Dónde debes colocar las fotos de tus seres queridos, según el Feng Shui

El Feng Shui es una antigua disciplina de origen chino que ha perdurado a lo largo de los siglos gracias a su enfoque integral sobre el bienestar humano. Basado en principios filosóficos taoístas, su objetivo es fomentar la armonía entre las personas y su entorno, a través de la disposición consciente de los objetos dentro del hogar o cualquier espacio habitado.

De acuerdo con la revista española de decoración El Mueble, la experta en Feng Shui Montserrat Beltrán detalla la importancia de que las imágenes evoquen emociones positivas y reflejen momentos felices ya que, según dicha filosofía asiática, las fotografías pertenecen al elemento fuego, lo que significa que su ubicación puede potenciar o alterar la energía de los espacios.

Además de lo estético, es fundamental que las imágenes expuestas “aporten buenas sensaciones y expresen las emociones que te gustaría despertar en tu vida en este momento”, sugirió Beltrán. Por eso, elegir qué fotografías mostrar, de quiénes y en qué lugares colocarlas es una decisión que influirá directamente en el bienestar cotidiano.

Corina Mendoza, especialista en filosofía oriental y colaboradora de Architectural Digest México y Latinoamérica, añade que el Feng Shui sugiere colocar las fotografías “en tus lugares favoritos del hogar, que suelen ser aquellos en los que pasas más tiempo”, no obstante, hay algunos detalles a tomar en cuenta que podrían favorecer el flujo del chi, es decir, la fuerza vital que fluye a través de todo lo que existe y rige los principios fundamentales de esta doctrina filosófica de origen chino.

1. Fotografías de tus hijos:

Si decides colocar fotos de tus hijos, “intenta siempre que sean de la edad actual para que la energía no se estanque”, señala Beltrán. De acuerdo con la experta, las imágenes antiguas deben guardarse en un álbum familiar, ya que mantenerlas visibles podría afectar el flujo energético del hogar.

2. Fotografías en el dormitorio:

Un punto relevante del Feng Shui es que en el dormitorio solo deben estar presentes quienes duermen en él. Según Beltrán, “no debemos tener en nuestro dormitorio fotografías de padres, de hijos, de abuelos y, mucho menos, de fallecidos”. Esto ayuda a mantener una energía íntima y personal en ese espacio de descanso.

3. Fotografías en la entrada de la casa:

Si te encanta decorar con fotos, el recibidor puede ser un buen lugar, siempre que las imágenes correspondan a los habitantes actuales del hogar. “Muchas familias colocan retratos de hijos que ya se han independizado, pero es preferible ubicarlos a partir del pasillo, nunca en el dormitorio”, aclara Beltrán.

4. Fotografías de pareja:

Las imágenes de pareja son bienvenidas siempre que reflejen alegría y armonía. El Feng Shui las valora positivamente si se presentan como recuerdos felices que fortalezcan la energía del vínculo.

5. Fotografías de familiares fallecidos:

Este es un tema delicado y frecuente, por ello, Beltrán recomienda que, si se desea conservar una imagen de un ser querido que ya no está, lo mejor es que aparezca solo en la foto y que no se coloque en el dormitorio. Además, subraya que “el número de fotografías de personas fallecidas debe ser mucho menor al de las personas vivas, se crearía un desequilibrio energético”.

Además de cuidar qué tipo de fotografías elegir para mostrar en casa, el Feng Shui también pone especial énfasis en dónde colocarlas, pues como ya se mencionó, influye directamente en el equilibrio emocional y la dinámica de quienes habitan ese espacio.

En la recámara, si compartes tu vida con una pareja, lo ideal es colocar imágenes de ambos que evoquen momentos positivos. En caso de vivir solo, una fotografía personal que te inspire seguridad, autoestima o que te recuerde una etapa significativa es la mejor opción. La razón, de acuerdo con los principios del Feng Shui, es que este espacio íntimo debe conservar únicamente la energía de quienes duermen allí, por lo que cargarlo con la presencia simbólica de otras personas, aunque sea a través de fotografías, puede alterar el ambiente y restar armonía al descanso.

La sala es uno de los lugares más propicios para mostrar fotografías familiares, según esta filosofía. Imágenes que representen unión, amor y celebraciones compartidas como bodas, cumpleaños o viajes fortalecen los lazos entre los miembros del hogar y proyectan esa energía a todo el entorno.

En la cocina, aunque no suele ser común, se permite añadir fotografías siempre que se ubiquen lejos de fuentes de calor como hornos o estufas. Colocarlas en el refrigerador, en estantes o rincones bien iluminados puede fomentar la conexión y la fortaleza entre los integrantes del núcleo familiar. Según Architectural Digest, este espacio representa nutrición en todos los sentidos, y por ello, las imágenes deben reflejar vínculos sólidos y momentos cotidianos de bienestar.

Finalmente, el comedor funciona como una extensión energética de la cocina. Al ser un punto de encuentro para compartir alimentos, conversaciones y tiempo de calidad, también se beneficia de fotografías que evoquen compañerismo y alegría. Ya sean instantáneas familiares, retratos con amigos o recuerdos de celebraciones, la clave está en que transmitan bienestar.