación femenina dificultaban aún más su experiencia. “Al principio, como en todo, cuando formaban equipos para hacer proyectos los chicos no me elegían por ser mujer y por los estereotipos, porque no estaban acostumbrados a ver a mujeres en ese campo”, recordó.

La orientación de una docente fue crucial en momentos de incertidumbre. “Me decía ‘no tengas miedo, sé asertiva, métete a los equipos, si no te meten métete tú’ y fue lo que empecé a hacer… cuando decidí romper la barrera y agarrar confianza vieron que era capaz igual que ellos, que retenía la información igual que ellos, que aprendía, que tenía capacidad y que podía liderar un equipo, cuando pasó eso ya querían ser parte de mi equipo”, relató.

Ya en el ámbito laboral, la ingeniera aeroespacial asegura no haber enfrentado exclusión por cuestiones de género. Reconoce que el entorno ha cambiado, especialmente en instituciones como la NASA, donde muchas mujeres se desempeñan en distintas áreas.

“Yo creo que el talento no tiene género, si tú demuestras que eres capaz, demuestras tus actitudes de liderazgo y sabes de lo que estás hablando cuando estás en una conferencia, en una mesa, en una junta o cuando realizas algún análisis de riesgo en la base de control con muchos hombres y lo haces bien sabes que no es necesario decir o hacer cosas demás para que te noten, tu talento, capacidad y lo que proyectas es lo que te abrirá las puertas”, afirmó.

Dorothy considera que abrir espacio a la diversidad debe ser una prioridad en organizaciones de alto nivel. “Lo que hará diferente a las organizaciones es que las personas de arriba de la pirámide tienen que darse cuenta de abrir esa brecha, que tienen que darle oportunidad a personas que son diferentes para hacer el lugar de trabajo más diverso”, señaló.

Para cerrar, envió un mensaje de convicción y empoderamiento: “El sistema de apoyo es muy importante, pero lo esencial es creer en ti misma porque cuando lo vas intentando te vas dando cuenta que sí se puede, aduéñate de los logros y créetela”.