¿Quién es “El 40″? El líder de Los Chapitos en Mazatlán bajo la mira de EEUU

El Departamento del Tesoro de EEUU lo sancionó junto a otros personajes como parte de una red de lavado al servicio de los Guzmán

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El jefe de plaza de
El jefe de plaza de Los Chapitos en Mazatlán fue incluido en la lista negra del gobierno de EEUU. (Anayeli Tapia/Infobae)

Víctor Manuel Barraza Pablos, alias “El 40”, fue sancionado el lunes 9 de junio por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, que lo identificó como jefe de plaza de Los Chapitos en Mazatlán, una facción del Cártel de Sinaloa liderada por los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera.

La medida fue anunciada por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) en coordinación con la Agencia Antidrogas (DEA), como parte de su estrategia para frenar el tráfico de fentanilo y las estructuras que lo financian.

La designación de El 40 se da en el marco de una serie de sanciones impuestas bajo las órdenes ejecutivas E.O. 14059, orientada contra la proliferación de drogas ilícitas, y E.O. 13224, enfocada en combatir el terrorismo y sus redes de apoyo. Según el Tesoro, la célula de Mazatlán bajo su mando estaría implicada en tráfico de drogas, asesinatos, secuestros, extorsión y operaciones de lavado de dinero.

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Las empresas sancionadas por la OFAC son controladas por la maquillista Sheila Paola Urías (Foto: OFAC)

Qué se sabe de El 40, el heredero criminal en Mazatlán

“El 40” nació el 17 de julio de 1990 en el municipio de Culiacán, Sinaloa, según documentos filtrados por el colectivo Guacamaya. Diversas fuentes lo señalan como hijo de Víctor Manuel Barraza Rivera, alias “El Canas”, figura histórica del narco en la región, quien habría muerto el 16 de octubre de 2023, un hecho del que circularon imágenes en redes sociales con veladoras con su nombre.

Aunque parte de su trayectoria criminal es poco clara, algunas versiones señalan que tiene una posible formación militar, lo que explicaría su ascenso como mando operativo dentro de una de las plazas estratégicas del Cártel de Sinaloa.

Por otro lado, pese a que a “El 40″ se le suele nombrar también bajo el alias de “El Titán”, éste último apodo en realidad pertenecería a un personaje de nombre Luis Ángel Castañeda, quien presuntamente sería el encargado de su seguridad.

Víctor Manuel Barraza Pablos alias
Víctor Manuel Barraza Pablos alias "El 40" o "El Titán". (X/@crux1469)

En agosto de 2021, Víctor Manuel Barraza Pablos fue detenido en Cancún, Quintana Roo, durante un operativo de la Policía Estatal apoyado por la Unidad Canina.

En el informe oficial se le identificó como Víctor “N”, y fue arrestado junto a otros cuatro hombres por su presunta participación en delitos contra la salud.

El operativo se llevó a cabo mientras se realizaban recorridos de vigilancia y medidas sanitarias. No existen reportes públicos sobre una vinculación a proceso o condena derivada de ese arresto, por lo que se desconoce cuándo quedó a en libertad.

En septiembre de 2024, cuando inició la guerra entre Los Chapitos y La Mayiza, Mazatlán se convirtió en escenario de una inédita campaña de propaganda criminal, cuando sujetos vinculados al grupo rival difundieron volantes impresos que exhibían los rostros de operadores clave de Los Chapitos en esa ciudad costera.

Las imágenes, ampliamente compartidas en plataformas digitales, incluían a El 40, a su padre El Canas, y al operador financiero José Raúl Núñez Ríos, alias El Lic.

Víctor Manuel Barraza Pablos, alias
Víctor Manuel Barraza Pablos, alias "El 40", jefe de plaza de Los Chapitos en Mazatlán. (X/@crux1469)

Este acto fue interpretado por analistas como un intento de desgaste psicológico y territorial, en el marco de los enfrentamientos entre facciones internas del Cártel de Sinaloa. Desde entonces, los enfrentamientos han ido en aumento en diversas zonas de la entidad.

Apenas el pasado 21 de abril de 2025, el nombre de "El 40″ volvió a figurar públicamente tras el hallazgo de un arsenal con 2 mil 889 artefactos explosivos en El Huajote, una comunidad rural del municipio de Concordia, al sur de Mazatlán.

De acuerdo con un reportaje del periodista Luis Chaparro en el programa Pie de Nota, Víctor Manuel Barraza Pablos fue uno de los cuatro operadores señalados como responsables directos del armamento, junto a Eladio Tirado Lizárraga (El Layito), Óscar Luciano Martínez Larios (El Casco) y Gabriel Nicolás Martínez Larios (El Gabito).

Los artefactos —cohetes, minas y explosivos para drones— estaban almacenados en una antigua tortillería y fueron calificados como el mayor decomiso de explosivos artesanales en la historia reciente de México.

Fuentes citadas por Chaparro indicaron que "El 40″ y sus aliados habrían alcanzado incluso más poder operativo que los líderes visibles del Cártel.

Operadores y estructura criminal

Red que operaría para El
Red que operaría para El 40. (X/@HEARST_BB)

De acuerdo con la OFAC, “El 40″ dirige las actividades criminales de Los Chapitos en Mazatlán, con una base operativa que incluye laboratorios de producción de fentanilo.

Según los informes oficiales, cuenta con la colaboración estrecha de José Raúl Núñez Ríos (El Lic), quien habría construido una red de empresas fachada para lavar dinero procedente del narcotráfico. Entre 2021 y 2024, Núñez adquirió múltiples propiedades registradadas a nombre de su esposa, Sheila Urías, e invirtió en compañías de bienes raíces, hotelería y construcción, con operaciones registradas en Mazatlán y otras zonas de Sinaloa.

Además de El Lic, el organigrama criminal bajo el mando de “El 40″ incluye a:

  • Genaro Aarón Pérez Avendaño, alias El Chamaco: señalado como líder de un grupo de jóvenes sicarios conocidos como “La Chamakera”, ejecutores de tareas de vigilancia y violencia armada. La estructura de este grupo es dinámica y cambiante, reclutando constantemente nuevos perfiles para mantener su capacidad operativa.
  • José de Jesús Monzón Velázquez, alias El Piolín.
  • Carlos Gabriel Reynoso García, alias El Pollo.
  • Jorge Arturo González Sarmiento, alias El Crema.
  • Rogelio Reynoso García, alias El Gato (hermano de El Pollo), actualmente en prisión.

Esta célula mantiene el control sobre el puerto turístico de Mazatlán, zona clave tanto para el trasiego marítimo de drogas como para el blanqueo de activos a través de actividades legales.