Descubren restos de la Puerta de México en el corazón de Veracruz

La Puerta de México, entrada terrestre a Veracruz en el periodo virreinal, resurge cerca del Templo de Nuestra Señora de los Dolores

Guardar
La muralla de Veracruz, derribada
La muralla de Veracruz, derribada en 1880, dejó rastros arqueológicos reutilizados en diferentes construcciones del puerto. FOTO: Archivo

El proyecto de rescate integral del Centro Histórico de Veracruz, iniciado en 2024 por el Ayuntamiento de la ciudad en colaboración con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), ha permitido descubrir importantes contextos arqueológicos que abarcan más de cinco siglos de historia.

Entre los hallazgos más destacados se encuentran restos arquitectónicos y fragmentos de materiales que revelan detalles sobre la vida cotidiana, el comercio y las costumbres de la región desde el siglo XVI.

De acuerdo con el INAH, el salvamento arqueológico se desarrolla a lo largo de dos importantes avenidas del primer cuadro de la ciudad: Independencia y 5 de Mayo, con una extensión de 970 y 971 metros lineales, respectivamente.

Estas arterias, que atraviesan el centro histórico de noroeste a sureste, han sido objeto de excavaciones en el marco de obras de modernización de infraestructura, como la sustitución de drenajes, líneas de agua potable y sistemas eléctricos.

Metacarpianos de bovino fueron localizados
Metacarpianos de bovino fueron localizados como parte de los trabajos de salvamento arqueológico. Foto Judith Hernández

Según explicó Judith Hernández Aranda, arqueóloga del Centro INAH Veracruz, estas intervenciones han permitido explorar diferentes momentos de transformación urbana de la ciudad, desde la época virreinal hasta el siglo XXI.

Uno de los descubrimientos más significativos ocurrió en abril, cuando se localizaron restos arquitectónicos cerca del Templo de Nuestra Señora de los Dolores, conocido como La Pastora.

Estos vestigios corresponden a una parte de la cimentación de los muros que protegían la Puerta de México, una de las entradas terrestres a la ciudad durante el periodo virreinal y el siglo XIX.

En aquella época, Veracruz estaba amurallada y solo se podía acceder a ella por mar o por un número limitado de accesos terrestres. Sin embargo, en 1880, un proyecto de urbanización llevó al derribo de la muralla, cuyas piedras fueron vendidas y reutilizadas en nuevas construcciones.

Restos de un muro aún
Restos de un muro aún en proceso de exploración. Foto Judith Hernández

Además de los restos arquitectónicos, las excavaciones han revelado fragmentos de cerámica, vidrio, hueso y otros materiales que, aunque fueron desechados como basura en su momento, ofrecen valiosa información sobre las prácticas cotidianas de la población.

Según Hernández Aranda, estos fragmentos permiten identificar pautas de comercio, preferencias de consumo y cambios tecnológicos.

Por ejemplo, el análisis de un pedazo de cerámica puede determinar su lugar y época de fabricación, lo que aporta datos sobre las redes comerciales y los hábitos de la época.

Otro hallazgo relevante se registró recientemente en la avenida 5 de Mayo, donde se descubrieron restos de muros y cimentaciones que habrían pertenecido a cuarteles y una prisión militar conectados con la antigua muralla.

Durante el proceso de excavación, también se identificaron diversos niveles de piso acumulados a lo largo del tiempo.

Entre ellos, destaca una capa de escombro compactado de principios del siglo XX, bajo la cual se encontraron fragmentos de huesos de bovinos a profundidades de entre 43 y 63 centímetros.

Estos huesos, fracturados intencionalmente para formar picos, se utilizaron como material de relleno para estabilizar el terreno y facilitar la absorción de agua en lo que pudo haber sido un patio de cuartel.