¿Cómo usar correctamente el trapeador para tener pisos limpios y brillantes?, guía en cuatro pasos

Aunque parezca una tarea doméstica simple, usar correctamente el trapeador puede marcar la diferencia entre un piso opaco y uno verdaderamente brillante. Esta herramienta, conocida como fregona en otras regiones, forma parte del arsenal básico de limpieza en la mayoría de los hogares y oficinas, gracias a su capacidad para mantener los suelos libres de suciedad.

Según el portal especializado Mi Dulce Hogar, el trapeador “es esencial para la limpieza de suelos”, ya que permite eliminar tanto residuos visibles como partículas que no se perciben a simple vista. Su estructura, compuesta por un palo largo y tiras absorbentes, lo convierte en un aliado práctico para higienizar superficies de forma eficiente.

“A través del trapeado, se eliminan tanto el polvo como las manchas, lo que contribuye a la higiene general del entorno”, señala la misma fuente. Pero para aprovechar todo su potencial, es importante saber cómo utilizarlo adecuadamente. Aquí te ofrecemos una guía en cuatro pasos para lograr resultados impecables.

De acuerdo con el sitio web de Rubbermaid, fabricantes de productos de limpieza, el agua que utilizamos para limpiar el piso puede ensuciarse rápidamente, lo que reduce su eficacia y propaga contaminantes. Estos son algunos de los consejos para cuidar del trapeador y evitar la propagación de virus en el hogar.

• Usa el sistema correcto para evitar la contaminación: el sitio señala que el agua de un solo cubo se contamina rápido, ante esto se recomienda emplear un sistema con cubetas separadas para enjuague y limpieza, evitando así que la suciedad regrese a la solución.
• Enjuaga el trapeador antes de usar la solución limpiadora: según la recomendación: “Al utilizar este tipo de sistema, la fregona sucia debe devolverse al agua de enjuague y escurrirse antes de volver a colocarla en la solución limpiadora.”
• Cambia el agua cuando sea necesario: Rubbermaid enfatiza la importancia de reemplazar la mezcla de limpieza cuando el agua luce sucia o turbia. De esta manera se previene la propagación de contaminantes y se mejora la desinfección, ya sea en el hogar o espacios sanitarios.
• Limpia el piso primero en seco: fregar en seco antes de pasar la fregona húmeda, puede reducir la cantidad de veces que se debe cambiar el cubo de agua.

“Esta técnica utiliza un cabezal de microfibra seco para recoger el polvo, la suciedad y otros residuos antes de limpiar el piso con una solución. Esto ayuda a mantener el agua de la fregona más limpia y mejora la eficacia de la solución de limpieza.”

Para prolongar la vida útil del trapeador y mantener su efectividad, es fundamental seguir ciertos cuidados básicos. El sitio especializado Mi Dulce Hogar sugiere lavar las tiras con agua y jabón después de cada uso, lo que ayuda a eliminar residuos acumulados y previene olores desagradables.

También es importante permitir que el trapeador se seque completamente antes de almacenarlo. Esto evita la aparición de moho, un problema común cuando se guarda húmedo. Además, Mi Dulce Hogar aconseja conservarlo en un espacio seco y con buena ventilación para protegerlo de la humedad.

Si las tiras muestran desgaste o se encuentran rotas, deben sustituirse cuanto antes para asegurar una limpieza adecuada. “Las tiras deben reemplazarse cada 3 a 6 meses, dependiendo de la frecuencia de uso y el desgaste. Si notas que no están limpiando adecuadamente o que están muy desgastadas, es momento de cambiarlas”, recomienda el mismo portal.

Por último, elegir la temperatura del agua también influye en la eficacia del trapeado. Para remover grasa o restos difíciles, el agua caliente resulta más efectiva; sin embargo, Mi Dulce Hogar advierte que en suelos delicados, como los de madera, es mejor optar por agua fría para evitar daños en el acabado.